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Expertos discutieron en la UV sobre si existe una filosofía chilena o una filosofía en Chile

18 Julio 2016

Coloquio fue convocado por el Centro de Estudios del Pensamiento Iberoamericano, CEPIB-UV, del Instituto de Filosofía.

Con el objetivo de discutir sobre el tema, ante la imposibilidad de zanjarlo, se realizó en el auditorio de la Facultad de Humanidades de la UV el coloquio “Filosofía chilena o filosofía en Chile, ¿cuál es la cuestión?”, organizado por el Centro de Estudios del Pensamiento Iberoamericano, CEPIB-UV, del Instituto de Filosofía de la casa de estudios.

El evento consideró la presentación del libro “La religión de un americano”, de Jenaro Abasolo (Cenaltes Ediciones, Viña del Mar, 2016), y el desarrollo de dos mesas de conversación. En la presentación del libro participaron Pablo Martínez, editor (PUC, UPLA); Francisco Cordero, editor (Inacap), y Martín Ríos, presentador (CEPIB-UV). Luego, se desarrolló la mesa 1, con Patricia González (Cepla-UPLA), quien expuso el tema “Filosofía chilena, notas para comprender tal adjetivación”, y Luis Urime (UFMA), con “Filosofía como cualquier filosofía: a propósito de la filosofía en Chile”; moderador fue Jaime Villanueva (CEPIB-UV). Finalmente, se desarrolló la mesa 2, con Alex Ibarra (UCSH-Fundación Millas), con “Filosofía chilena sin tachadura: importancia de la producción y el problema de la pregunta”, y Braulio Rojas (CEA-UPLA), con “Filosofía nacional o filosofía universal, ¿una cuestión de estilo?”; moderadora fue Pamela Soto (PUCV).

Filosofía local

Respecto de si se puede hablar de filosofía chilena o filosofía en Chile, Martín Ríos señala que “ese es un tema del que, diría yo, la tradición filosófica en Chile prácticamente no se ha hecho cargo. No lo zanjamos acá, ciertamente, pero al menos abrimos una suerte de ventana para esta discusión. Porque aunque parezca menor este asunto de una filosofía en Chile o una filosofía chilena, tiene alcances que creo dan razón, por ejemplo, de problemas epistemológicos y también políticos. Entonces, desde dónde comenzamos a hacer una filosofía a nivel local, por decirlo así”.

Pero, ¿es posible que haya una filosofía local, dado el eurocentrismo que predomina en América Latina? Ríos indica: “La filosofía tiene un origen ciertamente europeo, pero tiene hoy por hoy una expansión a nivel planetario. El tema es cómo efectivamente nos hacemos cargo de la filosofía, y ahí está el ámbito de la discusión: cómo en un continente como el nuestro la filosofía occidental ha sido recepcionada”.

Explica que “la recepción misma de la filosofía en América Latina es ya una forma de situarse en el ámbito de la discusión filosófica. Porque la discusión implica necesariamente una forma de institucionalización y por tanto de práctica filosófica al interior del continente. Ese es un poco el ejercicio. Para mucha gente en esta discusión la demanda parte por el tema de la originalidad del pensar, pero justamente esto de la originalidad en el pensar se topa con un problema filosófico, el tema de la metafísica. Es decir, esta recepción de la originalidad no es un problema propiamente, creo yo, latinoamericano, sino que es un problema europeo. Pero la recepción, y por tanto la lectura, de la cual uno tiene que hacerse cargo, no es un problema sino que es una problematización. Y en esa problematización lo que se hace es ungir una relectura de lo que hay. Y por otro lado, uno puede decir que está coincidiendo con Platón: finalmente la filosofía no es un problema sino un ejercicio de problematización, es un giro, es un corrimiento”.