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Mario Toral: “Es extraordinario que el Concurso Nacional de Arte Joven cumpla 40 versiones”

31 Octubre 2018

El connotado artista integró el jurado que eligió las obras ganadoras, que serán anunciadas la próxima semana.

En una maratónica sesión, durante la mañana de este miércoles el jurado del XL Concurso Nacional de Arte Joven, convocado por la Universidad de Valparaíso, revisó las más de 300 obras participantes en esta versión y escogió los treinta trabajos que conformarán la exposición 2018 del certamen. Los premios serán dados a conocer la próxima semana, luego de la redacción de las actas respectivas, y serán publicados en la página www.uv.cl.

El jurado estuvo integrado por Mario Toral, destacado artista nacional; Sandra Santander, escultora, directora de la Casa de Arte de la Universidad de Concepción, y Víctor Maturana, artista, académico y ganador de la versión 1990 del Concurso Nacional de Arte Joven.

Un apoyo valioso

Antes de comenzar la deliberación, Mario Toral hizo entrega de un regalo para la Universidad de Valparaíso, consistente en un grabado de su autoría. El artista lo entregó a David Carrillo, director de Extensión y Comunicaciones de la UV, quien agradeció el texto.

Según expresó Toral, “hubo bastante consenso sobre las obras que se premiaron, de modo que fue todo corriendo con efectividad y sin muchas discusiones. Había una cierta evidencia de que los premiados tenían cualidades que los que no se premiaron no tenían tan evidentes. Aunque los premios siempre son injustos, porque como el arte es una actividad individual, como que se premia un rasgo de esa subjetividad, pero hay otras personas que tienen otra mirada tan valiosa. Pero como hay que acotar, es un poco complicado”.

Respecto del panorama que ofrecieron las obras recibidas, Toral indicó: “Yo diría que hay mucha disparidad. Como es un concurso abierto llega de todo, pero creo que esas personas quedaron desahuciadas en la primera selección, porque tenían cosas anatómicas que no estaban bien, de técnica; en la segunda selección comenzaron a aparecer, si es que se puede decir, los más profesionales, dentro de lo que se puede ser hasta los 35 años. Fíjate que nosotros conocemos la obra de pintores que están en su edad madura, incluso algunos ya viejos/viejos: Goya hizo sus mejores obras cuando viejo, Miró, Matisse también. Entonces estos jóvenes, ninguno tiene más de 35 años, están a nivel escolar. Así que creo que es un aliciente para los que ganaron premios, porque se van a proyectar como pintores. Me puedo meter en la mente de ellos, que dicen ‘lo que yo hago es importante, tengo que seguir’, es un apoyo valioso”.

Respecto de la relevancia de que el Concurso Nacional de Arte Joven celebre cuarenta años, el artista afirmó: “Eso lo encuentro extraordinario y que debe celebrarse. Tal vez hacer un catálogo de las obras que ganaron primero y segundo premio en esos cuarenta años. Y también yo creo que sería importante poner algo de qué sucedía en el mundo en ese momento, para poner el arte en la dimensión de lo que estaba aconteciendo”.

Nuevos lenguajes y viejos oficios

Sandra Santander, por su parte, destacó que es “muy estimulante ver lo que están haciendo los jóvenes artistas menores de 35 años en Chile. Este concurso tiene un prestigio y yo creo que eso se notó en la convocatoria; aquí hubo grandes obras, muy buenas obras, otras muy menores, como en todos los concursos, pero en general creo que los artistas están innovando, están apostando por nuevos lenguajes, y están apostando también algunos por conservar las técnicas; es decir, renovar los lenguajes pero también los oficios no abandonarlos del todo, y yo creo que ese es un equilibrio que todavía está en discusión: qué tenemos que privilegiar los que trabajamos en el mundo del arte, y evaluar eso no es fácil. De manera que intentamos que con los premios también se notara ese saludo a los nuevos lenguajes, qué es lo que están aportando los artistas, de qué manera están renovando ellos el lenguaje del arte, y los que están trabajando en las técnicas, de qué manera las están usando para nuevos discursos. Así que en general creemos que se lograron los equilibrios”.

A propósito de los cuarenta años, la escultora señaló: “Yo vengo de la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, donde tenemos Escuela de Arte, donde los artistas están echando de menos más instancias como esta, de manera que yo creo que participaron varios de Concepción —no lo sé, porque no conozco todos los nombres y a todo la gente—. Además, porque por segundo año consecutivo nosotros llevamos a nuestro espacio este concurso y fue muy visitado y comentado, porque también los muchachos se miden en sus referentes, como están ellos también midiéndose con artistas de otras regiones. Quiero felicitarlos porque son cuarenta años, no es fácil mantener un concurso cuarenta años, lo sabemos quienes alguna vez hemos hecho concursos, y esperamos que tenga larga vida”.

Valparaíso/Santiago

A su vez, Víctor Maturana observó un elemento en particular en el concurso: “Por una cosa administrativa, en una pieza se pusieron las obras de acá de la región y en otra las de Santiago; por lo tanto, vimos primero Valparaíso, o sea la región, y después vimos Santiago. Y sí tuvimos más discusión en las obras de la región, y eso significa que había más juego experimental de los artistas de la región que de los de Santiago. Nosotros decimos que este proceso artístico se inicia desde la expresión; esa expresión se convierte en una manifestación, que yo entiendo lo que estoy expresando para algo; después viene un perfeccionamiento, que viene siendo la estética, la evolución mental ya de la obra. Por lo tanto, por aquí por el medio está esta capacidad de arte joven, y casualmente esto de la manifestación lo encontramos más en la región que en Santiago. En Santiago como que encontramos la obra más acabada, lo que es una preocupación, porque en el fondo es como que tenemos gente joven que ya se siente consolidada y cierra la puerta al entusiasmo de otras posibilidades. Por eso encontré más interesante lo de esta región, yo creo que el mar les hace bien”.

Respecto de que se cumplan cuarenta versiones del Concurso Nacional de Arte Joven, Maturana expresó. “Es impresionante; o sea, eso ya no existe, y significa que tiene una madurez. El detalle yo creo que es que en este caso que llegaron 300 obras: hubo momentos cúlmine de este concurso en que llegaban alrededor de mil obras. Este concurso, al ser arte joven, significa que hay una motivación en las escuelas de arte, sean universitarias o municipales, en que ellos deberían trabajar para el concurso, y eso significa que la producción anual de cada una de las escuelas debería estar presente aquí. (…) Como es un concurso que tiene ya una tradición, tiene una madurez, debería recibir mayor cantidad de obras. Pero no hay otro que tenga estas características; es un premio que exista un concurso con cuarenta años, y que una institución lo haya financiado también”.

La inauguración de la muestra de obras seleccionadas y premiadas, así como la ceremonia de premiación, están anunciadas para el viernes 30 de noviembre, a las 12:00 horas, en la sala El Farol del Centro de Extensión UV, Blanco 1113, Valparaíso.