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Cristián Warnken llevó “La pasión de leer” al Liceo Eduardo de la Barra

01 Septiembre 2014

Estudiantes de varios colegios participaron con atención en actividad literaria.

Por más de dos horas, alumnos del Liceo Eduardo de la Barra, Liceo Bicentenario de Valparaíso, Colegios Patmos, Mar Abierto, Salesianos y Bordemar, participaron con atención en la actividad “Pasión de leer”, con Cristián Warnken.

El director del sello Editorial Universidad de Valparaíso compartió con los jóvenes la idea central de que para amar la lectura no puede haber obligación, sino que el vínculo entre libro y lector tiene que darse sobre la base de las emociones. Warnken insistió en que para que haya más lectura, debemos sacar al libro del “para qué”, y permitir que dé al lector las palabras para que construya su propia historia.

“Hemos estado recorriendo varios colegios, pero es emocionante venir a este colegio que tiene tanta historia”, señaló Cristián Warnken. Destacó que el Liceo Eduardo de la Barra “es un colegio público tan potente en Valparaíso. De aquí salió Salvador Allende, entre otros. Los profesores que hubo acá, Joaquín Edwards Bello… o sea, es un lugar con una historia increíble, el corazón de la historia republicana de Valparaíso. Esa es la primera emoción. Segundo, es un público que nos escuchó, porque los lateamos durante dos horas… (ríe) No: les hablamos, les transmitimos lo que queríamos transmitir, y creo que hubo una escucha, interés yvmuchas preguntas, habríamos podido seguir eternamente conversando. Y sobre todo, la conexión se produjo a través de la emoción, que es lo que nosotros estamos tratando de recuperar para la lectura”.

Lo que la juventud esperaba

Los jóvenes participaron de la actividad con gran interés y mucho entusiasmo. Lo mismo sucedió con los profesores que los acompañaron. Es el caso de Carlos Osses, profesor de Castellano, orientador del Liceo Bicentenario de Valparaíso. “Yo creo que esto es lo que la juventud esperaba, ¿se dieron cuenta del silencio de todas las personas acá?, ¿y las preguntas inteligentísimas y muy hábiles que hicieron? ¡Estas son las cosas que hay que repetir una y otra vez! Yo hoy, al levantarme a las seis y media de la mañana, sabía que iba a estar acá, así que siento que he recibido un regalo en el día”, afirmó, luego de haber hecho una pregunta durante la actividad subido en una silla, rindiendo un homenaje al recientemente fallecido actor Robin Williams y la película “La sociedad de los poetas muertos”.

La mejor prueba del genuino interés de los alumnos fue ese silencio y la cantidad y calidad de las preguntas que formularon. Mikel de Rementería, estudiante del Liceo Eduardo de la Barra, indicó que “ess raro que alguien venga a hablarte de literatura sin latearte con una excesiva cantidad de materia, y que de alguna manera te logre demostrar el vínculo que tiene tu cotidianidad con tu lectura, las cosas que te pasan con lo que está en los libros. Es raro que alguien haga ese símil y logre construir tan bien que mantenga a una audiencia concentrada tanto tiempo. Nunca había visto que cabros de tantos liceos estuvieran calmados tanto tiempo. Fue una experiencia bonita, interesante, y ojalá que se pudiera repetir, pero quizás con grupos más pequeños, tratando, no sé, de avanzar un poco más”.

En eso coincidió su compañero Mauricio Toledo, quien expresó que “esta es una instancia en la cual al participar en grupos reducidos se podrían compartir experiencias personales mediante la vivencia de la literatura, y compartir y vivir cómo esta literatura está previamente escrita y se asemeja mucho a lo que es nuestra vida, sea el siglo que sea en que se haya escrito, me parece bastante interesante”.

Por su parte, María José Peña, alumna del Liceo Eduardo de la Barra, manifestó que la actividad “me pareció realmente buena, porque siento que el hecho que un profesor reconozca que la literatura está como amarrada por las normas del lenguaje, eso hace que nosotros nos alejemos de la literatura, y a veces sentimos que es como una lucha que tenemos los propios estudiantes. El hecho que un profesor lo ponga en la palestra y se pueda discutir acerca de ello, siento que ya es un avance. Anteriormente ya había tenido la oportunidad de escuchar a Cristián Warnken, y realmente es súper emocionante, y dan ganar de meterse en esta iniciativa y que realmente puede funcionar, si solamente es transmitir un sentimiento, y lo agradecemos mucho como liceo y como estudiantes”.

Así, el objetivo de esta versión de las charlas “Pasión de leer” se cumplió a cabalidad en la reunión de este lunes en el Liceo Eduardo de la Barra: proponer un acercamiento a los libros desde la emoción, y no como lo ha estado haciendo hasta ahora la educación escolar, que funciona desde la obligación.

“Porque yo creo que tenemos que reconocer que hasta ahora hemos fracasado -afirmó Warnken-, hemos fracasado en términos de la difusión y la promoción de la lectura. Hay que ser honesto; cuando uno fracasa y lo mejor que uno puede hacer es decir por qué fallamos, y ahí hay que tener la capacidad de conectarse a las grandes fuentes. Volver a leer a la gran Gabriela Mistral, que es una gran inspiradora, que tenía muy claro este tema. Ella dice: no coloquéis sobre la lengua viva la palabra muerta; o sea, no coloques sobre la lengua viva de los niños la palabra muerta. El riesgo es estar en estos momentos transmitiendo una palabra muerta. Y eso tiene que ver con un sistema atrapado hoy día por lo que yo dije antes: el pensar calculante. Con mucha esperanza me voy, porque además se acercaron los jóvenes al final a hacer preguntas interesantes; o sea, hay un diálogo, no es que hicimos el loco aquí y transmitimos algo que no tocaba los corazones. Yo creo que sí los tocamos”.