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Así son las clases híbridas en un laboratorio de la UV

15 Junio 2021

La Facultad de Farmacia es una de las que ha abierto sus puertas a la modalidad mixta.

La Facultad de Farmacia inauguró la modalidad híbrida en sus clases de laboratorios de especialidades, priorizando a los estudiantes de primero, segundo y último año de carrera.

La facultad inició esta metodología hace una semana y ya ha recibido a alumnos de las carreras de Química y Farmacia, Nutrición y Dietética y de Ingeniería Ambiental.

La inédita experiencia ha permitido a los estudiantes que asisten de manera voluntaria, y bajo un estricto protocolo sanitario, acceder a las clases prácticas de forma segura, conocer a sus compañeros y profesores por primera vez de forma no virtual e interactuar también con el otro grupo de alumnos que se conecta a la clase digitalmente, a través de los monitores instalados especialmente para las clases mixtas.

La modalidad mixta se inauguró con la clase Introducción al Laboratorio, a cargo de las profesoras Jacqueline Concha y Cecilia Rubio y el doctor Rodrigo Díaz. Los tres profesores, dos de manera presencial y uno a través de la red, llevan a cabo el desafío de enseñar a sus estudiantes las materias introductorias al trabajo de laboratorio.

El uso de las nuevas tecnologías ha permitido avanzar en este nuevo paradigma de enseñanza, al que ha llevado la pandemia. Un desafío que se está alcanzado exitosamente gracias al trabajo y esfuerzo de todos los miembros de la unidad académica. Así lo reconoció Jacqueline Concha, secretaria de Facultad: “Hay que entender un laboratorio mixto no es solamente el recurso material, acá hay un recurso humano, que es muy importante, desde los auxiliares, quienes están a cargo de la sanitización de los espacios; los funcionarios administrativos, que nos generan las listas de los estudiantes autorizados a asistir a la clase; los técnicos, que montan los laboratorios; y también los profesores y directores de las Escuelas, todos han estado junto a nosotros colaborando”.

Respecto a la habilitación de los espacios para las jornadas mixtas, Jacqueline Concha destacó que cada sala cuenta con cámaras Go Pro y monitores, que permiten interactuar con los estudiantes que están en sus casas y ellos con los profesores que están en el laboratorio, conectados con el wifi de la Facultad. También, puntualiza, que los notebooks y las cámaras ubicadas estratégicamente al interior de los laboratorios permiten tomas en primer plano del trabajo que realizan profesores y alumnos, y si es necesario repetir o profundizar en alguna demostración, la explicación se lleva a cabo directamente frente a una de las cámaras, para lograr una mayor claridad en los alumnos que están en casa. Esa dinámica e interacción que permiten la tecnología y las clases en vivo enriquece el aprendizaje en ambos grupos de estudiantes.

Respecto a la seguridad sanitaria, la profesora Concha explicó que la Facultad cuenta con la Unidad de Aseguramiento de Calidad de Pregrado, constituida por miembros de sus dos escuelas, Química y Farmacia y Nutrición y Dietética. De ahí surgió un instructivo interno para la modalidad mixta. Se trata de una infografía que fue enviada a cada uno de los estudiantes y en la que se les indican los protocolos, restricciones en el uso de los espacios y buenas prácticas sanitarias, para minimizar el riesgo y prevenir el contagio del coronavirus.

“También se implementó el termómetro digital, que se encuentra en el hall de acceso a la Facultad y que entrega, automáticamente al acercase, dosis de alcohol gel. Además, quienes ingresan deben estar autorizados por el decanato. Y se chequea el horario y lugar al que se asistirá. Los estudiantes no pueden recorrer todo el edificio, sino sólo aquellos espacios a los que están autorizados para ingresar. Toda esa retroalimentación y los eventuales ajustes los estamos conversando permanentemente con los prevencionistas de riesgos de la Dirección de Gestión y Desarrollo de Personas (DGDP)”, advirtió.

En la misma línea, Cecilia Rubio, académica de la Escuela de Química y Farmacia, señaló que, si la pandemia lo permite y no hay cuarentenas, esta modalidad se podría extender hasta fines de julio, cuando termine el semestre.

Asimismo, adelantó que “se estableció un protocolo de ingreso y de registro de todas las personas que están ocupando los espacios de la Facultad. El aforo se determinó con el prevencionista de riesgo en los espacios que están habilitados y el protocolo incluye registro del nombre y número telefónico, tenemos también los correos de los estudiantes en caso de cualquier eventualidad. Los académicos por edad estamos todos vacunados y los estudiantes en su mayoría están sin vacunas, pero dentro de poco van a ser del grupo que se pueden vacunar”.

La experiencia ya cuenta con positivas evaluaciones y ha sorprendido el interés de los estudiantes por asistir de manera presencial.

“Me siento muy satisfecha y algo que no esperábamos: vino un estudiante desde La Serena. Hay chicos que son de Chiloé, de Iquique, Puerto Montt, de Algarrobo, de Cabildo, y han llegado acá al laboratorio porque sienten la necesidad de tener la actividad presencial, en aula. Pero no solo eso, fue bastante positivo el poder conocerse en la vida real y tiene que ver con lo que nosotros queremos de una vida universitaria, que la pandemia de alguna manera nos ha limitado, pero los chiquillos llegan acá y es como si hubieran estado siempre en el laboratorio”, aseguró Jacqueline Concha.

Es el caso de Pablo López, estudiante de primer año de Química y Farmacia, quien asistió a la clase presencial viajando desde Limache: “Prefiero las clases presenciales, porque podemos tener la experiencia, como la que estamos teniendo ahora. Lo que se ve a través de la pantalla se hace más entretenido, debido a que podemos experimentar nosotros mismos. Es primera vez que veo a mis compañeros, es una sensación distinta, es como ir el primer día a clases y empezar una nueva vida con lo que nosotros queremos estudiar”.

Su compañera Dafne León, quien vive en Valparaíso, coincidió con Pablo y dijo que “es completamente nuevo. Es primera vez en todo: conocer a los compañeros, no a todos, pero a algunos, después de estar en clases online y ver solo nombres y ahora verlos en persona y a los profesores también. El laboratorio está bien equipado, me gustó y los protocolos están bien también, son los correctos: la temperatura, el alcohol gel, la mascarilla, todo como corresponde para poder venir y tener una buena clase”.