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De Quilpué y Santiago son los colegios semifinalistas del Torneo de Debate Filosófico

07 Octubre 2015

Los cuatro colegios deben enfrentarse entre ellos para definir a los dos finalistas, que competirán por el triunfo en noviembre próximo.

Los colegios Liahona de Belloto (Quilpué), Liceo José Victorino Lastarria (Providencia), Fundadores de Quilpué e Instituto Nacional José Miguel Carrera (Santiago), son los que compiten en la etapa semifinal del Torneo de Debate Filosófico, que por segundo año consecutivo organiza el Instituto de Filosofía de la Universidad de Valparaíso.

En esta versión, la primera de nivel nacional, partieron compitiendo ocho colegios del Gran Valparaíso, San Antonio y Santiago. La final se realizará en noviembre, en fecha por confirmar.

¿Se puede argumentar con pasiones?, ¿se pueden justificar argumentativamente las pasiones?, ¿las comunicaciones actuales mejoran la interacción de la gente?, ¿es útil y constructivo el odio? y ¿hay que creerles a los científicos?, han sido las preguntas que los estudiantes han debido responder, sosteniéndolas con argumentos lógicos.

Convocado como un espacio que no sea un ejercicio retórico, de simple argumentación, sino un ejercicio en que el contenido es lo más importante, el Torneo de Debate Filosófico permite a los grupos escoger la postura que quieren defender, sin importar si los contrincantes defienden la misma tesis. Lo que importa son los argumentos utilizados, que tienen que responder a la metodología filosófica.

Andrés Bobenrieth, académico del Instituto de Filosofía UV, uno de los organizadores del evento y miembro del jurado, explica que “la idea que tuvimos ya desde el año pasado, es la importancia de mejorar la calidad de la discusión, y que la gente se dé cuenta de que la discusión a nivel nacional no debe ser simplemente plantear una posición, sino la profundidad de los planteamientos. Por eso enfatizamos lo de debate filosófico: no es simplemente saber debatir bien, hablar bien, sino lo importante es tener una visión de contenido y que realmente aporte a la sociedad”.

Respecto de cómo esta actividad acerca la filosofía a las personas, Bobenrieth indica que “sin duda, es una cosa muy importante. La gente piensa que la filosofía no está ya, y está en la base de muchas cosas. En Chile, por ejemplo, la discusión sobre si la educación es un derecho, en el fondo es una discusión filosófica: ¿es un derecho o es algo que uno recibe como un servicio? En ese sentido, la gente se ha dado cuenta de esas cosas que parecen muy etéreas y las terminan aterrizando en cosas muy importantes en el día a día de las personas. Por eso las discusiones filosóficas pueden parecer largas, pero en el fondo apuntan generalmente a cosas de esa envergadura, que afectan la vida de las personas a largo plazo. Y en algún momento hay que pensarlas, y en esta sociedad últimamente nos hemos dado cuenta de que hay que pensar cosas importantes”.

Alumnos entusiasmados

Los alumnos de enseñanza media de distintos establecimientos, guiados por sus profesores de Filosofía, han participado con entusiasmo en las sesiones de debate.

Francisca Jamett, alumna de cuarto medio del Colegio Liahona, integra el mismo grupo que el año pasado resultó vencedor del torneo. Para ella, el certamen “es súper importante. Nosotros aprendimos muchísimo el año pasado, porque estar parado ahí, debatiendo, te entrega mucha confianza, y además uno aprende mucho en el proceso, mucho”.

Sobre si siempre le ha gustado la filosofía, la estudiante indica que “de hecho, no. Pero en tercero medio le agarré mucho el gusto, además que la profe de nosotros es ‘seca’, uno siempre cree en sus profes. Pero con el torneo uno va aprendiendo muchas más cosas y se va inculcando mucho más el arte de la filosofía”.

En cuanto a lo que significa haber ganado el año pasado, señala: “No íbamos a venir diciendo ‘vamos a ganar’. O sea, uno siempre tiene la convicción de que puede, y así pasó el año pasado, porque trabajamos harto, y esperamos que este año también pase lo mismo, porque la pasamos súper bien en el transcurso de la competencia y aprendimos muchísimo”.

Por su parte, Tomás Alonso Figueroa, estudiante de cuarto medio del Liceo Lastarria, de Providencia, expresa que “participar en este torneo, además de ser una instancia única que pocas veces se da, tiene una importancia bastante pedagógica, en el sentido que desarrollamos un sentido crítico a cómo nosotros vemos las cosas. Es decir, qué entendemos por amor, qué entendemos por odio, qué sentimos en cuanto a estos dos conceptos que muchas veces utilizamos en la cotidianidad pero jamás nos hemos detenido a pensar en qué consisten. Entonces, torneos como éste sirven tanto a corto como a largo plazo”.

Acerca de su gusto por la filosofía, el alumno indica: “La verdad es que como uno siempre tiene Filosofía en tercero medio, yo llegué y fue como de frentón. O sea, nunca me habían hecho este tipo de preguntas, este tipo de metodología para la filosofía, y la verdad es que sí, me agradó bastante en tercero medio, y ahora en cuarto medio, con el mismo profesor, sigo queriendo el ramo”.