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El yoga como herramienta de autoconocimiento para enfrentar los desafíos del año académico

22 Marzo 2019

120 estudiantes de primer año de Arquitectura asisten a clases de yoga dictadas por la exalumna y profesora Claudia Fullerton.

Manejo del estrés y de la respiración, autocontrol y autoconocimiento, son sólo algunos de los beneficios que 120 estudiantes de primer año de Arquitectura están conociendo a través de las clases de yoga que la exalumna de la Escuela y actual profesora de taller, Claudia Fullerton, dicta todos los jueves en el Gimnasio Polideportivo, como parte de la malla curricular.

Esta experiencia, inédita en la Escuela de Arquitectura, se extenderá durante todo el primer semestre, no tiene evaluación final, pero se considera la asistencia y está abierta a los profesores y estudiantes de todas las carreras de la Universidad.

Al respecto, la profesora indica que “la propuesta es que los estudiantes que vienen recién saliendo de sus casas tengan un espacio a la semana donde puedan reforzar el control de la respiración y del movimiento, que son herramientas que les van a servir después para controlar el estrés en una carrera tan exigente y demandante”.

“La arquitectura es una actividad creativa, y para crear hay que tener cierta conexión y alineamiento espiritual. Si uno está en crisis, inestable, apretado, lo más seguro es que nada fluya y todo se vuelva más difícil. La idea del yoga es alivianar el peso de la existencia y entregar las herramientas para que la experiencia creativa ocurra sin temor al qué dirán o al ridículo y de esa forma que los estudiantes puedan descubrir quiénes son”, agrega.

En cuanto a la exigencia física del yoga, Claudia Fullerton asegura que “no es sólo meditación, ya que puede ser muy intenso físicamente y llegar a otro nivel de intensidad, pero acá estamos partiendo desde cero para ofrecer a los estudiantes la posibilidad de una ventana y transformarlo en el deporte base de la vida, como también convertirlo en una instancia de soltarse, relajarse y de respirar de otro modo”.

Yoga por la mañana

Yohan Araya, estudiante de primer año que asiste a las clases, explica que “es una buena experiencia, nunca antes había hecho yoga en mi vida y me gustó, relaja el cuerpo y ayuda a una mayor actividad física. Es un alternativa, si es que no te gusta deporte, sirve para salir de la tensión que genera el cambio de colegio a universidad”.

Para María José Montiel, también estudiante de primer año, la actividad “es muy entretenida, nos sirve un montón, porque trata los temas de la respiración y del autocontrol, principalmente porque Arquitectura es una carrera exigente. El yoga relaja y hace bien”.

Mientras, Javiera Almonacid señala que “es bueno; aunque sea una clase, estás más relajado y permite iniciar de mejor forma el día. Al ser en la mañana se transforma en un descanso antes que todo comience”.