Skip to main content

Reflexionan en torno a manifestaciones artísticas como herramientas del trabajo social

12 Noviembre 2018

El trabajador social argentino Cristian Pinedo y la psicóloga chilena Magdalena Calvo participaron en conversatorio.

En el marco de la conmemoración del Día de los Trabajadores y las Trabajadoras Sociales, la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso organizó el conversatorio “Las manifestaciones artísticas como herramienta de interpelación de los procesos de intervención psicosocial”, oportunidad en que expusieron el trabajador social argentino Cristián Pinedo, y la psicóloga Magdalena Calvo.

La jornada se inició con una intervención artística de Cristián Pinedo, quien además es coordinador de InterArte, de Buenos Aires (Argentina). En su presentación participó el público presente y sirvió como contexto para su charla posterior donde explicó cómo el arte puede ayudar en los procesos de intervención del trabajo social, explicando que “el cuerpo es una herramienta de movimiento y de intervención profesional, nosotros como trabajadores sociales tenemos la palabra, pero a veces la palabra no la encontramos, y entonces involucramos las categorías del arte terapia: el cuerpo, la imagen en movimiento y la imagen inclusiva, entre otras”.

“En los diferentes contextos y diagnósticos el arte aparece como una herramienta inclusiva desde el lenguaje y lo comunicacional. Es importante ser creativo, buscar nuestras propias técnicas, ocupar la expresión corporal, tener claro que el cuerpo es un medio de comunicación y un apoyo didáctico en la forma de aprender y de enseñar que concluye en la apertura de la imaginación de los sujetos, abriendo nuevos caminos a los sentidos humanos. Las personas necesitan de esa práctica para fomentar su atención, su habilidad de expresión y, sobre todo, de comunicación. El trabajo social lo considero una disciplina de las ciencias sociales en la cual actuamos como objetos psicosociales que están atravesados por las manifestaciones, la cuestión social y el entramado de las relaciones sociales, y allí el arte actúa como una palanca única para basar las interacciones”, indicó el profesional.

Posteriormente fue el turno de la psicóloga y arteterapeuta Magdalena Calvo, quien entregó una introducción respecto a lo que es el arte terapia como disciplina complementaria a otras profesiones y su aplicación en distintos contextos. Además, presentó dos experiencias profesionales, una individual y otra grupal, en el contexto de un Programa de Reparación de Maltrato (PRM), en este caso infantil. A través de estos casos, explicó cómo formas no tradicionales, como lo son el proceso creativo y el arte visual, pueden contribuir en una intervención.

“El arte terapia tiene muchas definiciones, pero yo ocupo la de la Asociación Chilena de Arte Terapia y desde el área de las artes visuales, que la entiende como una especialización profesional de servicio humano, que utiliza diversos medios artísticos y procesos creativos con distintos fines, como teapéuticos, educativos, de prevención, rehabilitación y desarrollo personal, y busca sobre todo rescatar el efecto sanador de la expresión artística. Esto es súper importante, porque se parte de la premisa que toda persona puede hacer arte, no solamente los artistas o quienes han estudiado, además que todos pueden beneficiarse de la actividad artística”, explicó la experta.

Además, explicó que en la convergencia de definiciones de arte terapia se pueden identificar cinco elementos comunes: “La relación triangular, que quiere decir que a la relación clásica de persona, paciente y participante, y terapeuta o facilitador, se le agrega un tercero, que es el arte, los materiales de arte y la obra artística, entonces este tercero actúa como un mediador en la relación; la proyección artística, que habla de que todo lo que sale de mí, de mis manos, me pertenece y tiene que ver con quién soy, mi historia, mis relatos, mis emociones y mi subjetividad; la perspectiva y distancia, que habla de la ventaja de la disciplina de que las personas pueden separarse físicamente de la obra, facilitando la creación libre y la posibilidad de detenerse y observar; el espacio del juego, que indica que si no hay un ambiente grato, no hay creación ni creatividad, dado que juego y creatividad son completamente hermanos, y entonces tiene que haber un ambiente que propicie la creación; y la experiencia no verbal, donde lo importante no es solamente lo que comunicamos con palabras, sino que también lo que comunicamos a través del cuerpo, a través de la elección de materiales, qué emocionalidad latente había detrás de ello. Todo lo anterior le entrega información tanto al paciente como al terapeuta”, indicó la psicóloga.

La actividad fue moderada por el doctor Francisco Sotomayor, profesor de la Escuela de Trabajo Social de la UV, y asistieron docentes y estudiantes de la carrera.