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Ernesto Cardenal alabó la solidaridad vista en Valparaíso

17 Abril 2014

Ayer se lanzó en Santiago “Poesía vivida”, antología del poeta nicaragüense publicada por la Editorial UV.

“Era muy impresionante ese fuego como yo lo vi el día que llegué, parecía el fuego del infierno. Pero más impresionante todavía es la solidaridad de los jóvenes que había, luchando contra ese fuego, luchando contra ese infierno. Ese fue el mensaje que yo recibí de los jóvenes”. Con esas palabras dirigidas a los porteños cerró el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal su presentación en la Biblioteca Nacional, para el lanzamiento de su libro “Poesía vivida”.

Nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Valparaíso, el poeta centroamericano pudo conocer in situ la situación que se vive en el puerto a raíz del devastador incendio registrado el pasado fin de semana, lo que lo motivó a mandar ese mensaje de apoyo.

Este miércoles Cardenal estuvo en Santiago, donde ofreció un verdadero festín de poesía al entusiasta público que abarrotó la sala América de la Biblioteca Nacional para la presentación de la citada antología, publicada por la Editorial UV.

A lo largo de su alocución, en la que declamó pasajes escogidos de su obra, Cardenal explicó cómo fueron surgiendo sus creaciones, que van desde la poesía amorosa hasta la política, pasando por la mística y la cósmica.

Así, explicó que “el amor a la belleza de las muchachas me llevó a amar a Dios, lo cual me llevó a entrar en un monasterio trapense en Estados Unidos. Esos monjes recitan siete veces al día los Salmos, lo que me inspiró para escribir mi libro ‘Salmos’, que son los mismos de la Biblia, pero reactualizados y traducidos a nuestra época”.

También contó que su poema “El celular” fue una de las primeras denuncias que se hicieron sobre la explotación y muerte de los niños en el Congo debido a la extracción del coltán. “No tengo nada contra el celular. De hecho, creo que es el primer invento que se hace para los pobres, porque en África la mitad de la población tiene un celular. Mi denuncia es contra las transnacionales que explotan este mineral y hacen trabajar a niños de siete a diez años por 25 dólares al día”.

El director de la Editorial UV, Cristián Warnken, manifestó que la idea de publicar esta antología responde a “nuestra idea de de rescatar no sólo la poesía chilena, sino que la de toda Latinoamérica. Por eso el año pasado reeditamos ‘Azul’ de Rubén Darío, otro poeta nicaragüense”.

El poeta chileno Floridor Pérez, encargado de redactar el prólogo de “Poesía vivida”, recordó la primera vez que vio a Ernesto Cardenal. “Fue en 1972, durante un recital que ofreció en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Yo era un profesor rural a 30 kilómetros de Los Ángeles y 500 de Santiago, pero llegué para escucharlo y recuerdo que al final le pasé un libro para que me lo firmara y él me respondió ‘Los revolucionarios no damos autógrafos’”.

A sus 89 años, Ernesto Cardenal parece haber cambiado en algo sus convicciones, porque el lanzamiento concluyó con el poeta firmando el libro presentado a una interminable fila de seguidores.