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Obesidad materna afectaría desarrollo de hijos desde el útero

12 Julio 2014

Según investigación del Instituto de Fisiología de la UV.

El efecto de la obesidad antes del nacimiento marcaría a las personas de por vida. Un nuevo estudio que realiza el Instituto de Fisiología de la Facultad de Ciencias UV ha confirmado que las consecuencias del sobrepeso de una madre embarazada no sólo repercuten en la salud de la mujer: también en el futuro del bebé que se está desarrollando en el útero. Estos efectos se pueden llegar a manifestar en la pubertad e incluso en la edad adulta del ser en gestación.

Esta preocupación se suma al ya crítico escenario de salud pública que presentan la obesidad y el sobrepeso en nuestro país, cuyas estadísticas revelan que afectan a más de la mitad de la población. De hecho, 64,7 por ciento de los chilenos tienen sobrepeso y una de cada cuatro personas presenta obesidad, según los datos entregados por la Encuesta Nacional de Salud (ENS 2010).

Las mujeres lideran el ranking de prevalencia de obesidad, con un 30,7 por ciento frente al 19,2 por ciento de los hombres. Y se estima que más del 50 por ciento de las mujeres chilenas comienzan su embarazo con sobrepeso, de acuerdo a lo revelado por la ENS antes mencionada.

La evidencia científica sostiene que las mujeres obesas presentan un mayor riesgo de aborto y problemas en el parto, o muerte del bebé prematuro. Otras complicaciones son la hipertensión y la preclampsia, el nacimiento de un bebé grande y la diabetes gestacional.

El doctor en Farmacología Gonzalo Cruz, académico de la Facultad de Ciencias UV y quien lleva a cabo la investigación sobre los efectos de la obesidad en el embarazo y su descendencia, señaló que nuevas investigaciones corroboran que la obesidad gestacional estaría relacionada con un mayor riesgo para los hijos de padecer exceso de peso, diabetes e incluso cáncer cuando son adultos, dado que —según explicó— el ambiente donde crece el feto condiciona su desarrollo aun durante su vida postnatal.

El doctor Cruz agregó que las pruebas en modelos experimentales revelan que “los hijos de madres obesas tienen una alta probabilidad de desarrollar una pubertad precoz —que podría afectar el crecimiento o condicionar una menopausia adelantada— y eventuales alteraciones reproductivas. Además, tienden a generar una enfermedad muy parecida a lo que se conoce como síndrome de ovario poliquístico en la mujer, condición que disminuye las posibilidades de tener hijos”, aseguró.

“La obesidad es un problema actual, que en el futuro puede generar nuevas complejidades. Las personas deben entender que el estilo de vida y particularmente los malos hábitos nutricionales, no sólo los afectan a ellas mismas, sino también a sus hijos. Si bien los padres tienen la opción de decidir qué comer, conscientes de sus posteriores consecuencias, la descendencia no tiene esa opción y desde antes de nacer sus progenitores ya los están marcando de por vida”, concluyó el doctor Cruz.