Trabajo corresponde al ramo Desarrollo Personal II, dictado por la psicóloga Alicia Carrasco.
Una serie de trabajos de remodelación realizaron estudiantes de primer año de Ingeniería en Construcción en el hogar Don Guanella de Limache como parte de la asignatura Desarrollo Personal II, dictada por la psicóloga Alicia Carrasco bajo la metodología Aprendizaje + Servicio, que busca desarrollar en los alumnos las competencias de trabajo en equipo, lenguaje y comunicación, compromiso social y ética profesional.
Los estudiantes debieron detectar las necesidades del hogar por medio de un proyecto que incluyó metas y objetivos claros, junto a indicadores y verificadores, justificando la intervención y realizando acciones tendientes a obtener financiamiento para desarrollar las obras.
Al respecto, la profesora Alicia Carrasco señala que “la asignatura trata temas de Responsabilidad Social para tener alumnos que se vinculen y comprometan con las necesidades de su entorno a través del trabajo en equipo y de manera transversal con la formulación de proyectos. Trabajaron en la detección de necesidades en una situación de necesidad real para construir un proyecto que desde el inicio justificara toda su intervención”.
La académica agrega que “uno de los objetivos de la asignatura es dar el sello de la Universidad de Valparaíso, que los alumnos sean destacados porque tienen conciencia social, porque son comprometidos y capaces de ejecutar, automotivarse y trabajar en equipo, que es una habilidad que sirve para cualquier cargo. Es fácil motivar a los chicos cuando ven un impacto en su entorno, cuando se sensibilizan con las necesidades reales que tienen la comunidad y eso es distinto a trabajar en un nivel teórico”.
Aportar al conocimiento
Entre los trabajos realizados por los estudiantes se cuentan un pasillo techado, una pérgola, un cerco para evitar la acción destructiva de los conejos en el huerto, trabajos de pintura, mantención de ductos de ventilación y mejoramiento del portón del establo.
Cristián Valencia, integrante del grupo que construyó el pasillo techado, señaló que “cuando llueve en invierno la gente que transita por el sector que conecta la cocina con los comedores se moja. Entonces el objetivo de nuestro proyecto fue construir una estructura en base a pino oregón de 3x3 y láminas de zinc, que les permitiera resguardarse de la lluvia y transitar sin problemas por el lugar”.
Juan Luis Henríquez, representante del grupo que realizó los trabajos de pintura, señaló que “las habitaciones tenían muchos hongos y se necesitaba hacer un tratamiento a los muros. El proceso no fue fácil, pero al asociarnos al CFT de la PUCV pudimos contar con los recursos para realizar la obra. Es bueno que existan estas actividades porque entre todos nos ayudamos y aportamos el conocimiento de todos los compañeros”.
Mientras que Patricio Rodríguez, quien integró el grupo que reestableció el portón del establo, señaló que “este tipo de asignaturas son muy importantes, porque desde hace un tiempo hay prejuicios respecto de que los ingenieros eran sobrevalorados. Esto ayuda un poco a repensar el desarrollo del ingeniero y su labor social.
Afortunadamente esta actividad nos vincula a una muy pequeña escala a lo que sería nuestra carrera”.
En tanto, Rolando Contreras, religioso del hogar Don Guanella, señaló que “esta integración con los jóvenes universitarios es un signo muy positivo, porque no solo trabajaron de forma muy seria en sus intervenciones, sino que además se dieron tiempo para compartir con nuestros internos y eso lo valoramos mucho”.
Relacionados
