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Fue presentado el libro “Lucidez del abismo”, de Pierre Jacomet

05 Agosto 2015

Es el sexto título de la colección Pensamiento de la Editorial UV.

Con una masiva asistencia, la Editorial de la Universidad de Valparaíso presentó “Lucidez del abismo”, de Pierre Jacomet, en una ceremonia realizada en el foyer del Teatro Municipal de Viña del Mar. El libro, el sexto correspondiente a la colección Pensamiento, fue presentado por el director del sello editorial, Cristián Warnken, y el periodista Pedro Pablo Guerrero, de Artes y Letras del diario El Mercurio de Santiago.

La presentación contó con la presencia de María José Jacomet, hija del autor, quien hizo algunos comentarios durante la ceremonia. Asistieron también el rector de la UV, Aldo Valle; la concejal Eugenia Garrido, y el director del Departamento de Cultura de la Municipalidad de Viña del Mar, Juan Esteban Montero.

En la ocasión, se exhibió parte de una entrevista que Cristián Warnken hizo a Pierre Jacomet en televisión, en mayo de 2008, meses antes de su deceso. Allí reflexionaba respecto de la muerte.

La tristeza, la muerte, la alegría y la amistad

En este libro el autor toma la posta del creador del ensayo, Montaigne, y nos hace partícipes del placer de “pasear” por los más diversos temas, con soltura, profundidad y levedad al mismo tiempo. La tristeza, la muerte, la alegría y la amistad son algunos de los temas visitados por este ensayista que cultivó el amor por los libros y que fue fiel a una irreductible esperanza. La lectura de “Lucidez del abismo” parece una conversación entre iguales, cómplices de la misma fragilidad y de la misma extrañeza.

Al inicio, el libro incluye una nota de Jacomet, fechada en 2003 en Reñaca: “Esta desigual compilación de apuntes debe ser breve y no puede ni intenta ser erudita. De ahí que haya evitado, en la medida de lo posible, referencias literarias y aclaraciones que otorgarían pesadez a notas cuya imprudente pretensión es ser fáciles y amenas. Para quienes deseen investigar con más detenimiento mis fuentes y los temas tratados, he agregado una copiosa bibliografía al final”.

“Yo lo conocí como periodista —señaló Pedro Pablo Guerrero—, me tocó entrevistarlo cuando publicó el primer tomo de los ensayos de Montaigne; lo conocía de antes, pero me tocó conversar largamente con él a raíz de ese libro. Me hubiera gustado conocerlo más, lamentablemente vivía acá en Reñaca, y yo en Santiago, entonces no pudimos conversar tanto. Pero las veces en que él iba a Santiago siempre nos reuníamos, nos tomábamos un café, conversábamos de libros”.

Añadió el periodista que “yo lo consideraba casi un colega, porque estaba más al día que yo, era una persona que siempre leía. No tenía que esperar las traducciones, como habitualmente tiene que esperar uno: él encargaba los libros, los compraba directamente y los leía en su idioma, en español, en italiano, en francés, en inglés, tenía esa ventaja. Pero además era un hombre profundamente amante de la lectura, y no por una erudición. Él siempre resaltó algo: que él no era erudito en literatura, sino que simplemente él buscaba la sabiduría a través de la literatura. Entonces, tenía esa sensibilidad humanista que se ha perdido en la lectura. La lectura de hoy es, por un lado, mucho por snobismo, eso sin duda, decir ‘me acabo de leer el último libro de tal persona’, pero también hay una deshumanización, un gusto de la lectura por la forma, por la moda, que en el caso de Jacomet no funcionaba; él trabajaba por otros parámetros, él leía realmente por placer. Y lo mejor de todo: era capaz de transmitir ese gusto por la lectura. Yo creo que él hizo mucho por la difusión de la lectura en Chile, y por la difusión de autores extranjeros que acá no se conocían”.

Al comentarle que quizá hacen falta más Jacomet, Guerrero señaló: “Yo creo que sí. Lo que pasa es que para conseguir un Jacomet necesitas décadas y décadas de lectura, décadas y décadas de ensayo, porque era una persona que permanentemente escribía, que permanentemente leía, y eso no se forma de un día para otro. Él afortunadamente pudo dedicar la última parte de su vida a hacer esto que tanto le gustaba, pudiendo haberse dedicado a cualquier otra cosa. Él tuvo negocios, tuvo empresas, y su enfermedad yo creo que por un lado fue una maldición, porque finalmente lo complicó mucho, pero por otro lado le permitió adquirir una sabiduría para enfrentar la muerte que lo ayudó a ser un lector sensible, un lector pendiente, como él decía, del abismo, de las cosas verdaderamente importantes al final de tu vida”.

“Lucidez del abismo” será presentado nuevamente en Santiago, el viernes 28 de agosto, a las 20:00 horas, en Librería Lolita, ocasión en la que Cristián Warnken conversará con el periodista y autor del prólogo del libro, Francisco Mouat.


[b]Datos biográficos[/b] Pierre Jacomet (Valparaíso, 1933-2009) fue un lector incansable desde la infancia. Pianista dotado de una excelente técnica, grabó obras de Stravinsky, Ramírez Ávila y Bach. Vivió en Buenos Aires, Nueva York y París, donde fue miembro del Institut d’Orient. Como traductor, sobresale su edición anotada de los Ensayos de Montaigne, la cual fue publicada parcialmente y que será editada íntegra por la Editorial UV. Padeció una rara forma de cáncer —que limitó su interpretación musical—, conocida como Síndrome de Von Hippel-Lindau, sobre la cual investigó largamente y publicó el libro “La enfermedad de Von Hippel-Lindau, una grave dolencia presente en las distintas especialidades médicas”, galardonado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, California. Entre sus publicaciones destacan “Un viaje por mi biblioteca” y “Cien autoras y autores de hoy”.