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Siete estudiantes de la Universidad de Tours estudiarán en la UV este año

09 Abril 2019

Gracias a convenio vigente entre las dos instituciones.

Siete estudiantes de la Universidad de Tours, Francia, vienen este año a la Universidad de Valparaíso, en virtud del convenio vigente desde hace dos años entre las dos instituciones. Se trata de una beca, explica el profesor Adolfo Vera, director subrogante del Instituto de Filosofía de la Facultad de Humanidades, que en este breve plazo ha funcionado intensamente.

Recuerda el doctor Vera que este convenio “ha implicado que ya el año 2017 vinieron tres profesores de Tours a Valparaíso: Angélica Gómez-Muller, Alfredo Gómez-Muller y Juliette Grange. El año pasado fue el profesor nuestro Osvaldo Fernández, que estuvo dando una conferencia en Tours, y hubo un estudiante de Sociología —que en ese momento pertenecía a la Facultad de Humanidades—, Emilio Guzmán, de pregrado, que estuvo por cinco meses en Tours, realizó una estadía muy exitosa. Aparte de mi propia estadía de dos años, desarrollando una investigación postdoctoral”.

Añade el académico que a lo anterior se suma que “estamos preparando un proyecto ECOS de Conicyt, que, de ser aprobado, permitirá la movilidad entre estudiantes de postgrado y entre profesores de ambas universidades, con la idea de hacer coloquios francochilenos, entre otras actividades”.

Adolfo Vera enfatiza que “la beca que ofreció la Universidad de Tours el año pasado sigue vigente. Es una beca para estudiantes de pre y postgrado de la Universidad de Valparaíso, que consiste básicamente en 500 euros mensuales. Estamos en etapa de difusión de la beca; los plazos todavía no están establecidos, pero tenemos todo este semestre, para que la beca se inicie a partir de septiembre, para participar en el semestre de inicio 2019/2020 de la Universidad de Tours”.

El testimonio y las nuevas tecnologías

Durante dos años, el profesor Adolfo Vera desarrolló una estadía en la Universidad de Tours: “Mi investigación postdoctoral fue acerca de los usos del testimonio en relación a las nuevas tecnologías; es decir, cómo finalmente uno puede básicamente hacerse cargo de la violencia —social, simbólica, política— utilizando los nuevos dispositivos tecnológicos”.

Explica que “hay una evolución en el estatuto del documento: los actuales son documentos mucho más frágiles, no tienen el estatuto del documento tradicional que considera la historia, pero sí son documentos, tienen una utilización legal, tienen también una utilización política. Todos estos movimientos sociales —el último de los cuales, sin duda muy importante, es el feminismo— van muy de la mano de la posibilidad de nuevas formas de socialización permitidas por estas tecnologías. Ahí hay una evolución en la noción de testimonio, muy importante para la historiografía, su relación con el documento, también su relación con el arte —que me interesa particularmente—, con la literatura”.

Respecto de las conclusiones de la investigación, señala: “No hay conclusiones. Lo que sí me importa es señalar un cambio de paradigma, con las consecuencias negativas y positivas que pueda tener. Es decir, es un cambio que uno tiene que asumir, pero que en el fondo sigue instalando la cuestión del testimonio como un eje en el conflicto social o en la tensión política, si uno quiere. La idea era considerar la cuestión del testimonio, que es muy importante para la filosofía, porque tiene que ver con un estatuto del lenguaje, con un estatuto de la verdad; porque la relación con la verdad, en términos epistemológicos, del testimonio, no es en absoluto la misma que la que tiene por ejemplo el conocimiento científico, por ejemplo el de la historia o el de las ciencias sociales. Entonces, era una manera de reactualizar la cuestión del testimonio en relación a las nuevas tecnologías, a las nuevas maneras de socializar lo que uno vive, lo que uno experimenta”.

Consultado sobre el cambio que ha experimentado con el tiempo el soporte del testimonio y el acceso a dicho soporte, dice Vera: “Siempre han existido soportes, tal vez el acceso a ellos era menos fácil, porque implicaba una alfabetización más compleja. Hoy en día ese acceso es mucho más fácil, porque no está mediado necesariamente por una alfabetización muy estricta, muy compleja. Una de las hipótesis de mi investigación es justamente que no hay testimonio sin un soporte de inscripción de este testimonio. Ese soporte de inscripción siempre es técnico y conforme evolucionan esos soportes, evoluciona también la lógica del testimonio”.