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Manuel Riesco: “Hay que terminar con el CAE”

14 Julio 2017

Economista participó en conferencia sobre el tema con motivo del lanzamiento de la revista ReCrea, iniciativa de estudiantes de la UV.

“Hay que terminar con el CAE. Pero hay que terminarlo de verdad y hay que terminarlo ahora. Porque el CAE en realidad representa la política que ha tenido el Estado prácticamente en las últimas tres décadas, que consiste en privatizar la educación, y la forma de privatizar la educación es subsidiar, con fondos públicos, una demanda que compre servicios de educación, y obligar de esa manera a todos los actores a vender servicios. Es decir, transformar le educación en una mercancía”.

Así se expresó el reconocido economista Manuel Riesco en la Universidad de Valparaíso, al participar en el seminario “Fin al CAE, ¿ahora qué?”, organizado con motivo del lanzamiento de la revista ReCrea, iniciativa de estudiantes de la casa de estudios destinada a disputar la hegemonía comunicacional.

El encuentro, en el que también fue expositora la doctora Roxana Pey, exrectora de la Universidad de Aysén, tuvo lugar en el auditorio de la Escuela de Trabajo Social. Jorge Jiménez, estudiante de quinto año de la carrera de Administración Pública, destacó que “nosotros tomamos la responsabilidad de hacernos cargo del derecho a formular la información entre todas y todos, y hacerlo ahora a nivel universidad es un orgullo” (ver recuadro).

Gratuidad ahora

Según afirmó Manuel Riesco, “la base de quien está transformando la educación en una mercancía es el Estado, es una política estatal, y lamentablemente todos los gobiernos democráticos han continuado con esta política y la han acentuado, incluido este, que felizmente, por primera vez, dio un giro y la Presidenta personalmente impuso —sabemos que fue así— la creación de la glosa de gratuidad como parte de estos fondos”.

Esa parte de los fondos es todavía una parte menor, añadió, explicando que “si se pasaran todos los recursos que se dan en ayudas estudiantiles a gratuidad, se podría dar gratuidad ahora —hay que decirlo: también el año pasado y el antepasado— a dos tercios de los estudiantes. Son 800 mil estudiantes, que cubren nueve de los diez deciles de ingreso. Y por lo tanto se podría terminar además con la indignidad de obligar a los estudiantes de menos recursos a demostrar que son pobres para que les den un beneficio”.

A juicio del doctor Riesco, el fin de la educación como mercancía sería “un cambio radical, que además significa dar un nuevo trato a todos los actores del sistema de educación. Porque la crisis no es responsabilidad de los académicos, menos de los estudiantes, de los funcionarios tampoco. Tampoco es responsabilidad de las instituciones. Porque, como en todas partes, hay bandidos, y hay gente que corrompe el sistema político. Porque sabemos que hay rectores contratados con sueldos multimillonarios y bonos más multimillonarios, no porque sean figuras académicas sino porque son amigos y correligionarios de los que resuelven estas cosas de las platas. De los mil millones de dólares al año que se gastan en el CAE, resulta que 200 los recibe una correligionaria del ministro que da los mil millones, y que los oculta porque dice que no es gasto, aunque la Contraloría le dice que es gasto, pero él dice que es una inversión. Es una cosa escandalosa. Otro recibe 80 millones, y es el principal lobista, el más cargoso, y que fue ministro de Economía antes y que es muy amigo del senador que ha sido el principal vocero contra la gratuidad. Es una cosa impresentable. Y mientras tanto, con platas públicas, endeudan a los estudiantes. Y tienen endeudados a 800 mil jóvenes que han recibido CAE y que están pagando el diez por ciento de sus sueldos. ¡Y son platas públicas! Es un escándalo, una cosa inaceptable”.

Quién paga la educación

Para Riesco, todo el cuadro “es inmoral: por qué van a pagar los trabajadores la educación. Si esto de cobrar por la educación es una inmoralidad. Y perdonen que lo diga: esto no es al azar. Es porque el contrato social de todas las sociedades civilizadas es un contrato entre los que trabajan y las élites, y las élites siempre se quedan con el excedente, pero con ciertas condiciones éticas que tienen que respetar. Y la primera es no tocar los salarios. Ellos se quedan con el excedente porque organizan la producción, porque destinan la mayor parte de eso a reponer el aparato productivo, a lo que se llama el ahorro nacional, y porque ellos se comprometen a hacerse cargo y financiar íntegramente los asuntos del espíritu. Y los asuntos del espíritu son la educación, la ciencia, la cultura, el arte… Toda la vida, hasta los reyes de Francia hacían esto, y acá, estos empresarios de acá, quieren que lo paguen los trabajadores. Quieren que paguen el ahorro nacional, con las AFP, y quieren que paguen la educación con estos créditos”.

Añadió: “En mi tiempo —yo soy viejo— se usaba un lenguaje más clarito, que lo prohibieron después. A mí me gustaba ese lenguaje. ¿Sabe cómo se llamaba eso en mi tiempo?: superexplotación. Porque en ese tiempo se decía que el que las élites se queden con el excedente es lo que se llama explotación, pero es legítimo porque ellos organizan la producción; pero cuando además le meten mano a los salarios, es superexplotación. Se pasan de la raya. Por eso es muy inmoral esto de que cobren por la educación”.

Por todas estas razones, destacó Manuel Riesco, “vamos a recorrer los cerros, el metro, todas partes, llamando a la gente a conocer el tema. Vamos a llamar a todos los candidatos. Yo aprovecho de hacer un llamado a todos los candidatos, a los precandidatos, que están ahora para todos los cargos que se están postulando, a que juntos, todos juntos, exijamos que el gobierno destine toda la plata de ayudas estudiantiles a gratuidad y le dé un nuevo trato a todos los actores del mundo educacional, y les diga ‘miren, hasta ahora nosotros los hemos inducido a ustedes a vender y les hemos pasado plata a los estudiantes para que les compren; de ahora en adelante les vamos a dar la plata a ustedes, pero ustedes se comprometen a dar gratuidad’. Eso a nuestro entender se puede hacer ahora y hay que hacerlo”.

Además, finalizó, “si la Presidenta expande la gratuidad a nueve deciles, ahora que tiene plata para hacerlo, le deja la vara alta a cualquier gobierno que venga después. Aparte de que si hace eso, las probabilidades de que el gobierno que venga continúe esa obra van a subir bastante. Y en el caso de las pensiones, si destina el cinco por ciento adicional a reparto, puede duplicar las pensiones. Son un millón 200 mil personas que están recibiendo pensiones, imagínese que con esa medida se puede duplicar, sin gasto fiscal. No lo hacen porque trabajan para los bancos, si van a rendirle cuentas a Londres, al Chile Day. Pero la Presidenta no trabaja para ellos, ni nosotros tampoco”.

Se consolida ReCrea, la revista de los estudiantes

Jorge Jiménez, el director de la revista ReCrea, explica que “la revista nace hace nueve años, primero como una plataforma solamente para hacer actividades como foros o seminarios; con el tiempo, se consolida con un blog y va creciendo de a poco hasta el 2013, cuando consolida su página web. Parte primero en Las Heras, en Administración Pública, y de ahí nos empezamos a extender al resto de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, y así, recién el año 2015, logramos ganar un proyecto DAE con el que sacamos 250 revistas, las vendíamos como a 200 pesos el ejemplar”.

Con los años, ReCrea se fue consolidando, su equipo fue creciendo. “El 2016 fue un año que nos dimos de receso para ahora en 2017 volver con todo. Postulamos un proyecto Injuv y nos ganamos ese proyecto. Así, ahora sacamos dos ediciones de la revista, de distribución gratuita, que van a ser alrededor de 400 revistas por edición, y aparte de eso buscamos extenderla más allá de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, a toda la Universidad. Este año partimos siendo un equipo de diez estudiantes, y ahora ya somos 31. Somos estudiantes que vamos desde Playa Ancha hasta Viña del Mar”.

Su objetivo es claro: “A lo que vamos nosotros es a disputar la hegemonía comunicacional, creyendo siempre en el derecho a la construcción social de la información. Creemos que como estudiantes tenemos algo que decir, y ese algo tenemos que concentrarlo en una idea, y no dejarnos manipular siempre por grandes medios o por grandes cadenas de medios, porque en realidad son eso y responden a estas colusiones. Nosotros tomamos esta responsabilidad de hacernos cargo del derecho a formular la información entre todas y todos, y poder hacerlo ahora a nivel de la Universidad es un orgullo para nosotros, ya que es algo innovador que ha pasado en la UV. Muchas otras universidades a nivel del país tienen revistas, tienen diarios de estudiantes, pero acá no había ninguna hasta ahora”.

Para distribuir la revista a la mayor cantidad posible de estudiantes, el equipo de ReCrea instalará stands en las distintas facultades: “Las revistas son para estudiantes y de distribución gratuita, sólo les pediremos que anoten su nombre y su rut”.

El próximo número saldrá en agosto. “Ahí se cierra el proyecto en lo que es plata pero nosotros seguimos repartiendo la revista”, señala Jorge Jiménez.