Aldo Valle, presidente del Consorcio de Universidades del Estado de Chile, expresó que en el país se ha instalado un sistema de "educación privada obligatoria".
Sus opiniones respecto del apoyo que el Estado y el gobierno deben dar a las universidades estatales, así como sobre la reforma educacional y el presupuesto que deberían tener estas instituciones, expresó esta mañana el Consorcio de Universidades del Estado de Chile, CUECh, a través de su presidente, el rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle.
En un alto en la sesión ordinaria que reunió a los rectores en la sede del CUECh en Santiago, Valle declaró: “Hemos concluido que es urgente pedir públicamente al gobierno que incorpore en el proyecto de Ley de Presupuesto que se discute actualmente, un programa de fortalecimiento mediante aportes institucionales o basales a las universidades del Estado”, por cuanto dicha ley es “la principal manifestación de la política pública de los recursos y de la voluntad que finalmente pueda tener el Estado de Chile, y el gobierno actual, por fortalecer a las instituciones de educación superior que le pertenecen, con el propósito preciso de fortalecer la matrícula en estas instituciones, que sostenidamente se ha visto reducida por las políticas públicas, terminando en un sistema que paradojalmente lo que ha instalado es una educación privada obligatoria, para muchos jóvenes, para muchas familias, que no teniendo en las universidades del Estado la posibilidad de obtener una vacante, debido a las restricciones que se ha impuesto a estas instituciones, por esa misma política pública, hoy día están impedidos de un derecho de una libertad muy básica, de poder optar entre una vacante en una universidad del estado o en la oferta pública y una vacante en la oferta privada”.
Compromiso con la ciudadanía
A su juicio, el rector Valle indicó que “es indispensable que de una vez por todas se exprese este compromiso, que está por lo demás en el programa presidencial. (…) Ahí ya no hay una declaración de intenciones: después de la elección presidencial, esa declaración de intenciones se transforma en un compromiso con la ciudadanía, y lo que reclamamos las universidades del estado es que ese compromiso con la ciudadanía se manifieste en esta Ley de Presupuesto”.
Agregó que dichos recursos deberían ser transferidos a las universidades del estado “mediante contratos plurianuales, para que en un programa que se extienda al menos por unos diez años estas universidades puedan recuperar su lugar en la educación superior, en términos de matrícula”.
Destacó Aldo Valle que las casas de estudio estatales “hacen un gran esfuerzo por investigar, por producir conocimiento, y desgraciadamente no pueden dar satisfacción a una gran demanda por estudiar en ellas, dado que no cuentan con recursos del estado para fortalecer su infraestructura, renovar sus cuadros académicos, profesionales y administrativos. Lo que queremos es que en esta ley de presupuesto quede claro que estas universidades le pertenecen al estado y que el estado efectivamente se hace responsable de ellas”.
Que no pase otro año más
Consultado sobre qué presupuesto espera para las universidades, Aldo Valle afirmó que “no tenemos un presupuesto determinado, lo que queremos es que mediante contratos plurianuales, según las necesidades y los planes de desarrollo de las instituciones, el Estado de Chile finalmente abra una línea de financiamiento, que será variable según las necesidades y planes que tengan las universidades y según sus potencialidades. Porque de lo contrario, vamos a perder una gran oportunidad. Las comunidades universitarias nuestras, difícilmente van a entender que pase otro año más sin que nuestras instituciones reciban esos aportes institucionales que les permitan recuperar el sitial que deben tener en el sistema de educación superior”.
Enfatizó en este sentido Valle que “Chile es el único país que en los últimos 40 años ha promovido un sistema de educación privada obligatoria. Eso se debe terminar, y nuestra petición es que quede claro en esta Ley de Presupuesto que las universidades del estado tendrán efectivamente un trato distinto, una relación distinta”.
Respecto de las declaraciones del ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, el domingo pasado, Valle señaló: “Los infortunios verbales han quedado superados, porque se ha expresado la Presidenta de la República, en el sentido de que la gratuidad sigue siendo un compromiso en términos universales, y que no tiene las restricciones que se insinuó en las respuestas del señor ministro el día domingo”.
La reforma educacional
Respecto a si los rectores del Consorcio están de acuerdo con el desarrollo que va teniendo la reforma educacional, el rector de la UV afirmó: “Nosotros entendemos que poner esto en el contexto de lo que se llamó en su momento la democracia de los acuerdos no fue bueno para la educación pública. La verdad es que esos acuerdos favorecieron la privatización de un modo ideologizado, y el resultado es que en el sistema escolar y en el sistema de educación superior, la educación pública ha perdido el rol que le corresponde, porque esa democracia de los acuerdos finalmente lo que hizo fue perseverar en un neoliberalismo que le ha hecho mal a la educación chilena”.
Y agregó: “Creo que no se requiere de ningún sesgo ideológico para decir que hoy día no tenemos un sistema educacional inclusivo, que integre a la sociedad chilena, que rectifique las desigualdades de origen. Todo lo contrario: lo que tenemos es un sistema educacional, obra en gran parte de esa democracia de los acuerdos, aunque no absolutamente, porque la herencia tiene un origen anterior, que es finalmente la política de la dictadura militar en materia de educación. Ese sistema finalmente lo que hizo fue permitir que se reflejaran de la manera más expedita esas desigualdades de origen. Hoy día tenemos uno de los sistemas educativos más segregadores, y por lo mismo, injustos, que hace rato la sociedad chilena declaró como ilegítimos. En consecuencia, esperamos que precisamente con ocasión de esta Ley de Presupuesto pueda iniciarse esta recuperación de una oferta pública más robusta por parte de las universidades del Estado”.
Consultado si las universidades se han sentido poco integradas en cuanto a los proyectos de ley de la educación superior, Aldo Valle respondió que “efectivamente no ha habido la participación que hubiéramos deseado. Sin embargo, se han hecho ya algunas rectificaciones importantes. Ayer se inició una jornada de diálogos ciudadanos sobre la educación, y creemos que ese es un buen diseño para escuchar a todos los actores. Creo que los chilenos estamos cansados de comisiones de expertos o de comisiones asesoras presidenciales, transversales, o que se autoatribuyen una competencia técnica que deja fuera a las mayorías. Lo que hemos visto es que la competencia técnica en Chile por décadas ha dejado fuera a las mayorías. De lo que se trata ahora es que tengamos otros métodos, tengamos otra forma de determinar las directrices y los contenidos de la política pública en educación superior y en el sistema escolar desde luego”.
Gratuidad total
Ante la consulta de si el país dispone del dinero para la gratuidad total de las carreras universitarias, Aldo Valle dijo: “Creo que este es un país que ha alcanzado un desarrollo económico que le permite atender necesidades universales en educación, tanto en el sistema escolar como en el universitario. Lo que sí, ese sistema debe darse en un contexto distinto. Si se trata de financiar también el negocio en educación, obviamente no habrá recursos. Pero se supone que aquí habrá un cambio sustantivo que dará lugar a una oferta seria, responsable, de calidad, sin engañar a nadie, sin entender que la educación se presta a una relación mercantil. Creo que si se introducen esos cambios que el país necesita, que las familias chilenas necesitan, Chile está en condiciones de solventar el costo que eso significa. Eso es lo que hemos demandado y lo que demanda la sociedad chilena”.
De esta forma, debe haber un compromiso del Estado para financiar las carreras íntegramente. “Porque si no significaría que los que no puedan pagar carreras que duren más de cuatro años, simplemente tendrán que endeudarse o tendrán que elegir forzadamente carreras de menos de cuatro años. Y creo yo que todos entendimos que no se trataba de eso: se trata de tener un sistema de educación superior financiado por el Estado para que todos puedan, según sus capacidades, según sus opciones, cumplir con ese derecho que es poder terminar una carrera universitaria”.
Respecto de si lo recaudado mediante la reforma tributaria será suficiente para alcanzar esa meta, afirmó el rector: “Yo desde luego no tengo cifras en esto. Si alguien tiene cifras y demuestra que con la reforma tributaria finalmente los recursos no alcanzan, mi posición es que el país debe hacer un esfuerzo por su sistema de educación, como tendrá que hacerlo también por otros derechos sociales. Porque tampoco puede ser que el país ponga por delante esas limitaciones económicas respecto de derechos tan sustantivos y tan básicos como son la educación y la salud. Si quieren hacernos pensar al revés, creo que debemos reaccionar, la sociedad chilena tendrá que decidir cuáles son sus prioridades: si finalmente cuidar los recursos fiscales, y los recursos privados en la economía, o los derechos básicos sociales que en una sociedad democrática deben garantizarse a todos”.
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