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Estudiantes iniciaron voluntariado en la villa Industrial

29 Octubre 2013

El objetivo de los alumnos de Medicina del Campus San Felipe es apoyar el trabajo que ya desarrolla en el lugar un centro comunitario dependiente del Obispado.

Un total de 25 estudiantes, provenientes de las diferentes carreras que se imparte en el Campus San Felipe de la Universidad de Valparaíso, integran el voluntariado “Construyendo barrios saludables: vamos por el cambio”, que se comenzó a desarrollar en la villa Industrial de San Felipe.

Lo anterior es el resultado de la idea que impulsó Gustavo Segura, estudiante de Medicina de la UV, que se da a partir de una vinculación que se realiza con la asignatura Salud y Sociedad I, enmarcada en la malla curricular de la carrera, cuyo objetivo pedagógico era realizar un diagnóstico participativo en salud, con el fin de desarrollar un proyecto alusivo a la promoción desde el próximo año.

Durante este proceso se detectaron varias necesidades, relacionadas principalmente con la educación de los pequeños, definiéndose que se requiere de una urgente intervención y apoyo, lo que se pretende resolver a través de este voluntariado.

Apoyo pedagógico

También se visualizó un proyecto que se desarrolla en un centro comunitario del sector, que servirá de apoyo a esta idea que desarrollan los alumnos de la UV, la que se enmarca en un apoyo pedagógico hacia los niños y niñas de la villa Industrial.

Sin embargo, sólo se cuenta con la participación de una educadora para esta tarea. Por esto, según lo detectado, era imposible una coordinación y preparación de los niños en sus aspectos más deficientes, y una evaluación de sus avances.

De esta forma, el propósito principal es generar un espacio de trabajo interdisciplinario entre todos los actores locales para brindar apoyo al proceso educativo de los niños y niñas.

Con ello, se quiere fortalecer las habilidades parentales para que sean el pilar fundamental del aprendizaje, junto con motivar a la comunidad a transformarse en partícipes del proceso de desarrollo de los niños.

Si bien el proyecto está empezando, se han ido sumando grandes ideas, por eso la tarea es hacer un trabajo que se mantenga en el tiempo, con el propósito de que se pueda construir en conjunto con los vecinos de la villa Industrial un barrio saludable para vivir, lo que quedo demostrado durante el lanzamiento del voluntariado.

Para esto los estudiantes estarán durante cuatro días a la semana, en las tardes, organizándose por grupos, en una actividad que se extenderá hasta fines de año.

Gustavo Segura señaló que no esperaba este nivel de respuesta por parte de los jóvenes que estudian en el Campus San Felipe, sobre todo porque es un período en el que están en plenas pruebas.

“Ya tenemos una vista previa del barrio y de los niños, todo el estigma que existe sobre esta zona. La idea es transformarnos en un apoyo en su formación académica y ayudarlos a surgir”, comentó.

Segura señaló que esperan seguir sumando voluntades. “Ahora la inscripción es libre, confiamos en que más compañeros nos apoyen; por lo pronto realizaremos lo que más podamos este año y con la tarea de que esto no se detenga”.

“Queremos también crear un lazo con la comunidad de la villa Industrial, de tal manera que futuras actividades participen todos y nos vean a nosotros como un apoyo”, sentenció.

Mayor compromiso a futuro

Juan Cifuentes, integrante del directorio del centro comunitario Madre Teresa de Calcuta y que trabaja desde hace diez años en el sector, valoró la puesta en marcha de este voluntariado, esperando que se traduzca en un mayor compromiso a futuro por parte de la UV.

“Nosotros apostamos porque el camino para superar la extrema pobreza es la educación. Lo que están haciendo estos jóvenes es un aporte adicional, esperamos que sigan ese compromiso”, afirmó.

Mientras, la directora del Campus San Felipe de la UV, doctora Carmen Castillo, resaltó la importancia de la vocación de los jóvenes. “Es una opción de vida para aportar los conocimientos, aptitudes, tiempo y experiencias que ellos tienen como estudiantes”, afirmó.

“Este tipo de acciones ocupan un lugar central en la construcción de la comunidad, promueven la confianza y la reciprocidad, pero —además— fomentan el espíritu ciudadano y ofrecen un entorno en el cual aprenden la responsabilidad que significa apoyar a quienes queremos y deseamos tender una mano”, añadió.

La doctora Castillo insistió en que los estudiantes deben estar conscientes de que enfrentarán situaciones complejas y la búsqueda de una solución los pondrá a prueba y, seguramente, les despertara nuevos valores.

“Se encontrarán con realidades que con frecuencia les repercutirán en la propia sensibilidad, descubrirán que su actividad es creadora de un vínculo que antes no existía y que enriquecerá sus vidas al influir de manera positiva en el entorno”, indicó.

La profesional valoró lo iniciado: “Confiamos en que sigan sumando voluntades hacia este compromiso de lograr un cambio que va en la línea de relacionarnos con nuestra comunidad y que reafirma que la Universidad de Valparaíso forma profesionales de excelencia y que a la vez son un aporte a la comunidad, poniendo en práctica además de sus conocimientos teóricos y prácticos”.