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Libro “Octubre en Chile” de profesor de Derecho UV plantea carácter hermenéutico de la crisis

27 Diciembre 2019

Obra de Hugo Herrera fue comentada por Agustín Squella y Gloria de la Fuente.

Con un amplio marco de público se llevó a cabo la presentación del libro “Octubre en Chile. Acontecimiento y comprensión política: hacia un republicanismo popular", del profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso y director del Instituto de Filosofía de la UDP, Hugo Herrera, obra publicada por la editorial Katankura.

En la oportunidad, comentaron la obra el profesor de Derecho UV y Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales Agustín Squella y la presidenta de Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente. A la actividad asistieron el contralor interno de la UV, Cristian Moyano; el decano de la Facultad de Derecho, Alberto Balbontín; la secretaria de la Facultad de Derecho, Inés Robles; el director de la Escuela de Derecho, Claudio Oliva; profesores, estudiantes, invitados especiales y público general.

Luego de las palabras de bienvenida de Claudio Oliva, Gloria de la Fuente indicó que “creo que nos ha pasado a todos que hemos transitado desde la esperanza a la desesperanza, y esta idea de que a veces no se ven caminos de salida y luego vemos algunas señales que nos vuelven a invadir de esperanza. En esa perspectiva, creo que todos estos tipos de reflexiones son muy pertinentes, porque hay también una co-responsabilidad entre todos como ciudadanos de buscar caminos de salida. ¿Es muy pronto para este libro? Yo creo que no, porque Hugo viene reflexionando sobre la crisis del bicentenario y el símil con la crisis ocurrida en el centenario ya hace un rato atrás”.

“Hugo nos plantea una manera en que ambos escenarios, desde el centenario al bicentenario, se constituyen como una especie de coyuntura crítica que termina cambiando las tendencias de ciertos fenómenos que veníamos observando en la realidad, y algo de eso pasa a partir de lo que hemos visto tanto en el centenario como en el bicentenario, y creo que hay ahí un aporte muy relevante. Una idea interesante en el trasfondo del texto que es parte de las reflexiones que nos interpelan a quienes estamos en disciplinas como la ciencia política es la idea de los anhelos y pulsiones populares versus las élites y las instituciones, y qué sucede con esa fractura. En este libro hay un sentido de oportunidad, hace una contribución de un momento específico y de un proceso político aún en desarrollo, aporte relevante porque Hugo se ha planteado una reflexión hace mucho tiempo respecto a qué es lo que significa esta crisis del bicentenario y cómo podemos decodificarla para poder entenderla”, puntualizó.

Agustín Squella indicó que “este fenómeno va a producir mucha literatura en el país. El libro de Hugo es uno de los primeros y conocemos varios que están en preparación. Yo querría hacerme cargo, aunque el libro no lo menciona de esta manera, del error de repetir desde el 18 de octubre que Chile cambió. Chile no cambió, a partir de ese día Chile se mostró. Había cambiado mucho antes, sin que la mayoría nos diéramos cuenta. No se trata de tocar la oreja de los malos analistas que fuimos, pero seamos francos; la mayoría negaba que en Chile existiera malestar o reducían el malestar a una cuestión de expectativas insatisfechas, como si la sociedad chilena hubiera progresado de tal manera, alcanzado tales niveles de satisfacción, que la gente quería más, cosa que yo me resisto a creer. En Chile hemos presenciado en muy poco tiempo casos graves de corrupción en muchos ámbitos, ¿y qué sociedad puede tragarse todas esas toxinas en menos de tres años sin enfermarse ni enrabiarse?”.

“Hugo se pregunta, sin resolver, ¿esto es protesta, revuelta, desobediencia civil, desobediencia revolucionaria, desobediencia anarquista?, ¿qué es lo que estamos viendo? A mí me parece que aparecen uno u otros rostros por momentos, y eso explica la tardanza y los errores en la reacción del gobierno, pero también en los diagnósticos de la oposición. Yo creo que vemos todos estos rostros según los momentos, y en consecuencia no podemos imputarlo a un solo fenómeno. Como dice el autor, lo cierto es que ahora estamos navegando en altamar, donde hay mar bravo siempre, y lo más angustioso es que no hay tierra a la vista. Se acabó la taza de leche, el oasis en que creíamos vivir, porque nunca lo hubo”, aseguró.

El autor de la obra, Hugo Herrera, finalizó la jornada indicando que “están lo que yo llamo los polos economicistas en la derecha de guerra fría, y que tienen paralizado un mundo dentro de la derecha para avanzar en este proceso, y el extremo moralizante, que no es moral lo que condeno, sino el moralismo, el intento de dirigir la praxis política directamente a tratar de cambiar las consciencias de las personas. Esos dos extremos podrían estar tensionando el debate político chileno y la única forma en que logren imponerse posiciones más reflexivas, que le den mayor estabilidad final al país, es que los sectores que están entre estos logren salir de lo que entiendo como una moderación más bien fáctica, que uno aprecia en muchos políticos que a veces tienen sensatez, pero no están a la altura reflexivo-ideológica que uno percibe en los extremos. Creo que ahí hay un sector moderado al que le falta todavía, que es lo que logró en sus buenos momentos la vilipendiada Concertación, y más allá de todos los defectos que pueda haber tenido, hay un sector moderado que debe elevarse a un nivel reflexivo mayor y de eso depende que en el proceso político se decanten grandes acuerdos, y creo que los aportes de Agustín y Gloria operan en esa dirección”.