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Profesora de Clínica Jurídica y DD.HH. participa en taller online sobre violencia de género y familiar en cuarentena

21 Abril 2020

La académica Fabiola Girão fue parte de la actividad organizada por la Fundación Emplea.

La profesora de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso Fabiola Girão participó, como representante de la Clínica Jurídica y de Derechos Humanos de la UV, en la dictación del taller online “Violencia de género y familiar en periodo de cuarentena”, organizado por la Fundación Emplea y trasmitido en vivo y de manera gratuita a través de las cuentas de Instagram de ambas entidades.

La académica entabló un diálogo con Mariana Herrera, trabajadora social de Capacitación de la Fundación Emplea Concepción, abordando en conjunto las diferentes aristas de la violencia de género y familiar, que ha ido en aumento en el país y en el mundo desde que inició la crisis sanitaria por el COVID-19, a consecuencia de las cuarentenas en los hogares.

Fabiola Girão preparó su intervención junto a la profesora de la Clínica Jurídica y de DD.HH. de la UV Cecilia Valenzuela, indicando que las cifras de violencia y femicidios en Chile van en aumento y la cuarentena poco ayuda a disminuir esto, dado que, generalmente, se vive en casa con los agresores. Ante esto, añadió que “en la Clínica Jurídica y de DD.HH. tratamos de integrar la perspectiva de género y de Derechos Humanos en todas las causas que tramitan los y las estudiantes”.

“Existe una violencia que es estructural, de una sociedad patriarcal donde parece ser natural el abuso de poder por parte de los hombres, donde existe una estructura violenta que a nosotras no nos ayuda, pero es verdad que también existe una violencia mayor hacia las personas vulnerables en ciertas situaciones, como ahora, que mujeres que tenían o no una historia de violencia pueden estar sufriendo este problema debido a la cuarentena”, añadió.

La profesora de Derecho UV explicó que la violencia es un fenómeno ligado a la agresividad muy propio del ser humano, que puede ser de carácter física, psicológica o sexual, y que se manifiesta a través del ejercicio de poder sobre el otro, explicando que “las mujeres somos un grupo que ha sufrido históricamente violencia, marcada netamente por un concepto de género, que nos deja más expuestas a formas de agresión”.

“La construcción de la teoría feminista ve estos tres tipos de violencia, pero, por ejemplo, cuando hablamos de violencia psicológica se abre otro abanico: violencia patrimonial, económica, becaria (vinculada a los hijos), social, entre otras... En nuestro trabajo en la Clínica Jurídica y de DD.HH. hemos conocido muchas historias vinculadas a estos ejemplos y, efectivamente, junto con las mujeres, las personas mayores y los niños también son vulnerables a la agresión en contexto familiar”, explicó.

Consultada sobre un eventual perfil de los agresores, la académica puntualizó que le causa ruido entrar al ámbito de la psicología, y que generalmente se asocia a rasgos psicopáticos, pero por lo que han podido corroborar en su trabajo, no necesariamente es así. “Las informaciones disponibles muestran que el agresor no tiene un perfil marcado, pero sí que hay una sociedad que naturaliza una relación de poder en la familia: que el papá es servido primero, le dan el mejor trozo de pollo, o mientras él duerme nadie hace ruido, etcétera. Este es un ejercicio de poder arraigado en la cultura, lo que naturaliza el abuso de ese poder”, indicó.

Añadió al respecto que “no hay un hombre típicamente agresor, pero, por ejemplo, el hombre que se autodefine como celoso o posesivo tiende a ejercer ese poder naturalmente, y puede tener rasgos psicológicos como baja autoestima, pero en el fondo, por lo que vemos en historias, son hombres que están marcados por la cultura patriarcal y creen que pueden hacer eso porque ‘es su mujer y su familia’, según su manera de pensar”.

Además, durante la conversación la profesora Fabiola Girão entregó diferentes datos para tener en cuenta como medidas de prevención y/o preparación ante un episodio de violencia, así como también los pasos que se pueden seguir posteriormente. Ante ello, la otra participante del taller, Mariana Herrera, puntualizó “lo fuerte que suena tener que tomar estos resguardos solo por ser mujeres, pero lamentablemente es una realidad”.

La académica de Derecho UV explicó que es importante, por ejemplo, “tener siempre el teléfono cerca; contar con una mochila con documentos importantes, como llaves, dinero y juguetes de los hijos por si hay que escapar; tener redes de apoyo que sean capaces de denunciar; conocer principios básicos de karate; contar con mecanismos sencillos de apoyo, como colgar una toalla roja en la ventana para alertar a los vecinos que el hombre agresor llegó embriagado; ocupar las aplicaciones de Google Play ‘Voy contigo’ y ‘Antonia’; no pelear en la cocina porque allí hay objetos que pueden resultar letales; sacar a los niños y dejarlos con otra persona, dado que no tienen la capacidad para tolerar la violencia; ser un vecino precavido y estar atento a todo, dado que dentro de las casas se vive una realidad que no conocemos; entre otras precauciones”.

“Hemos hecho diversos talleres de educación en Derechos Humanos y género, pero esto se trata de un cambio cultural tremendo que tenemos que hacer. El patriarcado tiene definidas sus estrategias, está en todos, y nosotras como mujeres a veces reproducimos esa lógica de violencia. Es un trabajo difícil, pero si estamos hablando de violencia flagrante hay que actuar directamente en la víctima para obtener ayuda inmediata. Es importante que las personas se acerquen al Ministerio Público para hacer sus denuncias, dado que para la entidad los casos de víctimas de violencia intrafamiliar son prioritarios, porque pueden constituir un delito. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que la mujer desista de su denuncia, es natural y comprensible, dado que generalmente se encuentran emocionalmente dependientes. Es difícil salir del ciclo de la violencia, porque en muchas ocasiones la mujer acaba siendo manipulada”, puntualizó.

Finalmente, entregó una serie de datos de contacto para tener en cuenta: violencia intrafamiliar (149), orientación SERNAMEG (1455 y 800 104 008), emergencia PDI (134 y 1455 133 149), Carabineros (133), Defensoría de la Niñez (+56 2 24979600), SENAMA (800 400 035), fiscalías locales (600 333 0000), la organización Gritando Fuerte (+56 9 3388 2254) y atención psicológica (www.centroid.cl).