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Arpilleras exhiben trabajo que rescata sitios y memoria de Valparaíso

26 Septiembre 2019

Muestra fue inaugurada en el hall de la Facultad de Ingeniería.

“Arpilleras, sitios y memoria Valparaíso” es el nombre de la exposición presentada por mujeres que integran el taller del mismo nombre que busca rescatar el recuerdo de los sitios de tortura en Valparaíso, que se inauguró en el hall de la Facultad de Ingeniería.

La muestra, que se compone de 33 trabajos, es un homenaje a un grupo de mujeres arpilleras de Valparaíso, que a partir de 1974 comenzaron a desarrollar este arte como una forma de subsistencia, ya que sus parejas habían sido detenidas. Muchos de esos trabajos fueron sacados del país de forma clandestina y vendidos en el extranjero, para luego enviar el dinero recolectado a sus creadoras.

La inauguración contó con la presencia del decano de Ingeniería, David Jamet, quien destacó la exposición de las arpilleras como una forma de mantener viva la memoria de quienes fueron víctimas de violaciones a los Derechos Humanos y la posibilidad que tienen los estudiantes de nuevas generaciones de conocer este trabajo.

Mientras, Juan Pablo Jaña, jefe de gabinete de a UV, hizo uso de la palabra en representación del rector Aldo Valle, para dar cuenta de la importancia que este tipo de actividades representa a nivel institucional, ya que a su juicio, iniciativas de este tipo contribuyen a fortalecer a la universidad y considerar la memoria como una herramienta para el futuro.

La exposición fue gestionada por Valeria Arancibia, funcionaria de la Facultad de Ingeniería UV e integrante del Taller Arpilleras, Sitios y Memoria Valparaíso, para quien el trabajo es “un homenaje a todas las mujeres que durante el golpe militar se encontraron sin sustento porque sus esposos fueron detenidos. Ellas recolectaron géneros en desuso y comenzaron este tipo de arte que tuvo una impensada repercusión en el extranjero”.

Junto a un grupo de mujeres porteñas lleva cerca de tres años desarrollando este trabajo. “Es una labor autosustentable en homenaje a esas mujeres que en los años 70 se dedicaron a este arte, enmarcado en los sitios donde ocurrieron violaciones a los Derechos Humanos en la región”, dijo.

“Investigamos la historia de personas que estuvieron detenidas, que sufrieron vejaciones, que fueron torturadas o fueron presos políticos. Con todos esos testimonios preparamos las arpilleras, para que den cuenta de la verdad mostrando situaciones de la vida real; hay algunas más genéricas, pero también otras más personales, como por ejemplo en mi caso, ya que el taller me permitió demostrar lo que le pasó a mi familia”, agregó.

En cuanto a los objetivos de exhibir el trabajo en la Facultad, Valeria Arancibia añadió que “es necesario que los más jóvenes sepan lo que pasó esos años para que no vuelva a ocurrir, pero fundamentalmente para que haya justicia en Chile para los violadores de los Derechos Humanos, ya que no ha habido, y la impunidad es una burla. Es necesario que se tome conciencia y que nadie sea torturado por pensar distinto”.