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Educación para la infancia requiere de un nuevo enfoque pedagógico

24 Octubre 2014

Interesantes reflexiones y conclusiones arrojó seminario organizado por la Escuela de Educación Parvularia en el que participaron destacados especialistas y autoridades.

La necesidad de abordar los procesos formativos de la primera infancia desde un enfoque mucho más exploratorio y menos inductivo, para fomentar así el desarrollo de aprendizajes significativos y las potencialidades propias de cada niño o niña, fue la principal conclusión a la que llegaron los académicos, especialistas y asesores que participaron en el seminario de reflexión y debate “Educación para la Infancia en el siglo XXI: desafíos pedagógicos, políticas públicas y reforma educacional”, que organizó la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso.

El encuentro, que se realizó en el auditorio de la Facultad de Medicina de nuestra casa de estudios, fue inaugurado por el prorrector Christian Corvalán y a él asistió más de un centenar de profesionales de distintas instituciones de atención a la infancia, además de autoridades, estudiantes, profesores de universidades de la región e invitados especiales.

En primer término, el seminario consideró las intervenciones del doctor en Ciencias Humanas y Sociales Alexandre Fernández Vaz, coordinador del Núcleo de Estudios e Investigación Educación y Sociedad Contemporánea de la Universidad Federal de Santa Catarina, y del doctor en Educación y profesor chileno en las universidades de Stanford y Lovaina, Carlos Calvo Muñoz.

Ambos expusieron sobre los desafíos que enfrenta la educación para la infancia. El primero de ellos se refirió a los conceptos y sentidos contemporáneos involucrados y sus implicaciones en la práctica pedagógica. En esa línea sostuvo que si bien en Occidente la infancia nunca antes había tenido tanto peso como hoy, también enfrenta nuevas interrogantes.

“Nuestra sociedad no siempre ha amado tanto a los niños. Hoy son sujetos reconocidos, que cuentan con protección y derechos reconocidos; se estudian como una particularidad, a través de disciplinas específicas como la pediatría, la puericultura, la psicología de la infancia y la educación parvularia. Pero, al mismo tiempo, son sujetos en base a los cuales ha surgido una industria y una cultura particulares apalancadas en el consumo, que están redefiniendo su rol y el de la familia”, afirmó Fernández Vaz.

Por su parte Carlos Calvo aludió a los retos y miradas de los procesos educativos y escolares. Al respecto argumentó que el proceso de enseñar no tiene por qué resultar siempre bien, porque es intrínsecamente complejo, y que en vez de aceptar esa realidad, en general los educadores o los encargados de formular políticas públicas intentan luchar contra ella en vez de asumirla como parte de la tarea.

“Por eso la invitación es a intentar simplificar esa complejidad. La escuela debiera parvularizarse, en el sentido de orientar su labor a hacer que los niños aprendan como sienten que deben aprender y no como los adultos queremos que lo hagan. Los procesos educativos son paradojales. Los niños necesitan respuestas, pero no las de la ciencia, esas tiene que descubrirlas ellos mismos. Hay que fomentar en ellos la observación, la reflexión, ponerlos a prueba e inculcarles el estudio para aprender, no para obtener una nota o aprobar”, sentenció el académico chileno.

Las intervenciones de ambos académicos e investigadores fueron moderadas por Marina Grabivker, doctora en Cultura y profesora de la Escuela de Educación Parvularia UV.

Institucionalidad

La segunda parte del seminario abordó el tema de la nueva institucionalidad de la Educación Parvularia en nuestro país, mediante las presentaciones de la vicepresidenta nacional de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), Desirée López de Maturana; la coordinadora nacional de Educación Parvularia del Ministerio de Educación, Marisol Verdugo, y la coordinadora regional del Consejo Nacional de la Infancia, Alejandra Nielsen Molina, quien actuó como moderadora.

Las exposiciones giraron en torno a las consideraciones de la Ley 20.529 que establece el Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Escolar, que oficializa la creación de una superintendencia, un consejo y una agencia destinados a fiscalizar, aprobar y evaluar la normativa, planes curriculares y procesos de aprendizaje, respectivamente.

En ese entendido, Marisol Verdugo habló sobre los tres ejes de la reforma de educación parvularia: institucionalidad, cobertura y calidad, señalando que ellos apuntan a ordenar funciones, ampliar ofertas y mejorar condiciones pedagógicas y oportunidades de aprendizaje de los niños. Para que eso se concrete, enfatizó, en Chile se requiere generar -en paralelo- un cambio cultural que contribuya al cumplimento de las disposiciones contenidas en dicho cuerpo legal.

Sus dichos fueron complementados por la vicepresidenta nacional de Junji, quien dio cuenta de los objetivos y metas definidos para la educación de la primer infancia, especialmente en lo referido a la expansión de la cobertura, a través de la construcción de 4.500 salas cuna y 1.200 niveles medios a nivel nacional; fortalecer los procesos formativos y de liderazgo pedagógico, y mejorar las herramientas de control para la gestión administrativa y técnica de los equipos humanos involucrados en ellos.

Coherencia

El seminario concluyó con la intervención de la directora de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso, María Irma Bustos, quien junto con agradecer a los expositores y público su asistencia, hizo un llamado a continuar trabajando para avanzar en las materias analizadas.

“La Educación Parvularia hoy se presentan sumamente coherente con la comprensión de la infancia. Sin embargo, no logran expresarse en las prácticas educativas actuales ni en las directrices que se definen para este nivel, en diferentes instancias de gestión. La competencia, el individualismo, el aprender `bancario’ y estático, el temor, el estrés, los déficits y el énfasis en el “rendimiento”, se han instalado ya no solo en la educación básica, sino, en muchos de nuestros espacios educativos”.

Por ello invitó a las autoridades y educadores del país a seguir impulsando los mecanismos que permitan garantizar una educación que fomente las potencialidades de los niños y niñas y su capacidad de aprender.