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“Me parece absolutamente espectacular que las mujeres levanten la voz colectivamente”

30 May 2018

Dice Alma Maldonado, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de México, de visita en la UV.

“Estoy viendo este movimiento feminista en Chile, he estado aprendiendo un poco sobre él, y me parece absolutamente espectacular que las mujeres levanten la voz colectivamente. Y que sea en las universidades, que es donde podemos ejercer esta agencia, porque tenemos las herramientas para decir ‘esto no está bien’ o ‘basta’”.

Así se expresa Alma Maldonado, del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de México. Doctora en Educación Superior por el Boston College, postdoc en el Departamento de Educación de la Universidad de Oxford, Inglaterra, visitó la Universidad de Valparaíso invitada por el Doctorado en Estudios Interdisciplinarios, para dictar la conferencia “Comunidades epistémicas y la construcción de conocimiento”.

En la ocasión, la investigadora se refirió específicamente al rol de la mujer en la construcción de conocimiento y en la vida académica. Consultada respecto de la inserción de las mujeres en la vida académica en México, señala: “Yo creo que en toda América Latina vivimos muchos retos como mujeres, lo que ha permeado una cultura machista, un tipo de masculinidad que tiene unas características que hacen todo más difícil para las mujeres, profesionalmente, académicamente. Entonces me parece que el reto es para todos los países de América Latina, que enfrentamos más o menos las mismas dificultades, ya que para las mujeres ha sido más complicado poder sobresalir y realizarse”. Añade que la situación, “en ese sentido, es muy similar a la de Chile”.

En relación a la participación femenina en la construcción de conocimiento, afirma la doctora Maldonado que “creo que por supuesto es muy importante, porque la perspectiva de las mujeres contribuye de una manera diferente, pero también creo que es un rol que ha sido no tan visible, que ha sido menos importante. Tendríamos que hablar de las distintas disciplinas; hay disciplinas, como la ingeniería o la economía, el área de políticas públicas, que son muy masculinas. Y también me parece que hay un problema cuando pensamos en las carreras femeninas, porque estas discriminaciones se van reflejando también ahí, entonces las carreras femeninas tienen menos salarios, sufren de cierta discriminación”.

Protocolos

Por lo anterior, continúa Alma Maldonado, “creo que esos temas es importante discutirlos, y veo que están tratando aquí de llevarlos a la agenda. Tanto eso como el tema de los protocolos, que yo creo que en América Latina estamos muy en pañales todavía en este tema, todavía nos falta muchísimo camino por recorrer para discutir protocolos en términos de acosos, qué se debe hacer, qué no se puede hacer, cómo hacerlo, qué consecuencias hay si tienes una conducta indebida”.

En México, explica, “no es un tema que esté suficientemente desarrollado. Hay casos, por supuesto, que las redes sociales visibilizan, las denuncias públicas, pero creo que llega un momento en que tenemos que trascender eso e institucionalizar cuáles son los protocolos”.

Ante los cambios que deberían sufrir las instituciones para lograr un cambio en la cultura patriarcal, dice la investigadora: “Esas instituciones ya están hechas, y esas instituciones muchas son masculinas. Entonces, cómo poder incorporar la participación de las mujeres y decir ‘también tenemos voz, también queremos decir, tenemos otra opinión, tenemos otra forma de ver las cosas’. Yo creo que todo es un camino, que nos falta mucho por recorrer, pero que hay otros países que ya han avanzado en eso, a los que podemos tratar de seguir”.

Tema fundamental

Para la investigadora mexicana, la demanda por las reivindicaciones de las mujeres “va hacia un tema fundamental, que es de la conciencia, de la formación, de lo que la gente cree. Y también de un tema de comportamiento, por ejemplo, porque el tema del acoso lo vivimos todos los días. En México, en el transporte público, no hay una mujer que haya dicho que no fue acosada. Y peor aún: hubo un movimiento de denuncia que se llamó ‘Mi primer acoso’, y todos los testimonios, o la gran generalidad de ellos, coincidieron en que los primeros acosos se daban a edades muy pequeñas. Niñas pequeñas que sufrieron acoso”.

Ella misma compartió en redes sociales el recuerdo de su primer acoso: “Cuando yo iba en un autobús un tipo me acercó su pene; yo tenía como seis años, y no le dije a mi madre y sólo me hice de lado. Pero esa sensación me quedó para siempre. No es posible, ¿no? Yo creo que por eso el movimiento habla de hacer conciencia, porque es una sociedad que había cerrado los ojos ante todo esto, y no lo hablábamos. Yo no lo había recordado hasta que se dio el espacio y se empezó a compartir. Y en esta colectividad, en este hacer las voces, denunciemos, hablemos de lo que pasa y de lo que pasamos. Creo que eso puede hacer un cambio, y en ese sentido es muy relevante”.

Aunque, acota Alma Maldonado, existe “el riesgo de que si no hay demandas concretas no podemos buscar metas a mediano o a largo plazo. Hay que hacer una agenda; una agenda pública, que no sólo tiene que ver con las universidades sino una agenda que tiene que ver con la sociedad y también una agenda que va a otros espacios, por ejemplo los espacios públicos. Por ejemplo, hoy en México hay una normatividad que establece que si te acosan en el transporte público puedes denunciar; creo que esas iniciativas son importantes”.