Grupo familiar participa de forma activa en el proceso.
Desde hace algunos años es muy común ver a papás y mamás que acompañan a sus hijos en el proceso de matrícula. Hoy los padres forman parte de la decisión final y de los trámites que requiere el ingreso a la vida universitaria, lo cual en muchos casos tiene un significado relevante para el grupo familiar.
Ana María Salazar, mamá de Consuelo, quien se matriculó en Licenciatura en Ciencias, proveniente de Graneros, señaló que este nuevo paso en la vida de su hija “es importante porque significa darle alas propias para que empiece a velar por su futuro sola, nosotros ya cumplimos en cierta forma la tarea. Descartamos Santiago porque no nos gusta y por los antecedentes académicos de las universidades que se encuentran acá, optamos por la UV”.
Mientras que Jimena Yáñez, cuya hija Sofía se matriculó en Nutrición y Dietética, indicó que “para nuestro grupo familiar es un orgullo que ella haya entrado a estudiar la carrera que le gustaba. Estuvo investigando y además por antecedentes entregados por sus propios compañeros tomó la decisión de quedarse en la UV”.
Gabriel Tapia, ingeniera comercial de la UV que acompañó a su hija Laura a matricularse en Educación Parvularia, señaló que “es un logro bastante grande porque soy exalumna de esta universidad, por lo tanto es un orgullo familiar que ella pueda entrar a esta prestigiosa universidad que quiero mucho. Ella escogió esta carrera en esta universidad por la malla curricular que tiene, por las prácticas que va a tener en la carrera y el prestigio invaluable que tiene”.
Similar opinión tiene Carmen Gloria Álvarez, cuyo hijo se matriculó en Filosofía: “Estamos muy contentos que la universidad tenga esta carrera, porque a mi hijo siempre le ha gustado la malla. Estuvimos investigando y fue la universidad que realmente consideró que cumplía todos los requisitos que necesitaba, así que estamos muy contentos de dar este paso, que pueda estudiar lo que realmente quería para seguir perfeccionándose”.
En tanto, Juan Manuel González, quien acompañó a su hija a matricularse en Arquitectura, explicó que “estamos muy orgullos que haya llegado hasta acá, porque su principal ideal era estudiar arquitectura. Esta es una universidad de mucho prestigio sobre todo en esta área”.
Alejandro Ampuero, que matriculó a su hija en Psicología, indicó que “para nosotros como familia es muy importante que ella pueda entrar a la UV, porque empieza una parte distinta de su vida que va definir lo que viene en los próximos años. Esperamos que pueda aprovechar esta oportunidad”.
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