Director Claudio Oliva destacó valores tradicionales de respeto a la diversidad y tolerancia que caracterizan al centenario plantel. 85 jóvenes recibieron su certificado de egreso.
Como una fecha muy importante para la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, calificó el director del plantel, Claudio Oliva Ekelund, la ceremonia de despedida y premiación de egresados de 2014, que se realizó recientemente en el Aula Magna Victorio Pescio de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, pues este grupo de jóvenes constituyó la generación centenaria del plantel, desde su fundación, hace 104 años.
El solemne acto, al que asistieron más de 600 personas, estuvo encabezado por el presidente de la Junta Directiva de la Universidad de Valparaíso, Gerardo Donoso; el decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Alberto Balbontín; el director de la Escuela de Derecho, Claudio Oliva, y el presidente del Colegio de Abogados de Valparaíso, Waldo del Villar Mascardi.
Asistieron además autoridades centrales de la universidad; miembros del Directorio de la Fundación Escuela de Derecho UV; del Centro de Ex Alumnos del plantel; la mesa directiva del Centro de Estudiantes de Derecho UV; profesores, abogados, familiares de los egresados e invitados especiales.
En su intervención, el director Claudio Oliva felicitó a los egresados y sus padres, “por haber conseguido una meta importante, que es aprobar la totalidad de las asignaturas que incluye nuestro plan de estudios y quedar a las puertas de la licenciatura”.
En particular, reconoció la labor de los padres de los egresados, señalando que “merecen una felicitación aparte, porque con su propio esfuerzo han tenido mucho que ver en el éxito de sus hijos, en un país donde por desgracia, las oportunidades para acceder a una buena educación son escasas y para obtenerla, el esfuerzo de los padres es muy relevante”.
Asimismo, el director reparó en que esta fecha “es muy importante para nuestra institución porque estamos despidiendo a la centésima generación que egresa de esta casa de estudios”, recordando que la primera generación que egresó de esta Escuela de Derecho lo hizo en 1915, después de 5 años de su fundación (1910), por lo tanto, acotó, “estamos viviendo la culminación de la celebración de nuestro centenario”.
El profesor Claudio Oliva reflexionó sobre el futuro de la institución, pues comentó que “con 104 años de edad a cuestas, se ve enfrentada a dos grandes riesgos, entre otros: primero, el anquilosamiento, producto del enclaustramiento en la nostalgia, lo que conduce a mantener invariable nuestro modo de ser y, el segundo, la tentación de una transformación que rompa por completo lo que hemos sido en el pasado”.
“A mi juicio, prosiguió, lo deseable es un punto de equilibrio: el rescate de nuestra identidad, lo mejor de nuestra tradición y a la vez la reforma permanente e incesante”.
Manifestó que lo mejor de la historia de la Escuela de Derecho UV, “son nuestros principios fundacionales, que apuntan a la reivindicación de la libertad de disentir y el aprecio por la diversidad. Esta casa se fundó para que todos los integrantes de su comunidad puedan siempre disentir sin tener jamás temor por verse expuestos por ello a absolutamente ninguna consecuencia negativa. Esto es lo mejor de nosotros y lo que tenemos que preservar”.
Claudio Oliva destacó que “en nuestra comunidad hay personas que tienen distintas percepciones sobre el derecho, filosóficas religiosas -o la ausencia de ellas-, morales, económicas y sociales, y me siento muy feliz de ello”; agregando que “la diversidad también tiene otras expresiones, y aunque nunca se había explicitado, creo que es hora de decirlo, esta Escuela tiene también una antigua y pionera tradición de respeto por la diversidad sexual”.
“Pero a la vez, explicó el director, debemos ser reformistas sin cesar; el mundo es aún muy imperfecto como para ser conservadores. La reforma permanente es la única vía razonable y nuestros egresados de hoy son una expresión de ello, porque fueron formados íntegramente con nuestro nuevo plan de estudios”, recordando que a partir de 2010, “se puso en práctica un nuevo plan de estudios que supuso un progreso considerable del que teníamos hasta entonces”.
Finalmente, resaltó otras cualidades que caracterizan a esta Escuela de Derecho, como el rigor académico; la responsabilidad con lo público y la inclusión.
Luego intervino el presidente del Colegio de Abogados de Valparaíso, ex alumno y profesor por más de 20 años de esta Escuela, Waldo del Villar Mascardi, quien señaló a los egresados que “podrán desarrollarse con éxito en su futuro profesional y en diversas facetas, gracias a la impronta y sello de excelencia de esta Escuela”.
“En esta profesión que parece ser tan individualista, en realidad estamos invitados a apoyar y a servir a una serie de partícipes; podemos preocuparnos de la función pública y de devolver a la sociedad lo que ésta nos ha dado, que es la oportunidad de ser abogados”, reflexionó el directivo gremial.
Waldo del Villar puntualizó que “han elegido la profesión más bella y difícil, pero podrán gozar de cada uno de los actos que realicen en favor del prójimo, porque el derecho es una amplia gama de oportunidades diarias de poder servir”.
Finalmente intervino el egresado René Jara, en representación de la promoción 2014, quien señaló que “nunca me arrepentiré de haber cursado los estudios en esta ciudad, puesto que representa un sinfín de buenos recuerdos por la diversidad y las múltiples diferencias, que es la riqueza de Valparaíso”.
Además, agregó que “el orgullo más grande que significa egresar de esta casa de estudios, es haber pertenecido a un grupo de generación que desde la humildad, el desinterés y la proactividad, dio vida a agrupaciones que promueven una visión crítica de la sociedad, y que desplegaron en forma activa en distintas áreas de interés”, nombrando por ejemplo al Piquete Jurídico, Escuela Sindical, Colectivo “Se me rompió el condón”; Centro de Estudios Victorio Pescio; grupo Cine y Derecho; Centro de Estudios de Derecho Animal; Grupo de Derecho Ambiental y Grupo de Artes Marciales, ente otros.
René Jara sostuvo también que “una de las improntas que dio mayor carácter a esta generación, fue haber participado activamente en todo el agitamiento social que significó el período de movilizaciones estudiantiles”.
Premiación
En la ceremonia, se entregó el certificado de egreso y el documento “Los mandamientos del abogado”, a un total de 85 jóvenes que cursaron con éxito las 54 asignaturas de pregrado que contempla el programa académico para optar al grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas.
Asimismo, el presidente del Colegio de Abogados de Valparaíso, entregó el Premio al Mejor Licenciado 2014, distinción que recayó en Saúl Cancino Ahumada, por su óptimo rendimiento académico durante los años de estudios de pregrado, en su examen de licenciatura rendido durante 2014 y en su memoria de grado.
También se distinguió al mejor egresado 2014, por lograr el mejor promedio en todas las asignaturas de pregrado, sin reprobar ninguna de ellas. El merecedor de este reconocimiento fue Ignacio Contreras Bianchi.
Además, el Centro de Ex Alumnos de la Escuela de Derecho UV premió a la egresada Nancy Valenzuela Méndez, por haberse destacado durante toda su trayectoria como estudiante, en el apoyo de actividades de extensión, de promoción y difusión de este plantel, demostrando siempre un gran compromiso, liderazgo, responsabilidad y seriedad en cada iniciativa en la que ha participado.
El acto contempló también la entrega de premios a los egresados con mejores calificaciones por disciplinas, agrupadas en los distintos departamentos de la Escuela de Derecho, concentrándose los reconocimientos en los egresados Alan Ramírez Pino; Carolina Castillo Álvarez; Ignacio Contreras Bianchi y Andrés Salazar Acevedo.
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