Patricia Herrera plantea que el encierro obligado puede ser también una oportunidad para compartir más en familia.
Dentro de los grupos etarios a los que más les cuesta comprender la situación por la que estamos pasando, como resultado de la pandemia del Covid-19, están las niñas y los niños más pequeños, pues además de haberles cambiado su rutina ostensiblemente de un día para otro, ellos perciben de gran manera y con mayor sensibilidad la preocupación que experimenta la mayoría de los adultos que los rodean.
Ya no van al jardín infantil o al colegio. Tampoco pueden salir de su casa a jugar al aire libre, ni menos juntarse con sus abuelos, familiares y amigos. Muchos de ellos permanecen encerrados y eso les genera ansiedad y malestar.
Por ese motivo, la doctora en Ciencias de la Educación Patricia Herrera, académica e investigadora de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso, hace un llamado a las mamás y los papás a promover y reforzar las actividades destinadas a que sus hijos se distraigan, jueguen y se entretengan durante este período de aislamiento, pero, al mismo tiempo, los insta a que conversen y aprendan de manera adecuada sobre lo que está pasando y lo que ellos sienten.
“El objetivo más importante es que las familias vean esto como una oportunidad para que sus integrantes estén juntos, compartan entre todos y especialmente con los niños. Los adultos debemos no solo tranquilizarlos, distraerlos y hacer que ellos se entretengan, sino también asumir la responsabilidad de enseñarles y guiarlos en medio de esta crisis, con el fin de disminuir el estrés que ésta les pueda provocar.”, afirma la educadora.
Lectura y juegos
En esa línea, Patricia Herrera recomienda -en primer término- a los padres y adultos a cargo de niños pequeños leerles cuentos y conversar con ellos sobre estos. El cuento puede ser leído desde internet o, mejor aun, desde un libro. Y si no tienen cuentos a mano inventar alguno y hacer que sus hijos sean parte de la historia.
Otra opción es jugar algún juego de mesa que hace tiempo permanece guardado, o que los papás les propongan jugar a juegos que ellos jugaban cuando eran chicos. También jugar a la escondida dentro de la casa, o a cocinar.
“Todo esto busca distraerlos, animarlos, darles seguridad y sentirse contenidos. En otras palabras, evitar transmitirles preocupación más allá de lo razonable”, sostiene la doctora en Ciencias de la Educación.
Algunas sugerencias
Como ayuda práctica, Patricia Herrera recomienda lo siguiente:
-Revisar previamente algunos sitios online y elegir algunas ideas factibles de llevar a cabo en sus hogares (o adaptarlas).
-Los links son en general para todas las edades, sin embargo hay algunas ideas que son para realizar con bebés y otras con niños de 3 años en adelante.
- Invitarlos, independiente de la edad, a realizar las actividades, para que se dispongan a ser parte de ellas.
- Evitar realizar actividades frente a las pantallas (o al menos acotarlas o minimizar el tiempo que los niños pasan frente a ellas).
- Hacer sentir a los niños que ellos son los protagonistas de los juegos.
- Conversar con ellos durante todo el desarrollo de la actividad, y que se sientan con la libertad de opinar, reír, equivocarse, preguntar, cantar, bailar, etcétera.
- Estar atentos a su nivel de interés durante las actividades, para continuar o suspender el juego y evitar que se agoten.
- Al terminar la actividad, ordenar junto a ellos, haciéndolos parte del orden y limpieza del lugar, especialmente en este momento en que se requiere tomar mayores medidas de higiene y ellos lo pueden entender.
- Antes de dormir recordar lo que hicieron juntos y lo bien que lo pasaron.
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