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Simposio en rehabilitación respiratoria reúne a especialistas

29 Agosto 2014

Organizado por la Escuela de Kinesiología, el encuentro tuvo como objetivo dar a conocer y difundir los avances y tratamientos de este tipo de terapia.

Destacados especialistas de Chile y España participaron en el “Seminario internacional sobre rehabilitación respiratoria” que organizó, y al que convocó esta semana, la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Valparaíso.

Su programa consideró una serie de conferencias destinadas a analizar este tipo de terapia, así como también, dar a conocer y difundir sus avances y las estrategias de tratamiento que en la actualidad se aplican a las personas que sufren enfermedades pulmonares obstructivas crónicas u otras patologías similares.

Entre los expositores invitados al simposio destacó la presencia del doctor en ciencias y profesor de la Universidad Ramón Llull, Jordi Vilaró, quien además es investigador asociado del Laboratorio de Función Pulmonar del Hospital Clínico de Barcelona.

Junto a él intervinieron el renombrado académico, kinesiólogo y director del diploma en “Cuidados respiratorios” de la Universidad de Chile, Homero Puppo, quien se refirió a la rehabilitación respiratoria en el paciente pediátrico, y la médico broncopulmonar del Hospital de Quillota y profesora visitante de la Escuela de Kinesiología de nuestra casa de estudios, Juanita Pavié, quien habló sobre la evaluación y selección del pacientes candidato a este tipo de tratamientos.

El encuentro se realizó en el auditorio de la Facultad de Medicina y los temas analizados durante su desarrollo despertaron gran interés entre los asistentes, principalmente kinesiólogos, profesionales de la salud y estudiantes.

Al respecto, el director de la Escuela de Kinesiología, Andrés Orellana, afirmó que con la realización de este tipo de actividades académicas se busca promover la reflexión, actualizar conocimientos y favorecer el intercambio de experiencias en materias disciplinarias específicas, pero desde una perspectiva interdisciplinaria.

El ejercicio como medicina

La rehabilitación respiratoria surgió como terapia en la década de 1980, pero su efectividad ha sido reconocida solo en los últimos años.

Según explicó el profesor Vilaró, en un principio los médicos y científicos creían que solo tenía efectos psicológicos o que apenas servía para aliviar cuadros de disnea, pero poco a poco se reunió evidencia para demostrar el positivo impacto que tiene en personas afectadas por enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.

No obstante ello, el investigador español precisó que el desafío que hoy presenta la rehabilitación respiratoria tiene que ver con la necesidad de generar un modelo de largo plazo que contribuya a modificar conductas de pacientes.

“El ejercicio siempre es una buena medicina, por lo que promover este tipo de tratamientos implica beneficios concretos. Todas las enfermedades respiratorias son factibles de ser subsidiarias de programas de rehabilitación respiratoria, ya que éstos promueve el autocontrol de los pacientes, mejorar la capacidad pulmonar y, en definitiva, la calidad de vida”, argumentó el catedrático e investigador de Barcelona.

Pese a lo anterior, este tipo de terapia aún no alcanza niveles de aplicabilidad óptimos. En Dinamarca, por ejemplo, una de las naciones más desarrolladas en materia de salud, tan solo al 60% de los pacientes se les ofrece participar en un programa de rehabilitación respiratoria.

Asimismo, en Escocia únicamente el 23 % de los médicos generales están capacitados para referir a pacientes en esta terapia y en Canadá sólo 9 % de los pacientes con EPOC sigue estos programas. En España la cifra fluctúa entre 0,3 y 0,6, mientras que en Chile no hay datos concretos.

Para la doctora Juanita Pavié esta realidad es lamentable, ya que -en su opinión- está comprobado que la rehabilitación respiratoria aumentar la capacidad funcional, reduce síntomas y mejora estado general de los pacientes. “Además contribuye a disminuir los recursos que se gastan en atención de salud, al reducir los niveles de ansiedad y depresión, disminuir los días de hospitalización, mejorar la capacidad física, la resistencia y fuerza muscular y bajar el riesgo de episodios de exacerbación”, acotó.