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“La Reforma Educacional está lejos de quitarle espacio al mercado”

19 Enero 2017

Afirma integrante de la nueva mesa directiva del Colegio de Profesores Eduardo González, exalumno de la UV.

Con la aspiración de apoyar “el desarrollo de una nueva acción sindical, propia del siglo 21”, el profesor Eduardo González, exalumno de la carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso, asume su trabajo como integrante de la nueva directiva del Colegio de Profesores de Chile.

González es profesor de Historia en el Liceo A-5 Mercedes Marín del Solar, en Macul, Región Metropolitana. Desde hace algunas semanas es parte de la mesa que representó a la lista “Disidentes unidos: somos fuerza, seremos cambio”, liderada por Mario Aguilar, que venció a una presidencia que ya llevaba nueve años en ejercicio.

“Ante todo —destaca González—, participar hoy en lo que se ha llamado la conducción del Colegio de Profesores es un proyecto colectivo que reúne a diversas voluntades y experiencias de lucha que están presentes al interior del magisterio”.

Espacio importante

Sobre su formación en la Universidad de Valparaíso, Eduardo González señala que “tengo una opinión positiva del Instituto de Historia. Fue un espacio importante en mi formación, particularmente en el ámbito del rigor académico, la mirada crítica y cuestionadora de la realidad y por los espacios organizativos que se dan en el ámbito estudiantil”.

—¿Qué importancia tuvo tu formación en la Universidad de Valparaíso en relación a tu interés por el trabajo sindical?

“Yo diría que básicamente el enfoque socio crítico promovido en el Instituto de Historia generó una comprensión estructural de los problemas que están a la base del mundo del trabajo. Junto a esto, los espacios de organización estudiantil generaron una mayor disposición a la necesidad de organizarme”.

—¿Cómo empezaste a moverte en el mundo sindical?

“La inserción en el mundo del trabajo docente me posibilitó vivir en carne propia la explotación y el agobio al cual se somete al magisterio. Ello generó la necesidad de comprender el origen y las eventuales salidas a estas problemáticas. Desde ahí entonces, en un inicio, de la mano de un conjunto muy reducido de colegas, nos dimos la tarea de estudiar mucho el sistema educativo que hoy tenemos, sobre teorías críticas de educación, legislación laboral, etcétera y, por cierto, asumir la tarea de crear organización en el mundo de las y los trabajadores de la educación. Para nosotros si el malestar es individual, la solución es colectiva.

”Fue así entonces como poco a poco asumí roles de representación en las escuelas, luego en el directorio comunal de Valparaíso del Colegio de Profesores, hasta la situación actual de dirección nacional del Colegio. Por cierto, esto no es el resultado de un trabajo individual; por el contrario, ante todo es un proyecto colectivo de años de trabajo que se materializa en la organización a la cual pertenezco: el Movimiento por la Unidad Docente, organización que hoy tiene una presencia nacional con varios dirigentes electos en el Colegio y en organizaciones sindicales de colegios particulares subvencionados y pagados”.

—¿Qué proyectos y objetivos tienes en la conducción del Colegio de Profesores?

“Defendemos con mucha fuerza la idea según la cual las y los profesores somos fuerza transformadora. Esto implica, evidentemente, reconocerse en otro paradigma teórico, alejado por cierto de la racionalidad instrumental que el actual sistema neoliberal promueve para el magisterio, que, como es sabido, reduce la práctica docente a una mera reproducción de conocimientos. Esto no quiere decir que no seamos conscientes de los límites de la escuela en un proceso de cambios; lo que queremos indicar es que siendo conscientes de estos marcos, es posible y urgente poner en práctica una mirada y accionar transformador del docente.

”Desde estas certezas, entendemos al Colegio de Profesores como un instrumento de transformación de nuestras propias prácticas (sindicales, pedagógicas) y facilitador de procesos de transformación del país. Desde la educación y la pedagogía, las y los profesores entramos al debate y a la acción concreta de contribuir a la construcción de un nuevo Chile.

”Para concretar estas ideas, esto es lo que haremos: primero, impulsaremos un Congreso Nacional de Pedagogía, desde el cual sea el conjunto del profesorado quien elabore nuevas propuestas en el ámbito educativo; segundo, convocaremos e implementaremos un Congreso Estatutario que materialice una concepción participativa y deliberante de los profesores de base, incluyendo la revocabilidad de todos los cargos dirigenciales cuando estos se alejen de los acuerdos mayoritarios acordados en los espacios democráticos del Colegio, y tercero, impulsaremos una política de alianzas con el movimiento social, tanto en el ámbito que compete a otros actores de la educación, como también, y por sobre todo, con el conjunto de las y los trabajadores del país que hoy no están en lo que algunos han llamado la reconfiguración del escenario político nacional. Desde el Colegio aspiramos a fortalecer el desarrollo de una Nueva Acción Sindical, propia del siglo 21”.

La Reforma

Consultado sobre su opinión sobre la Reforma Educacional, Eduardo González afirma:

“Creo que la Reforma Educacional está lejos de lo demandado por el profesorado históricamente y por el movimiento social por la educación; esto es, quitarle espacio al mercado. Una reforma que no rompe la lógica de reproducción de una concepción neoliberal de la educación es una reforma que viene a actualizar el actual modelo. Hoy no ha existido la voluntad política de modificar las bases estructurales de lo que algunos académicos muy bien llaman ‘la empresa educativa chilena’. Por ejemplo, la mal llamada Ley de Inclusión no es más que la profundización del Estado subsidiario, con la creación de una nueva subvención estatal para la gratuidad que va directamente al sostenedor privado, esto es, al empresario de la educación”.

Añade: “La carrera docente por la cual las y los profesores nos movilizamos 57 días el año pasado tiene un sustento en las teorías de lo que se ha llamado el Nuevo Managment Educativo, que no es otra cosa que la instalación de la lógicas de funcionamiento de la empresa privada para regular el trabajo docente: estándares, rendición de cuentas, salarios variables, contrataciones flexibles y un esquema de evaluación como indicador de ordenamiento de los salarios en el mercado, es decir, con un foco totalmente desligado, por más que se diga lo contrario, de la práctica concreta y situada del docente. Y por último, el proyecto de desmunicipalización que hoy está en el parlamento y se pretende despachar en los próximos meses, no modifica el corazón del esquema mercantil: el financiamiento vía voucher. La tarea de una verdadera reforma educacional que desaloje al mercado de la educación seguirá siendo una tarea estratégica de los actores de las fuerzas democráticas y transformadoras, dentro de las cuales está el Colegio de Profesores”.