Artista visual y profesor de la Escuela de Arquitectura exhibió obra que resume parte de su vida cotidiana.
“Los espíritus” es el nombre de la muestra que exhibió el artista visual y académico de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso Renato Órdenes en OMA Art Gallery de Santiago, exposición que el mismo define como “parte de un proceso de obra sostenido durante algunos años y que se materializa de diversas formas: textos, objetos, dibujos e instalaciones, entre otros”.
El académico explica que “el trabajo en arte es parte de mi vida cotidiana, no podría diferenciarlo o ubicarlo en otra dimensión o categoría. Toda materialidad, experiencia o acontecimiento vivido es parte esencial tanto de esta exposición como de todas las anteriores. Trabajé piezas de mármol, ruinas de antiguas reproducciones de esculturas, fierros encontrados, tubos de neón y cadenas. Hago que todas las piezas entren en una dialéctica material y conceptual, atravesadas una con otras, para hacer aparecer metáforas y ficciones visuales”.
En cuanto al contenido de la muestra, Órdenes asegura que “son reflexiones personales en torno a la capacidad del arte de generar conexiones improbables y hacer aparecer una imagen en torno a la coexistencia con diversas entidades”.
Uno de los aspectos particulares de la muestra es que sus obras están dispuestas directamente en el piso, lo que a juicio del expositor está referido a “una discusión antigua en la escultura. Rosalind Krauss, en su texto La escultura en el campo expandido, habla de cómo algunos escultores, como Rodin o Brancussi, tendieron a quebrar la fetichización de la base o plinto, proponiendo que la escultura se extendiera hacia abajo, absorbiendo el pedestal, integrándolo a la forma o separándolo de su ubicación. Esta especie de deslocalización de la escultura en relación a la lógica del monumento fue un indicio para que representara su autonomía relativa a sus propios materiales y procesos de construcción”.
“Siempre trato de generar un dialogo transversal entre la obra y las personas, sin reducir la obra a una explicación de ella, sino más bien a abrir canales interpretativos que nacen de la interacción con las personas. En ese sentido, las obras tocan el piso al igual que nosotros y se puede acceder a ellas de muchas formas. Tanto ellas como nosotros están en constante proceso de transformación, cambio o destrucción”, añade.
En cuanto al vínculo entre su trabajo artístico y su rol como académico, Órdenes indica que “se conciben como un puente entre la docencia y la practica del arte, ambas se nutren y complementan constantemente, como así también dejo que se contaminen con otras dimensiones profesionales paralelas”.
“Mi rol en la Escuela de Arquitectura es generar una especie de transdisciplina en donde confluyan diversos saberes relacionados al arte, la arquitectura, las ciencias, la filosofía y la teoría, que permitan resignificar cada una de las disciplinas, actualizando sus saberes, poniéndolos en duda constantemente, realizando preguntas, explorando y experimentando nuevos modos de crear pensamiento critico y creativo desde un aquí conectado a su contexto y momento particular”, finaliza.
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