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En la UV fue presentado Informe de Desarrollo Humano 2015 del PNUD

19 May 2015

“Los tiempos de la politización” se denomina el documento, que cumplió su primera presentación fuera de Santiago.

El Informe de Desarrollo Humano 2015 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, fue presentado hace unos días en Santiago, y este martes se dio a conocer por primera vez en regiones, inaugurando el año académico del Instituto de Sociología de la Facultad de Humanidades de la UV. La versión de este año se titula “Los tiempos de la politización”.

Es ya una tradición para la unidad académica la presentación de este informe, que este año plantea que el país está inmerso en un debate profundo acerca de lo que puede decidirse en sociedad, qué país queremos, qué cambiar, qué mantener y quién y cómo se deben tomar las decisiones colectivas. Al hacer entrega del informe en Santiago, el representante residente del PNUD en Chile, Antonio Molpeceres, señaló que “es una invitación a una conversación colectiva. Discernir qué caminos son los más deseables y los más viables para construir el desarrollo humano requiere de una deliberación social amplia, a la cual esperamos se sumen la mayor cantidad de ciudadanos”.

En Valparaíso, el informe fue presentado por doctor Rodrigo Márquez, coordinador del Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, académico del Instituto de Sociología de la UV. Respecto de qué significa el título, explica que los “tiempos de politización” corresponden a “un momento país en el cual, desde nuestra perspectiva, lo que está en disputa es justamente sobre qué se puede decidir colectivamente, quién puede tomar las decisiones, de qué manera se deben tomar las decisiones colectivas. Y eso en distintos ámbitos de lo social. En el fondo, por decirlo de otra forma, es un momento en el cual distintos campos tienen una pugna por los límites de lo que es posible y lo que es deseable”.

Lo político, no la política

Respecto de cómo se apunta a las soluciones de los temas planteados, explica Márquez: “Nosotros decimos que el desafío está en lo político, no en la política. La política es el momento institucional en que se toman ciertas decisiones. Lo político es una discusión mucho más amplia, en que todos los actores involucrados, en distintas disputas, los ciudadanos también, debiesen tener algo que decir en esa disputa. Nosotros creemos que lo importante para asumir este momento -un momento de oportunidades y no un momento de amenazas- es que cada vez más actores se puedan sumar a la deliberación que requieren todos los temas que están abiertos. En el fondo, por decirlo de una manera simple, hay que preocuparse por ampliar la mesa donde se deliberan los asuntos públicos, pero también hay que potenciar el deseo y la capacidad de los distintos actores por sentarse a la mesa”.

En cuanto a cómo se convoca a esa mesa de debate, y qué papel podría tener en ello el gobierno, el doctor Rodrigo Márquez señala: “No es un tema de gobierno o no gobierno. Estos fenómenos van más allá de los gobiernos. Lo que pasa es que las instancias son múltiples, y los actores que pueden movilizar estas discusiones, estos debates, son también distintos. Hay que pensar que buena parte de los fenómenos que dan pie a este diagnóstico tiene que ver con la acción de los movimientos sociales, no de los gobiernos. Entonces podemos señalar que los actores que movilizan esta agenda son múltiples”.

Lo que sí es importante, añade, “es que los distintos actores puedan observar a los demás. No pensar que trabajan aisladamente, o que actúan en un espacio donde no hay otro. Sí hay otro, y muchas veces lo que nuestro informe muestra es que los distintos actores no observan la distancia entre uno y otro. Por ejemplo, la élite del poder no observa su distancia con respecto a la ciudadanía, pero tampoco los movimientos sociales observan su distancia respecto de la ciudadanía. Distancias que hay que observarlas para trabajarlas; es decir, para ir al diálogo, para ir con propuestas a ese diálogo, y hacer la deliberación que hay que hacer. Nosotros decimos que este es un proceso abierto, pero sus resultados no son garantizados. Es decir, lo que resulte de esa deliberación es algo que está por verse”.

El llamado entonces, finaliza, “es a involucrarse. De diversas maneras: no hay sólo una manera de involucrarse. Pero hoy día, los signos de los tiempos muestran que si uno quiere que las cosas cambien, tiene que involucrarse. Y al mismo tiempo, si quiere que las cosas no cambien, también tiene que involucrarse. Entonces el llamado es ése: a involucrarse de diversas maneras en estos debates, insistimos, viendo este tiempo como un tiempo de oportunidad, no solamente como un tiempo de amenaza. Nosotros creemos que es de oportunidad, porque que la gente se involucre en estos debates es hacer que la gente se sienta sujeto constructor de la vida que desea, y eso es desarrollo humano”.