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Profesor de Derecho UV expuso sobre constitución y medio ambiente en conversatorio digital

23 Junio 2020

Jaime Bassa se refirió a los desafíos en esta materia.

El profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso Jaime Bassa participó como expositor en el seminario digital “Una constitución ecológica como vía hacia mejores políticas ambientales”, organizado por el Centro de Cambio Global de la PUC y la ONG FIMA.

El académico inició su intervención contextualizando que “el país está pasando por procesos de cambio muy importantes. Los problemas que tenemos son estructurales y necesitamos de muchas miradas distintas que nos permitan no solamente entender la envergadura del desafío que estamos enfrentando, sino que, además, las posibles soluciones. En este sentido, es importante abrir ciertas perspectivas más bien complementarias”.

“Hay que tener en cuenta que una constitución es una forma jurídica de regular el ejercicio del poder, pero esa forma no se limita solamente a la manera en que diseñamos el aparato estatal, sino que se proyecta también en cómo la constitución incide en la configuración de las estructuras de poder social de las cuales nosotras y nosotros participamos, y eso es relativamente difícil verlo en la estructura jurídica propiamente de la constitución, pero de alguna manera es más fácil verlo en cómo las personas participamos de las relaciones sociales más cotidianas”, detalló.

Explicó que la constitución incide en la construcción de estructuras de poder social a través de la forma de regular los derechos fundamentales. “Quisiera proponer que la forma como la constitución regula, reconoce, protege y desprotege el medioambiente y el derecho a vivir en un medioambiente libre de contaminación va configurando una estructura de poder en la sociedad que determina no solo la posición que tenemos como personas en la sociedad, sino que también las condiciones desde las cuales podemos desplegar nuestra autonomía, libertad y forma de construir una sociedad, aspecto relevante cuando se habla de medioambiente, porque hay una característica propia de la constitución chilena, que tiene un interesante rendimiento en materia medioambiental, y es que es una constitución que no es políticamente neutra, sino que es funcional a la acumulación del poder, principalmente de capital, dada su definición subsidiaria y neoliberal, pero es también una constitución que es funcional a otros modos de acumulación y concentración del poder”, explicó.

“Hay también una dimensión importante de concentración del poder desde perspectiva ambiental, que es la que permite explicar la existencia de zonas de sacrificio a lo largo del territorio. Hay un importante desafío, porque nuestras formas de vida están determinadas por modos de acumulación de poder que caracterizan a la constitución neoliberal chilena, y que en materia ambiental tiene un rendimiento negativo y pernicioso para la vida y salud de las personas en esta consolidación de verdaderos bolsones de pobreza y precariedad asociados a las zonas de sacrificio”, añadió.

Detalló que la situación da cuenta de que hay una preferencia estructural de la constitución en favor de la propiedad y actividad económica en desmedro del medio ambiente “que quisiera vincular con la forma en cómo entendemos la relación entre actividad económica y protección del medio ambiente. Una idea propone proyectar sobre la propiedad privada la idea estructural de los límites al ejercicio de la propiedad, porque así como el ejercicio de la propiedad reconoce un límite en la función social que debe cumplir la propiedad, es razonable que la propiedad podría tener un límite en su función ambiental. Entonces no es solo pensar en la función social como límite a la propiedad, sino que pensar en los desafíos que plantean, por ejemplo, los modos de acumulación y zonas de sacrificio, y pensar en cómo el ejercicio de la propiedad debe reconocer como límite su función ambiental”.

“Así como la vida es la condición material necesaria para el ejercicio de los derechos fundamentales, el medio ambiente y la vida de la naturaleza es una condición material de ejercicio no solamente para nuestros derechos, sino que también para la actividad económica, para la vida y para la convivencia pacífica, sobre todo en condiciones equitativas. Entonces hay un punto que podría significar pensar la eventualidad de que la naturaleza sea sujeto titular de derechos fundamentales, pero desde la perspectiva de pensar en cómo el medio ambiente es razón para limitar el ejercicio de la propiedad, así como en la sociedad esa razón es suficiente para limitar el ejercicio de la propiedad”, puntualizó.

“Hay una idea que es parte de una discusión más general: Defensoría Ambiental. Hay distintas defensorías en el sistema jurídico chileno que están fragmentadas, pero sus capacidades de defensa jurisdiccional de los derechos son dispares, ya que no tienen todas iguales capacidades y no hay articulación institucional entre ellas. Lo que quisiera proponer es que, así como es necesario avanzar en algo así como una Defensoría Ambiental, es muy importante que esa defensoría forme parte de una estructura más macro de Defensoría del Pueblo o algo por el estilo, donde puedan estar las distintas defensorías que hoy día defienden los derechos de las personas”, cerró.