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El periodista Patricio Fernández será el nuevo moderador de Tertulias Porteñas

02 Abril 2018

El conversatorio comienza este jueves 5 de abril, con un debate sobre alimentación.

Con la pregunta ¿somos lo que comemos? , se inicia un nuevo ciclo del ya tradicional encuentro de reflexión Tertulias Porteñas, que organiza el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (CINV).

El primer encuentro, que es convocado por Ramón Latorre, Premio Nacional de Ciencias y director del CINV, se realizará este jueves 5 de abril, a las 19 horas, en la sede del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (en plaza Sotomayor) y contará con la participación de la neurobióloga del CINV Andrea Calixto y la directora de la Corporación Actuemos, Sofía Bustos.

Manteniendo el mismo formato, en el cual distintas miradas debaten sobre un mismo tema, este año la novedad es el debut del periodista, escritor, director del diario The Clinic y en el último año panelista de espacios políticos, Patricio Fernández.

En la siguiente entrevista el periodista habla sobre su nuevo rol y los vínculos con la ciudad y la ciencia.

¿Había participado de un programa con un formato similar a este?

“He participado en conversaciones interdisciplinarias muchas veces. Son conversaciones que me interesan. Pero vinculadas directamente con la ciencia muy poco. No es un mundo que conozca ni en profundidad, ni nada parecido”.

¿Cómo será su rol?

“En esta primera Tertulia voy a ser un moderador participante y activo. No pretendo ser un fantasma que diga palabras simplemente, sino que quiero aportar con una mirada más, dentro del diálogo”.

¿Es su primer acercamiento a la neurociencia como disciplina?

“Sí, nunca he tenido ninguna relación con la neurociencia. En realidad, tampoco con la ciencia en general, es algo que he visitado de manera muy tangencial”.

¿Cuál es el desafío para usted?

“Es entrar en algo en que uno es un lego total, un desconocedor, pero un desconocedor curioso”.

¿Qué vínculos tiene con Valparaíso?

“Quizás es de las ciudades que más he habitado, después de Santiago y algunas en el extranjero. Es un lugar por el que siempre he tenido mucha curiosidad y simpatía. He caído muchas veces en mi vida en Valparaíso. Muchas historias personales más y menos felices han transcurrido ahí”.

¿Y se puede contar alguna?

“Ha habido noches de extravío en sus cerros de las que podría contar el comienzo, pero no el final”.

Para usted, ¿somos lo que comemos?

“Entre otras muchas cosas, sí. No son lo mismo los leones que las vacas, unos son carnívoros y otros herbívoros. Creo que al interior de nuestra propia existencia, fíjate la cantidad de ideologías incluso que se han ido generando en torno a eso, a la alimentación. Hoy quizás tú vas a encontrar generaciones que se definen más por lo que comen, como los veganos, que por la organización social en la que creen, como alguna vez fueron los marxistas. De manera que parece que el tipo de alimentación también va tomando características de otro vuelo”.

¿Cómo llegaron a usted?

“Ramón Latorre, director del CINV, me llamó y nos juntamos. Conversamos para llevar a cabo esta historia. Me comentó cual era su idea y por qué había pensado en mí. Yo conocía al doctor Latorre de manera muy fugaz, en algún momento en Valdivia, pero no tengo una historia común con él. Más bien lo conocí ahora cuando me llamó”.

Y por qué lo eligieron?

“Tiene que ver con el hecho de vincular esto con un dialogo cultural. Yo participo y, en alguna medida, pertenezco al mundo de la literatura, el arte y el periodismo. Mezclar esos mundos y llevarlos a una conversación que pretenda ser viva y ojalá provocativa, quizás eso pueda ser algo en lo que uno ayuda. Fue lo que él pudo haber pensado”.

¿Cómo invitarías a la comunidad a la primera Tertulia Porteña de este año?

“Hay una fuerza que yo invitaría a despertar en todos los habitantes de Valparaíso y ojalá del mundo, que se llama curiosidad, que llama a inspeccionar los temas de maneras nuevas , a acercarnos a materias que a veces son cotidianas y parecen quedarse relegadas, como en el caso de la alimentación, en la cocina y el comedor; a pensarla en un contexto mayor, en un contexto que introduce desde ideología hasta antropología, maneras de ver el mundo y habitarlo, consecuencias inesperadas, o sea ir a buscarle la quinta pata al gato a cosas que acostumbramos a verlas de manera muy lineal. Creo o espero que en estas tertulias y en estas conversaciones sorprendamos, o sea, que nos abran ventanas de entender el mundo de maneras nuevas”.