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Alumna francesa de intercambio desarrolla proyecto para crear fibras musculares en FabLab

29 May 2017

Lise Chagot se encuentra durante este semestre realizando investigaciones en la Escuela de Ingeniería Civil Biomédica.

Un proyecto para desarrollar fibras musculares con matrices impresas en 3D se encuentra desarrollando la alumna francesa de intercambio Lise Chagot, en el Fab Lab de la Facultad de Ingeniería. La alumna cursa el último año de Ingeniería en la Universidad de Tecnología de Compaigne (UTC), en Francia, y se encuentra durante este semestre realizando diversas investigaciones en la Escuela de Ingeniería Civil Biomédica UV.

En la actualidad trabaja en un proyecto de la profesora Caroline Weinstein sobre carne artificial para consumo humano en el cual, según explica, “el objetivo es poner células de fibroblasto sobre matrices hechas en impresoras 3D, que luego crecen para devenir en fibras musculares, las cuales podrían ser utilizadas para comer”.

La estudiante francesa aclara que “el proyecto comienza con poner las matrices en una placa para cultivar, las células se disponen arriba de la matriz en los canales y se espera unos tres días para que las células puedan crecer. Después se realizan pruebas para ver cuántas células hay. Posteriormente se hacen otras pruebas para ver si la diferenciación de las células funciona”.

“Es el inicio del proyecto, la idea es saber si podemos hacer matrices, analizar la dimensión de los canales y después ver si funciona, pensando a largo plazo la factibilidad de hacer fibras musculares para consumo humano”, agrega.

El proceso en el FabLab UV

Parte importante del proceso se realizó en el FabLab de la Facultad de Ingeniería, donde el licenciado de la Escuela de Diseño UV Cristóbal Jiménez, estuvo a cargo de la impresión en 3D de las matrices celulares.

“Como FabLab y como diseñador se nos encargó evaluar todas las posibilidades de dar un resultado satisfactorio a la alumna de intercambio, para que pudiera desarrollar su proyecto”, explica.

Y aunque si bien es cierto que en un comienzo no fue fácil, finalmente se llegó al resultado requerido. “A través del ensayo-error, que es la cultura del FabLab, hicimos varias pruebas de diámetro, con varios canales, mucha configuración de la impresora, hasta llega a la matriz que se necesitaba en cuanto a tamaño, especificaciones técnicas, porcentaje de relleno que necesita el material, dimensiones estructurales y todo lo relacionado con diseño en término de entornos virtuales, modelado 3D y diseño paramétrico”, explica.

Cristóbal añade que “este es el tipo de proyectos que nos interesa desarrollar como FabLab, con un carácter interdisciplinar y altos niveles de complejidad, donde mezclamos diseño, desarrollo y el levantamiento del proyecto, para generar un todo que nos permite darle soporte a la comunidad universitaria”.