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Biomédica celebra veinte años con homenajes a profesores Guillermo Avendaño y Antonio Glaría

09 Septiembre 2019

Escuela se ha posicionado a nivel nacional con más de 600 graduados que se desempeñan en el ámbito público y privado.

La Escuela de Ingeniería Civil Biomédica conmemoró su vigésimo aniversario con homenajes a sus profesores fundadores Guillermo Avendaño -fallecido en 2018- y Antonio Glaría, quien se acogió recientemente a retiro y fue investido como el primer profesor emérito de la Facultad de Ingeniería.

La actividad rememoró aquel septiembre del año 1999 cuando el Consejo Académico y la Junta Directiva UV aprobaron la creación del título y grado del primer programa de pregrado de Ingeniería Biomédica en Chile. La ceremonia contó con la asistencia del vicerrector académico Carlos Becerra y el decano de la Facultad de Ingeniería, David Jamet, junto a académicos, exalumnos y estudiantes.

Pablo Roncagliolo, actual director de Ingeniería Civil Biomédica, fue el encargado de hacer uso de la palabra, señalando que “estos veinte años llegan en un muy buen momento. Cuando partió la carrera era un proyecto, pero hoy al escuchar a nuestros exalumnos nos damos cuenta cómo han impactado en la salud. Los desafíos son enormes, las tecnologías en el ámbito de la salud no van a parar, están en constante desarrollo, con crecimiento y diversificación. La carrera tiene mucho que decir en los próximos años”.

Sobre la proyección de la Escuela, Roncagliolo señaló que “es una disciplina con requerimientos crecientes, hay necesidades de ingenieros biomédicos de empresas que desarrollan tecnologías, de hospitales, clínicas y del Ministerio de Salud. Hemos optado por formar ingenieros capaces de manejar equipamiento médico avanzado en su diseño, mantención y venta; que sepan implementar sistemas tics y gestionar equipamiento clínico en cuanto a su diseño hospitalario. Es un campo muy grande”.

Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue el recuerdo de Guillermo Avendaño, a cargo del profesor César Galindo, quien dio cuenta de las características humanas y profesionales del fallecido académico, destacando incluso que el laboratorio de electromedicina lleva su nombre.

La actividad, además, contempló la realización de una mesa redonda con la participación de los exalumnos Camila Narváez, del área clínica hospitalaria; Erick Cortez, de tics e informática en salud; y Fernando Terré, de bioinstrumentación y equipos médicos, siendo moderados por la también exalumna y hoy profesora de la escuela Scarlett Lever.

Posteriormente fue el turno del profesor Manuel Roncagliolo, quien realizó una detallada y profunda revisión de los hechos más relevantes ocurridos desde los años ‘70 y que finalizaron con la creación de la carrera de Biomédica a fines de los ‘90, relatando los hitos y desafíos que debieron atravesar junto a su colega y amigo Antonio Glaría para concretar sus sueños y anhelos.

Finalmente, se dio paso a la lectura del decreto que oficializa a Glaría como el primer profesor emérito de la Facultad de Ingeniería. Al respecto, el académico señaló que “es la consolidación de un proceso largo, lleno de vaivenes, pero con bastante éxito. Hoy tenemos sobre 600 graduados en Chile, con cien por ciento de empleabilidad. Estamos entrando a una nueva fase, viene el desafío de los segundos veinte años, para lo cual ya tengo una propuesta”.

Sobre su reconocimiento, agregó sentirse “muy contento, hemos pasado por momentos muy complejos donde tuve un rol crítico. Afortunadamente hoy puedo decir que me siento muy contento con los logros de los estudiantes”.