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Método estadístico revela patrones alimentarios de niños chilenos

29 May 2015

Académica de la Facultad de Farmacia estudia los patrones de alimentación que siguen los niños chilenos y que les provocan obesidad.

La nutricionista Catalina González, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Valparaíso, realiza una investigación pionera en Chile. Su estudio intentará establecer, a través de análisis de conglomerados y modelos estadísticos y epidemiológicos, los patrones alimentarios de los niños de nuestro país y su relación con la alta prevalencia de la obesidad, que afectan a los menores.

“Los patrones alimentarios obtenidos a través de métodos estadísticos solo han sido estudiados en países desarrollados como Inglaterra y Estados Unidos, y en Latinoamérica México y Brasil comparten la experiencia”, advirtió la especialista.

La profesora González, quien actualmente realiza su tesis de doctorado en el área de Nutrición y Salud Pública (U. de Chile), que incluyó una pasantía de especialización en el Instituto de Medicina Social de la Universidade do Estado do Rio de Janeiro, Brasil, aplica este tipo de análisis con el objetivo de identificar los patrones alimentarios a los que tiende la población infantil, en base a análisis de datos secundarios extraídos de la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA 2010-2011).

Si bien el estudio está en etapa de análisis y por lo tanto falta aún para obtener los resultados finales de la investigación, la nutricionista adelantó que la alimentación de los niños chilenos está “bastante alterada”.

Catalina González sostuvo que “de acuerdo a los resultados que he obtenido hasta el momento, los alimentos procesados son los que más se consumen. Éstos son ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y sodio. Por lo tanto, se relacionan de manera importante con la obesidad”.

Agregó que si bien aún existe un segmento de la población infantil que tiene acceso a una alimentación tradicional chilena (pocos alimentos procesados, abundante consumo de alimentos naturales y una dieta rica en leguminosas), en general, los hallazgos muestran que la dieta consumida presenta un alto consumo de bebidas gaseosas, pan y pastas, es decir, es rica en carbohidratos y energía. “Por lo tanto, también se podría asociar a la mala nutrición por exceso”, afirmó la profesional.

El problema de la obesidad se ha definido a nivel mundial como la pandemia del siglo XXI “y Chile tiene la cifra de obesidad infantil más alta de los países latinoamericanos”, aseguró la académica.

“En Chile cuando se habla de patrones alimentarios se dice: ‘Los chilenos comen poco pescado, consumen mucho pan y bastantes bebidas azucaradas’, pero es un argumento muy general. En cambio, con la metodología que estamos aplicando se pueden obtener resultados fidedignos de lo que consume el grupo etario estudiado, y eso no se había hecho hasta ahora en el país. Además, se abre una nueva línea de investigación para estudiar la alimentación de la población chilena y su relación con las enfermedades crónicas no transmisibles y la obesidad, con parámetros validados científicamente”, concluyó Catalina González.