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Coordinadora de Consultorio Jurídico UV: “Tenemos una responsabilidad con las personas vulnerables”

22 Julio 2020

Aseguró Inés Robles en conversatorio nacional de clínicas jurídicas.

Sobre su historia, orígenes, consolidación, principales hitos y desafíos a futuro del Consultorio Jurídico de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso expuso su coordinadora, Inés Robles, en el reciente Conversatorio Nacional de Clínicas Jurídicas, organizado por la Universidad Arturo Prat.

La académica inició su intervención indicando que “el consultorio se inauguró en 1970 como una alternativa a la actual Corporación de Asistencia Judicial, dentro del movimiento global de clínicas jurídicas en el mundo. Fue una iniciativa de estudiantes de la Escuela de Derecho en el contexto de la reforma universitaria de fines de los años sesenta, y tenía que ver con la apertura de la universidad a la comunidad y la socialización del conocimiento. Con el tiempo pasó a ser una asignatura anual de quinto año, denominada Clínica Jurídica, donde se tramitan cerca de 550 causas anuales”.

“Los procesos de acreditación institucional de la carrera permitieron destacar el rol de la clínica en el proceso enseñanza-aprendizaje y se pudo mejorar la infraestructura a través de proyectos MECESUP. La reforma de Familia también implicó un cambio en las labores, y se contrataron abogados litigantes para acompañar a los estudiantes a las audiencias. Se consolidó un programa de pasantías, se establecieron más convenios de colaboración y las reformas curriculares fortalecieron la importancia de la actividad clínica. Creamos instrumentos de evaluación y desarrollamos talleres informativos en clases, fundamentalmente con un enfoque práctico”, añadió.

Época de cambios

“El año 2018 realizamos pilotos de clínica penitenciaria y clínica de migrantes, ambos con enfoque de Derechos Humanos y género, a cargo de las profesoras Marcela Aedo y Fabiola Girão, respectivamente. En 2019 creamos un programa de prácticas judiciales en delitos de lesa humanidad en el periodo 1973-1990, que fue un trabajo conjunto con PRAIS Valparaíso, a cargo de la psicóloga María José Jorquera, que consiste en preparar a los estudiantes para la tramitación de causas para sobrevivientes de tortura, que los programas estatales no contemplan. Además, realizamos un programa de Escuela de Formación Ciudadana del INDH, en el cual profesoras trabajaron en localidades de la Región”, indicó.

La profesora Robles explicó que se incluyó un proyecto de revisión de prácticas internas y sentencias con perspectiva de género, “porque visualizamos que en el ámbito de familia se producen situaciones que no son miradas de esa forma, y revisamos nuestras prácticas y demandas para agregar la perspectiva de género y no perpetuar los roles. Además, se agregaron TIPES, que son talleres de integración del perfil de egreso que son transversales en la formación de la UV, que están asociados al departamento de práctica y en los cuales los estudiantes elaboran y ejecutan proyectos para desarrollarlos en la comunidad”.

Finalmente, detalló las acciones llevadas a cabo durante el estallido social, explicando que “tuvimos que pensar y actuar rápidamente frente a la situación de vulneración de derechos fundamentales que estaba sufriendo la ciudadanía, y decidimos abrir las puertas y comenzar la atención el lunes 21 de octubre. Acá es importante resaltar la labor de los estudiantes, asistiendo a comisarías, a juzgados de garantía para registrar los controles de detención y otorgando información a las víctimas. Eso significó además la presentación de recursos generales en materia de derechos humanos y de querellas por delitos de lesiones, apremios ilegítimos y tortura. Se realizaron informes para organismos internacionales que visitaron Valparaíso y participamos en exposiciones y mesas de diferentes entidades”.

Sobre las labores en contexto de pandemia, indicó que “decidimos que las clases las íbamos a hacer igual y que no postergaríamos las actividades prácticas, y optamos por la modalidad online. Los usuarios se atienden digitalmente y se asiste a audiencias en esa misma forma. Se han ingresado alrededor de cuarenta causas nuevas, muchas con demandas presentadas, número que nos permite continuar prestando servicios a la comunidad. Es muy importante dar la continuidad a ese servicio y que los estudiantes no pierdan esta posibilidad de formación jurídica”.

Futuro y desafíos

La profesora Robles Indicó que en el futuro que se desarrollará una reestructuración: “Primero se realizará un cambio de nombre, ya que nos vamos a pasar a llamar Clínica Jurídica y de Derechos Humanos; estará a cargo de un coordinador general y crearemos una unidad de clínica general y mediación y unidades de derechos humanos: migrantes, penitenciario, delitos de lesa humanidad, violencia de agentes del estado y responsabilidad del estado. Se creará además la unidad de pasantías, desarrollaremos actividades rotativas trimestrales para que todos los estudiantes tengan posibilidad de pasar por las clínicas, y ajustaremos las rúbricas de evaluación al desarrollo por competencias”.

“La reflexión que hacemos con los estudiantes es que brindamos en algunas oportunidades la única alternativa posible de defensa de sus derechos a personas vulnerables. Es por ello que nuestro compromiso como Consultorio Jurídico fue, es y será por otros cincuenta años más ser la mejor alternativa posible para las personas de Valparaíso que no cuentan con recursos para pagar un abogado. Para nosotros es muy importante la actividad que realizamos, porque además somos una universidad pública con un rol público que cumplir, tenemos una responsabilidad con el acceso a la justicia que lo entendemos como un derecho fundamental”, cerró.