Con reflexión sobre la importancia de la enseñanza de Música y Filosofía.
Con reflexiones acerca de la importancia de los ramos de Música y Filosofía, fue inaugurado el año académico 2017 de la carrera de Pedagogía en Música de la Universidad de Valparaíso. La ceremonia consideró la clase “Música, educación y sensibilidad”, impartida por el profesor Tuillang Yuing, doctor en Filosofía; la intervención del profesor Francisco Sazo, académico del Instituto de Filosofía e integrante del grupo Congreso, y la interpretación de dos piezas de Heitor Villalobos por el maestro Santiago Peralta, académico de la carrera.
En la ocasión, la directora de Pedagogía en Música, profesora Ximena Soto, relevó la importancia de celebrar este acto: “Nuestra inauguración constituye un hito, considerando que la conferencia está dictada por un doctor en Filosofía, a la vez que nos convoca la unión de la Licenciatura en Arte, Tecnología y Gestión Musical —o Tecnología en Música— con este primer año de la Pedagogía en Música. Creo que es una oportunidad, una invitación a generar en conjunto este proyecto que demuestra la responsabilidad de la presencia de la música en la universidad pública”, afirmó.
La ceremonia se inició con la clase del doctor Tuillang Yuing, quien se refirió a lo difícil que suele ser en el sistema educativo actual, neoliberal y enfocado a cumplir con indicadores, ser profesor de Filosofía o de Música. Destacó que al interior de una sala de clases puede cambiar la vida de una persona, y que desde ese mismo espacio es que se crea comunidad, la comunidad necesaria para el desarrollo y el crecimiento social. Su reflexión, dijo, busca instalar un análisis crítico sobre el debate en torno al lugar que ocupa la música en un panorama educativo que sufre la embestida de una crisis de legitimidad; en dicho escenario, su hipótesis sugiere la posibilidad de responder por medio de la música a la demanda de una sensibilidad social y cultural. El objetivo es, entonces, dar con los elementos que están a la base de la devastación estética a la que asiste el sentido común de buena parte de la escolaridad.
Luego intervino Francisco Sazo, quien subrayó, entre otras ideas, que ninguna sociedad puede prescindir del arte, así como no existe pueblo alguno que no tenga su música, ni individuo que no tenga, como parte de su historia, su propia música.
Finalmente, Santiago Peralta, profesor de la cátedra de Guitarra, interpretó los Preludios n°1 y n°3 de Villalobos.
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