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Tomás Morales: “Las autoridades de este gobierno tienen claro que la UV entrega una formación integral”

07 Marzo 2024

Titulado de la Facultad de Humanidades y Educación, actual director regional subrogante de Junaeb.

Tomás Morales Zárate cursó sus estudios básicos y secundarios en establecimientos particulares subvencionados, y ya a comienzos de su enseñanza media tenía claras dos cosas: que quería estudiar Historia y que lo haría en una universidad pública.

“Ingresé a la Universidad de Valparaíso el 2008 a través de una solicitud de traslado, ya que estudiaba Licenciatura en Historia en otra universidad de la región, pero lo que siempre busqué era una universidad pública y mi primera prioridad era la UV. Siempre tuve el interés por entender más cómo funcionaba el Estado chileno y en primero medio opté por el área humanista, queriendo comprender cómo funcionamos como sociedad. En segundo medio entendí que el área de historia era mi fuerte y ese fue mi desafío: no comprender la historia sólo desde la perspectiva escolar, sino también hacerlo de una manera profesional”, relata.

Porteño, Tomás Morales vivió su infancia en el cerro Alegre y su adolescencia y juventud en el Florida. Desde el 14 de junio de 2022 es director regional subrogante de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, Junaeb, y en este momento está en la fase final el concurso del Servicio Civil, pues es un cargo que al que se postula a través de Alta Dirección Postulante.

“Fue una apuesta desde la Dirección Nacional de confiar en mí de acuerdo al perfil que tenía, sin ellos conocerme personalmente”, comenta, poniendo énfasis en que tanto el ministro de Educación —cartera que supervisa el trabajo del organismo que dirige a nivel regional—, Nicolás Cataldo, como la directora nacional de Junaeb, Camila Rubio, son egresados de la UV.

Ese perfil al que alude Morales se construyó realizando docencia luego de titularse, para posteriormente volcarse al sector privado en el área de logística y atención de clientes, en Santiago; más tarde trabajar en el Instituto AIEP y en el Observatorio Laboral PUCV, y finalmente llegar a la empresa que ganó la licitación de la Tarjeta Nacional Estudiantil. “Ahí empiezo a tener una vinculación con esta área”, explica.

En la Dirección Regional de Junaeb está al frente de setenta funcionarios, divididos en once equipos de trabajo y cinco unidades centrales, además de las seis oficinas provinciales.

Oportunidades para los estudiantes

Morales, quien actualmente cursa el magíster en Gobierno y Gestión Pública que dicta la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (Facea) de la UV, detalla que “en Juaneb tenemos 35 programas, que abordan desde la primera infancia hasta el término de la trayectoria educativa, ya sea cuarto medio o la universidad; es decir, acompañamos durante veinte, veintidós años los procesos educativos, entregando herramientas que permitan a los estudiantes tener oportunidades”.

Añade: “Yo tenía una visión respecto a la parte operativa tanto a nivel regional como nacional, pero cuando llegas a un servicio público son grandes los desafíos, porque no son sólo los programas: hay personas detrás de ellos, hay una gestión. Un setenta por ciento de nuestro trabajo es coordinación con la red Junaeb, porque la forma en que implementamos nuestros programas es a través de convenios de colaboración con las municipalidades, que son los sostenedores de los establecimientos educacionales; en el caso de Valparaíso es el Servicio Local de Educación Pública (SLEP), y en algunas comunas, la Corporación Municipal”.

Otro de los desafíos —apunta— es “innovar, actualizarse, algunos lo llaman evolucionar, por los requerimientos que van surgiendo dentro de los procesos educativos. En el caso de la entrega de computadores, tal vez en los ’90 no estaba dentro de la mirada educacional, no estaba implementado en el plan curricular del Ministerio de Educación, pero ya en el 2000 se empezó a ver la necesidad de contar con un computador con acceso a internet, y eso nosotros lo entregamos”.

“El programa de mayor cobertura es el de alimentación escolar. Hoy entregamos aproximadamente tres millones de raciones diarias a nivel nacional, y en la región, alrededor de 250 mil”, señala, y destaca: “Uno se olvida a veces que esta región tiene presencia insular, en Juan Fernández y Rapa Nui, y ahí también estamos entregando alimentación y computadores, y es un esfuerzo mayor del Estado. Una derivación del programa escolar es que en la Región de Valparaíso tenemos 82 estudiantes con condición celiaca a los que les entregamos una canasta distinta. También ahora incorporamos la variante de las alergias alimentarias. Por ejemplo, hay niños que son alérgicos a la miel, que es un elemento sustancial en nuestras minutas. Van surgiendo nuevos elementos y como Estado tenemos que dar respuesta”, agrega.

Y en esa instancia Morales releva lo recibido en la Universidad de Valparaíso, en la que también fue dirigente estudiantil de su carrera en 2010 y candidato a presidente de la Federación de Estudiantes el 2012: “Es muy valioso cómo la Universidad te enfrenta a este tipo de situaciones que vemos en lo público. Mi paso por la Universidad de Valparaíso fue importante, porque allí se te forma con una mirada más social, más de Estado, de ser un aporte. Sin duda haber estudiado una carrera humanista, en una universidad pública, de región, me permitió tener esa visión. A lo mejor no había un ramo específico, pero la formación valórica, integral, te permite desarrollarte en el rol que más adelante te corresponde con esa perspectiva, y eso es un sello que las autoridades de este gobierno e incluso de otros, lo tienen bastante claro”.

“Muchos estudiantes entran a esta universidad por el nombre, que está asociado a un reconocimiento, o por la malla curricular, pero hay otros elementos que dejan las universidades, sobre todo las públicas de regiones, que tienen que ver con esto, con el sentido de pertenencia al territorio, con la sensibilidad social y también con la necesidad de mejorar la gestión”, añade.

En la emergencia

Capítulo aparte merece el papel que jugó Junaeb durante los incendios del 2 y 3 de febrero en el Gran Valparaíso. Tomás Morales explica que “tenemos un protocolo de emergencia que lo activa Senapred y cada vez que hay una emergencia, quien entrega alimentos en los albergues es Junaeb. Del minuto uno estuvimos presentes y seguimos teniendo presencia. Hemos entregado entre 250 mil y 260 mil raciones, lo cual no es menor. Se habilitaron dieciséis o diecisiete albergues o puntos de entrega de alimentación. Tuvimos presencia en las tres comunas afectadas, entregando alimentación, y esto es algo nuevo que se implementó: no sólo a los damnificados sino también a las fuerzas militares, a brigadistas y a voluntarios”.

Detalle: “Recuerdo los primeros dos días: las calles estaban cortadas, la luz estaba cortada, no había internet… La magnitud del esfuerzo y la presión de llegar a tiempo fueron enormes. Activaron el protocolo el viernes 2 de febrero a las 18:30, en Villa Alemana, cuando se quemó el sector de El Patagual, y a las 20:00 horas ya estábamos llegando. Nuestras bodegas están en Concón y las calles estaban cerradas, no había luz, ni internet, ni teléfonos, era un caos y aun así nos desplegamos, porque esta institución está acostumbrada a funcionar en estados de emergencia. Yo, desde que estoy de director regional, llevo cuatro emergencias”.

“Es una pega estresante, pero que sabemos manejar adecuadamente. También hay compromiso, porque me tocó trabajar fines de semana, con un gran despliegue territorial; hacer las coordinaciones con las contrapartes comunales, con ellos también superados; hacer las coordinaciones con las empresas prestadoras, porque llegó un punto en que todos estaban comprando alimentos y había una proyección de que se produjera un quiebre en el stock. También tuvimos el programa de Escuelas Abiertas, en que por mandato del Presidente Gabriel Boric se abrió el palacio presidencial del cerro Castillo, donde también estuvimos, aparte de seis otras escuelas, una en Villa Alemana, dos en Quilpué y tres en Viña del Mar. Realizamos operativos oftalmológicos para niños que perdieron sus lentes en el incendio o que les cayó una ceniza en los ojos o que el humo les produjo una irritación, atendimos a alrededor de 265 estudiantes. También estamos a cargo de la Beca Incendio que el ministro Nicolás Cataldo anunció hace un par de semanas, empezamos la entrega de útiles de emergencia… Entonces, es un despliegue importante”, concluye.

Nota: Juan Pablo Salas