Obtuvieron el tercer lugar y una mención honrosa en evento que este año fue internacional y abordó la temática de los liceos técnicos.
Por segundo año consecutivo un grupo de estudiantes de la Escuela de Arquitectura destacó en el tradicional concurso Madera21 CORMA, obteniendo un tercer lugar y una mención honrosa. El certamen, que este año tuvo un carácter internacional, abordó la temática de los liceos técnicos, recibiendo un total de 112 proyectos.
Osvaldo Bizama, director de la Escuela de Arquitectura, señaló que “es un tremendo orgullo que por segundo año consecutivo nuestros estudiantes hayan obtenido un reconocimiento en este importante concurso, lo cual ratifica el trabajo que nuestra escuela viene realizando en esta línea, lo que se ve reflejado en estos reconocimientos”.
Los estudiantes integran el taller del tercer ciclo de Ciudad y Espacio Público, a cargo de los profesores Romina Araya y Nicolás Araya, junto al propio Bizama, quien explica que “el semestre pasado fue excepcional en un contexto de trabajo a distancia, pero contamos con un gran compromiso de los estudiantes, que nos ha permitido presentar proyectos de muy alto nivel y que ha redundado en estos premios”.
Tercer lugar: Liceo Técnico para la Preservación de la Cultura Salinera
El equipo integrado por Valeria Baeza, Javiera Pérez y Pamela Reyes desarrolló un proyecto que busca poner en valor el territorio cultural y natural en el sector de Cáhuil, cercano a Pichilemu.
La alumna Pamela Reyes explica que “nuestra idea se concibió desde un emplazamiento ligero y respetuoso con las salineras de Cáhuil, estableciendo dos muelles intersectados con atrapa nieblas para responder a la escasez hídrica del lugar, lo cual está extinguiendo la actividad salinera”.
“Bajo esta premisa se configura el Liceo Técnico para la Preservación de la Cultura Salinera, un proyecto que responde al principio de ligereza, en el cual el diseño y los espacios se pensaron de manera que todos los estudiantes y personas que habitarán el lugar pudieran recorrer el liceo, con espacios amplios y cálidos”, agrega.
Pamela añade que “es un proyecto que actúa de manera multifuncional permitiendo el desarrollo académico de los estudiantes y el trabajo de los locatarios en las salineras. Asimismo, se propone un liceo en extensión, que dialoga con el paisaje natural, adecuándose a las variaciones estacionales”.
Sobre el significado del tercer lugar, la estudiante enfatiza que “es el resultado de varios años de esfuerzo trabajando juntas y una motivación para seguir trabajando aún más en próximos proyectos. Fue un semestre distinto, pero siempre tuvimos el apoyo de nuestros profesores y compañeros, la flexibilidad del taller hizo de este semestre uno de los mejores que hemos cursado”.
Mención Honrosa: Liceo Técnico Textil ex Fábrica Baltra
Matías Colina, Cristopher Segura, Luis Felipe Peña y Javiera Hidalgo integraron el equipo que obtuvo la mención honrosa con un proyecto centrado en La Ligua. “Quisimos promover el patrimonio textil que caracteriza a la zona y de ahí surge la idea de que fuera un liceo con esa especialidad. Nos ubicamos en la ex fábrica, Baltra que fue importante en el apogeo de los tejidos y la hicimos parte de un gran pabellón ligero que deja entrever las actividades en su interior, con la idea de que los jóvenes se motivaran a seguir ejerciendo este oficio”, explica la estudiante Javiera Hidalgo.
“El primer nivel es semi público, ya que lo atraviesa una calle, para conectar la ciudad más consolidada con la zona de expansión, una especie de paseo dónde se pudiesen apreciar los procesos de fabricación del tejido. Es un establecimiento abierto y sin rejas, a diferencia de como normalmente son los liceos o escuelas”, agrega.
Sobre la mención honrosa, Javiera asegura que se sienten “emocionados por representar a la Escuela y por toda la experiencia de trabajar en equipo, aprender nuevas cosas y apoyarnos entre profesores y estudiantes en una época de incertidumbre, en la que se trabajó en una modalidad nueva y experimental”.
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