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“Las mujeres en el espacio público siempre despiertan animadversión y hostilidad”

05 Octubre 2017

Afirma historiadora peruana Emma Mannarelli. Investigadora dictó conferencia en la UV.

“Creo que la violencia contra las mujeres, que todavía es endémica especialmente en nuestro continente, y sobre todo su expresión más extrema, el feminicidio, es una manifestación de rabia, de ese no saber de algunos hombres que no pueden elaborar cuestionamientos sobre su necesidad de volver a pensarse. Creo que el tema que estudio es relevante por eso: todavía las mujeres en el espacio público tienen dificultades y despiertan la violencia”.

Así se expresa la doctora María Emma Mannarelli, destacada historiadora del Perú, autora del libro “Limpias y modernas: género, higiene y cultura en la Lima del novecientos”. La académica se encuentra desarrollando una visita a la Universidad de Valparaíso, gestionada mediante el proyecto Fondecyt de Iniciación 11160361 de la doctora Claudia Montero, del Instituto de Historia de la Facultad de Humanidades. En ese marco, dictó la conferencia “La destrucción de las imprentas de mujeres.1895-1924”.

Respecto de la necesidad, más allá del mero interés académico, por investigar este tema, explica que tiene un fuerte alcance en la actualidad: “Creo que en el caso del Perú, como de muchos otros países de América Latina, el acceso de las mujeres al espacio público, y a través de la escritura, todavía sigue siendo algo que si se descuida puede inhibirse. O sea, las mujeres en el espacio público siempre despiertan animadversión, hostilidad. Entonces, es romper con lo asignado, que si bien no está puesto en cuestión últimamente —por el movimiento feminista, por el movimiento de mujeres, etcétera—, todavía existe esa asociación entre las mujeres y la casa, las mujeres y el espacio doméstico, la crianza”.

De esta manera, afirma, sucede que “cuando las mujeres están en la plaza pública, en el foro extradoméstico, despiertan muchos temores, tanto en las mismas mujeres como entre los hombres. O sea, los hombres tienen que definir sus fuentes de prestigio, tienen que volver a pensar en los cimientos de su masculinidad, que es también su superioridad, tienen que volver a ver quiénes son, reiniciar su vida, y eso produce mucho temor y a veces agresión. En el Perú, por ejemplo, después de la marcha de #Niunamenos, a la que fueron cientos de miles, hubo muchas agresiones hacia las mujeres, e incluso asesinatos, feminicidios. Yo he escuchado por ahí a gente no muy politizada diciendo: ‘Mira, hemos salido y lo que nos han hecho’. Entonces, la gente todavía puede asociar la violencia contra las mujeres a haber salido a la calle”.

Por ello, dice la académica, corresponde a la autoridad hacerse parte: “Si el Estado no se compromete con las reivindicaciones, no pasa nada. O pasa al revés, que nos perjudica. Y nos perjudica no solamente a las mujeres, sino a la sociedad toda”.

Imagen doméstica

Consultada respecto de las críticas que recibe, por ejemplo, la Presidenta de Chile, atribuibles a su género más allá de su gestión, María Emma Mannarelli es clara: “Las mujeres en el espacio público no aparecen como ciudadanas con sus plenos derechos, sino que proyectan una imagen doméstica que las hace más vulnerables. Ustedes tienen a Michelle Bachelet, que es algo que desde el Perú por lo menos vemos con mucha admiración y con algo de envidia. Ella pese a todo lo que ha logrado, probablemente el costo sea no ser reelegida, etcétera. Los hombres son los patriarcas, y las mujeres son mucho más vulnerables y despiertan una hostilidad tremenda y una agresividad enorme”.

Este “miedo universal a la mujer —por decirlo de alguna manera, aunque suene esencialista— se vuelve mucho más activo y más perfilado cuando las mujeres hablan con su propia voz. No con la voz del parentesco sino como ciudadanas. También al escribir —las periodistas lo saben— las mujeres están súper expuestas. Entonces, ¿cuánta libertad tenemos? Uno se inhibe, uno pierde libertad de pensamiento; se inhibe en términos de abordar nuevos temas, en las formas en que los aborda. Por eso es pertinente el tema que investigo: cómo desaparecen las imprentas en el siglo 19, principios del 20: son mujeres que hicieron tantas cosas, pero sus imprentas fueron destruidas. A martillazos. No se confiscó el libro, las revistas, sino que se destruyó el medio (que las imprentas eran de ellas, de su propiedad)”.

Revisar la historia

Para Emma Mannarelli es importante otro elemento de su investigación: “Es parte de la historia que no se conoce, y mi idea es no solamente dar a conocer esto que pasó, sino explicarlo e insertarlo dentro de la historia de Perú. Para poder explicar esa experiencia y lo que somos, y nuestra historia. No solamente lo que pasó con esas mujeres, lo que les hicieron, sino cómo se estudia eso para integrarlo a una narrativa nacional”.

Este trabajo no está libre de ciertas presiones. Explica la doctora que “yo siento que hay como un descrédito, como una tendencia a inferiorizar los temas que tienen que ver con las mujeres, a decir que no son los temas de los sujetos históricos realmente importantes, de los verdaderos protagonistas de la historia. Esto pasa aunque mucho se dice que todos somos protagonistas —la partera, la campesina, la vendedora del mercado—: a la hora que corresponde súmenlas, pero de ahí a sumarlas y explicarnos de otra manera, ya eso es otra cosa”.

Esas presiones y esos puntos de vista excluyentes implican que aun las investigadoras, al interior de la academia, encuentran escollos para desarrollar sus estudios. Manifiesta María Emma Mannarelli: “El Perú es un país que la gente dice conservador, pero no es conservador: es un país atrasado, ojalá fuéramos conservadores. Hay mucha resistencia. Y toda la inestabilidad y la inseguridad política se traducen en una mayor agresividad de parte de los hombres. Porque el Estado no contiene, porque el Estado no encauza, porque el Estado no defiende. Hay espacios, pero hay que pelearlos día a día, porque si te descuidas te sacan. Y a veces no es que haya tanta energía para pelear con la gente, para legitimarte y para hacer la investigación, para escribir. Nuestros argumentos tienen que tener más fuerza, no podemos tener ningún flanco débil, y eso de pronto qué pesado es”.

Seminario cerrado

El programa de actividades de la doctora María Emma Mannarelli incluye su participación en el seminario cerrado “Tomarse la palabra: mujeres en el campo cultural, 1850-1950”, anunciado para este jueves en la Facultad de Humanidades.

En dicho encuentro académico, participarán también Elsa Maxwell (Council on International Educational Exchange), Lucía Eugenia Stecher (CECLA, Universidad de Chile), Natalia Cisterna (CECLA, Universidad de Chile), Marcela Prado Traverso (Centro Interdisciplinario de Estudios de Género UPLA), Damaris Landeros Tiznado (Universidad de Chile), Joyce Contreras (PENTA UC, Pontificia Universidad Católica de Chile), Macarena Urzúa (CIDOC Universidad Finis Terrae), Fernanda Vera Malhue (Departamento de Música UMCE), Gloria Cortés Aliaga (Museo Nacional de Bellas Artes), Claudia Darrigrandi (CIDOC, Universidad Finis Terrae), Edda Hurtado (Pontifcia Universidad Católica de Valparaíso), Jacqueline Dussaillant (CIDOC Universidad Finis Terrae), Lorena Garrido (Universidad de Santiago de Chile), Marcela Cubillos (Universidad de Valparaíso) y Claudia Montero (Universidad de Valparaíso).