Joan Mateo Andrés, de la Universidad de Barcelona, es especialista en educación superior.
En el contexto del Convenio Marco “Diseño de un Modelo de Formación Inicial Docente de Especialidad”, suscrito por la UV con el Ministerio de Educación, esta semana visita la UV el doctor Joan Mateo Andrés, de la Universidad de Barcelona, especialista en temas de educación superior.
Junto a reuniones con equipos de profesionales y académicos de la institución, tres son las actividades que cumple en estos días el doctor Mateo: la conferencia “Reflexiones en torno al aprendizaje y la evaluación en la universidad, en el contexto de un paradigma de cambio en la Educación Superior”, que tuvo lugar este lunes en la Facultad de Humanidades; el taller “Diseño global y resolución parcial de una guía para la evaluación de competencias en su área disciplinar”, a realizarse este martes en la Facultad de Ingeniería, y el taller “Un ejemplo para la práctica: evaluación del proyecto final de grado”, el jueves, nuevamente en la Facultad de Ingeniería.
No a poseer sino a dominar
Según explica el doctor Joan Mateo Andrés, es indispensable adecuarse a los nuevos tiempos en lo que se refiere a educación: “El problema está en que el conocimiento ha cambiado muchísimo en los últimos diez, quince años, y en cambio nos seguimos relacionando con el conocimiento como lo hemos hecho durante cientos o miles de años. Nos interesa sobre todo poseer conocimiento, y hoy en día la tendencia no es tanto a poseerlo, a dominarlo, sino a cómo gestionarlo competentemente, con eficacia. Y esto obliga a un cambio de paradigma”.
Ahora, enfatiza, “cuando decimos ‘cambio de paradigma’ queremos decir que no cambia simplemente el contenido a estudiar, sino que el papel que juegan todos los agentes en la educación se modifica sustancialmente. El profesor deja de ser un transmisor para ser un cómplice y un acompañante en la aventura de aprender, el alumno se tiene que autorresponsabilizar de su propio aprendizaje, en fin. O entramos en ese cambio o estamos perdiendo el tiempo soberanamente”.
Consultado respecto de si hay mucha reticencia entre los académicos a asumir este cambio, quizá especialmente en los de mayor edad, señala Joan Mateo: “No creas, a veces hay gente joven que es mucho más rutinaria. Yo creo que está más dispuesta la gente con más capacidad de iniciativa, más imaginativa, la gente con más flexibilidad mental. Porque esto no va ligado a la inteligencia o al conocimiento: va ligado un poco a las aptitudes personales y a los atributos personales. Es gente que es capaz de entender que hay que modificar sobre todo las metodologías de aprendizaje, que es a lo que obliga el nuevo paradigma: a modificar a fondo la manera de enseñar, la manera de pensar no tanto en enseñar sino en aprender. Es decir, la idea es no tanto ‘yo te enseño’ sino que ‘yo te acompaño en tu aventura para aprender’, y eso obliga fundamentalmente a un cambio metodológico”.
De otra forma, indica, es posible que un número de estudiantes deserte de la universidad por cierta decepción: “Yo no sé en Chile, pero me lo puedo imaginar. En España, el abandono de los estudios de formación profesional en el primer año marcha en el cincuenta por ciento. En la universidad no es tanto, pero puedes fijarlo en un veinte a 25 por ciento. Y mayoritariamente no es por incapacidad, sino por decepción, por frustración. Porque la vinculación entre el mundo del estudio y la inserción laboral se ha roto, nadie te asegura que por mucha formación que tengas puedas insertarte laboralmente, el mensaje que te envía el profesorado no te entusiasma, tu situación tampoco es la mejor del mundo, y por tanto la gente se desanima, y las clases más vulnerables desaparecen, buscan un trabajo rápido, de baja cualificación, que les condena después a tener muchas pruebas en su contra”.
Joan Mateo Andrés es secretario de Políticas Educativas y presidente del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo del Departamento de Educación de Cataluña; además, es catedrático de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona. Su visita a Valparaíso, su primera vez en Chile, es convocada por la División Académica y la Facultad de Humanidades de la UV.
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