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Crean prototipo que reduce el riesgo de corte de energía ante eventos meteorológicos extremos

29 Abril 2016

Innovador proyecto fue realizado por investigadores del Departamento de Meteorología y el CIMFAV de la UV.

Las Facultades de Ciencia y de Ingeniería de la Universidad de Valparaíso desarrollaron en forma conjunta un innovador instrumento que permite pronosticar sectores de riesgo de corte del suministro eléctrico en la región.

El prototipo es un sistema georeferenciado de pronóstico de riesgo para la distribución eléctrica asociado a eventos meteorológicos extremos y fue realizado por investigadores del Departamento de Meteorología y del Centro de Investigación y Modelamiento de Fenómenos Aleatorios-Valparaíso (CIMFAV). Se trata de un proyecto INNOVA CORFO que tuvo una duración de tres años.

A la ceremonia de clausura del proyecto asistieron el director general de Planificación y Desarrollo UV, Esteban Sefair, en representación del rector Aldo Valle; el seremi de Energía de Valparaíso, Jorge Olivares; los decanos de las Facultades de Ciencia e Ingeniería, Juan Kuznar y David Jamet, respectivamente; la directora del proyecto y académica de la Facultad de Ingeniería, María Soledad Torres; y la directora del departamento de Meteorología e investigadora del proyecto, Ana María Córdova, junto a académicos, investigadores y representantes de la empresa Chilquinta.

La ceremonia contó con la participación del académico de la Escuela de Ingeniería Civil Oceánica Patricio Winckler como conferencista invitado, quien presentó la charla “Eventos extremos: Una mirada desde la ingeniería marítima”.

Tal como lo explica la doctora Córdova, el proyecto surge por una solicitud de la empresa de energía eléctrica, que, preocupada por entregar un mejor servicio a sus clientes, buscaba encontrar la forma de pronosticar oportunamente los cortes del suministro eléctrico.

“Se contactaron con nosotros e hicimos un proyecto que tratara, con la carta meteorológica, de pronosticar, a través del viento, aquellos cortes de energía eléctrica y cuáles eran las zonas que tenían mayor probabilidad de sufrir las interrupciones. Este trabajo lo hicimos en el departamento de Meteorología en conjunto con el CIMFAV de la Facultad de Ingeniería. Ellos desarrollan este modelo de riesgo, donde toman el input de la parte meteorológica y le incorporan un modelo matemático de pronóstico de probabilidades”, explica la investigadora.

El seremi de Energía, Jorge Olivares, destaca que la alianza de los tres estamentos -la universidad, el Estado (a través del financiamiento de CORFO) y la empresa ptivada (en este caso Chilquinta)- ha permitido desarrollar un proyecto con un elevado potencial de innovación.

“Sabemos, por ejemplo, que un corte de suministro en el Merval genera problemas, que una interrupción de energía en el alumbrado público genera problemas. Por lo tanto, cualquier aporte que pueda hacer la universidad, desde la academia, para reducir el riesgo ante eventos meteorológicos complejos, nos parece súper interesante y es por eso que hoy vine a escuchar directamente el resultado de la investigación de este proyecto apoyado por Corfo y ejecutado por la Universidad de Valparaíso”, plantea.

Con respecto a los resultados presentados, el prototipo tiene un alto nivel de certeza —por sobre el 80 por ciento— y permite pronosticar tres días antes las zonas de mayor probabilidad de corte del suministro eléctrico ante un evento meteorológico extremo.

Finalmente, la profesora María Soledad Torres, directora del proyecto, afirma que “desde el punto de vista académico, los modelos matemáticos presentados son innovadores y representan un área de investigación con probabilidades propias. Desde el punto de vista aplicado, el trabajo con Chilquinta para nosotros ha sido significativo, porque ha permitido no solo trabajar en la prioridad, sino también en el desarrollo de la aplicación para problemas bien concretos, en este caso la interrupción eléctrica, lo que beneficia también a la comunidad, porque con este modelo la empresa puede adelantarse y prevenir situaciones de riesgo frente a eventos meteorológicos extremos”.

El proyecto, único en Chile, da respuesta a una problemática de la región, pero es perfectamente extrapolable a otras zonas del país, como también fuera de las fronteras nacionales.