Monto supera al presupuesto municipal en 173 por ciento y el PRDUV en 171 por ciento.
A 69 mil millones de pesos ascienden las pérdidas provocadas por el incendio que afectó a Valparaíso, según datos entregados por el académico e investigador de la Escuela de Construcción Civil de la Universidad de Valparaíso, Uriel Padilla, quien dedicó su tesis de magíster a estudiar las variables de vulnerabilidad y riesgo en las quebradas del puerto.
“El daño a Valparaíso causado por el incendio asciende a 69 mil millones de pesos, lo cual supera al presupuesto municipal en 173 por ciento y al Programa de Recuperación y Desarrollo Urbano de Valparaíso, PRDUV, en 171 por ciento. Estas cifras nos obligan a pensar en seguir atendiendo la urgencia o a preocuparnos de la prevención”, explica el académico.
Situación preocupante
El investigador asegura que el siniestro destruyó cerca de mil 200 hectáreas de bosques y especies arbustivas bajas, equivalentes al cuatro por ciento de la superficie total de Valparaíso, unas dos mil 400 canchas de fútbol, lo que a su juicio impactará directamente en concepto de generación de erosión.
“La erosión, considerada como la remoción del material calcinado y material suelto del suelo, podría generar cerca de 27 toneladas por hectárea al año, lo cual sin duda es una situación preocupante. Si ese indicador lo aplicamos a las mil 200 hectáreas entrega la estratosférica suma de 33 mil toneladas al año”, señala.
Para trasladar ese material “se necesitarían tres mil 240 camiones, y si ese servicio fuera tasado en 20 mil pesos por viaje, sin considerar el ingreso a los rellenos sanitarios autorizados, la suma ascendería a los 64 millones de pesos”, explica.
Pérdidas en inmuebles
No obstante, la mayor pérdida se encuentra en el ítem de los inmuebles. “Considerando las tasaciones de las viviendas entre 20 y 42 millones en promedio, multiplicado por dos mil 500 viviendas, se genera una pérdida de 68 mil millones de pesos”, añade Padilla.
En este sentido, el investigador agrega que “la atención pareciera estar enfocada en el tema de los usuarios, es decir la ciudadanía que está en la condición de ocupación informal y el otro sector que está en ocupación formal. Aquí hay que separar las cosas. La ocupación informal no es legal, por lo que el Estado y el gobierno de turno deberían generar condiciones de hábitat adecuadas que no revistan mayor peligro para las personas”.
Mejora sustancial
En cuanto al proceso de reconstrucción, Padilla manifiesta que “se requiere plantear una mejora sustancial para la zona devastada desde el punto de vista urbanístico, paisajístico, ambiental y de riesgo. Seguir en lo mismo es tropezar con la piedra una vez más, ya que las cosas no se están haciendo para salvar vidas”.
“No hay una billetera que tenga un fondo ilimitado y las pérdidas en porcentaje son muy superiores al presupuesto municipal o al PRDUV. Por eso ahora debemos pasar con urgencia a las etapas de las sugerencias, a las indicaciones, con la necesidad de plantear ideas para conversar y discutir en este largo proceso de reconstrucción”, añade.
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