Docente de Ingeniería Civil Oceánica participó en proyecto del Ministerio de Medio Ambiente.
Como destacada fue calificada la participación de Patricio Winckler, académico e investigador de la Escuela Ingeniería Civil Oceánica, en el Atlas de Riegos Climáticos, ARCLIM, proyecto desarrollado por el Ministerio de Medio Ambiente.
La presentación del ARCLIM contó con la participación de los ministros Carolina Schmidt, de Medio Ambiente, y Andrés Couve, de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, junto a diversos expertos, investigadores y académicos.
Winckler estuvo a cargo del área costera, realizando análisis de puertos, caletas, asentamientos y playas entre los años 1985 a 2004 y su proyección para los años 2026 a 2045, dirigiendo un equipo integrado por los investigadores Manuel Contreras, Carolina Martínez y Cristián Larraguibel, junto a los exalumnos de Oceánica UV Javiera Mora y César Esperza.
Al respecto, el académico señala que “el objetivo de ARCLIM es evaluar los impactos del cambio climático a mediados de siglo, analizando sistemas humanos, ambientales y económicos. Es considerada una plataforma que se irá complementando cada vez con más datos”.
“El objetivo de esta primera versión de la plataforma es que se convierta en un instrumento de gestión territorial y de políticas públicas macro, porque es una herramienta que busca evaluar impactos relativos, con diversas escalas de riesgo”, agregó.
Según explica, “durante la investigación pudimos analizar los principales ocho puertos estatales que cuentan con concesionarios y que están expuestos al Océano Pacífico. Los más afectados por los cierres son San Antonio, donde los buques deben ser derivados a Valparaíso, y Antofagasta. Lo que se puede señalar es que esta tendencia va a continuar en el futuro”.
“Analizamos 545 caletas categorizadas en cuanto a la cantidad de pescadores, su infraestructura y la susceptibilidad ante el cambio climático. Aquellas que se encuentran ubicadas en el centro norte de Chile son las más afectadas, incluso con la imposibilidad de operar”, aseguró.
En cuanto a los asentamientos costeros, Winckler comenta que analizaron un total de “433, desde ciudades a pueblos pequeños, y las ciudades más grandes ubicadas en las zonas bajas serán las más afectadas con posibles inundaciones. Entre ellas se cuentan La Serena y Arica”.
El estudio finalmente investigó 45 playas entre las regiones de Tarapacá y Biobío. “Casi el 80% de estas playas presenta problemas erosivos, dándose una combinación entre el aumento del nivel del mar y los efectos de las marejadas, en especial en playas urbanas que presentan importantes procesos erosivos”.
De forma paralela, Winckler se encuentra liderando una investigación para la CEPAL. “Es un estudio que se ha denominado ‘Los costos de la inacción’, el cual busca cuantificar en términos económicos el impacto del cambio climático en alguno de los sistemas que hemos estudiado. Son herramientas diferentes, pero se pueden complementar”.
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