Durante la ceremonia se entregaron distinciones a exalumnos, académicos y funcionarios.
Diez años celebró la Escuela de Teatro con una ceremonia realizada en la Sala Negra que contó con la presencia de la seremi de Cultura, Nélida Pozo, junto a académicos y estudiantes, quienes repasaron la historia de unidad que inició sus actividades académicas en 2005, luego que el decreto que permitiera su apertura y funcionamiento se diera a conocer un año antes.
El director de la Escuela, Cristián Figueroa, explicó que la celebración “es un hito muy importante, porque si bien la escuela surgió al amparo de la Facultad de Arquitectura, de alguna manera es la continuidad de lo que fue la Escuela de Teatro de la Sede de la Universidad de Chile en los años 60 y 70. A pesar de las dificultades que tiene la educación pública y la formación artística, tener una escuela de teatro en el centro de la ciudad que se articula con otras escuelas e instancias culturales en Valparaíso, es fundamental”.
“Más que celebrar, estamos recordando, conmemorando logros alcanzados. Tenemos muchas metas por alcanzar, estamos contentos, pero no conformes. Nuestro objetivo es la consolidación, pero la Escuela no se proyecta sola, lo hace dentro de una comunidad que es la UV, con la ciudad de Valparaíso. Como escuela tenemos muchos proyectos, como la formación de postgrado y consolidarnos como un polo importante de formación artística a nivel nacional”, agregó.
Durante la ceremonia se entregaron distinciones a exalumnos destacados, entre los que estuvieron Carlos Machuca, Cristián Romo, Marco Trigo y Stephanie Bolomey, quien destacó “la importancia de que una Escuela de Teatro cumpla diez años en una universidad estatal. La defensa de la educación también se vincula al conocimiento generado desde el arte, eso hace que verdad exista un universo educacional que defiende y busca darle armas al Estado”.
“Es bonito ver cómo se construyó la Escuela y haber sido parte de esa historia como dirigente del centro de estudiantes de la época. Saber que ahora es un proyecto afiatado y claro respeto de lo que se quiere de una carrera de teatro en Valparaíso, es reconfortante. El proyecto de la escuela tiene que vincularse a la ciudad de Valparaíso como foco cultural de la región, construyendo hacia la sociedad, hacia la gente, no aislándonos como artistas, sino como entes críticos de la sociedad, constructores de discursos”, añadió.
Otro de los distinguidos fue el ahora exprofesor Carlos Díaz, para quien la oportunidad fue “un encuentro entre todos los que formamos parte de la Escuela. Es relevante mantenernos vinculados. Yo vengo más por cariño que por una obligación, al igual que mis colegas, y para los egresados es muy importante que se les considere, porque salir de la escuela es cortar un lazo muy importante”.
La seremi de Cultura, Nélida Pozo, señaló que “cuando salió el decreto de creación de esta Escuela para todos fue una gran noticia, porque si algo Valparaíso no tenía era una escuela de teatro en la educación pública que pudiera formar actores, ya que la mayoría de nuestros estudiantes tenían que irse a Santiago, eso fue un impacto importante para la ciudad. Es muy relevante el aporte que durante estos diez años ha entregado la Escuela de Teatro a la ciudad y la región, en especial, por la conformación de elencos y la construcción de audiencias, aspectos claves en el fortalecimiento de la actividad cultural, lo que nosotros desde el Consejo estamos apoyando de forma permanente”.
Temporadas teatrales, seminarios, talleres y una extensa actividad de vinculación con el medio con Valparaíso y la región, son algunos hitos que marcan esta primera década de la Escuela, la que esperan proyectar con la formación de postgrado en el área artística y la presencia de académicos e investigadores extranjeros.
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