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Docentes dialogaron sobre el trabajo y la seguridad social en una nueva constitución para Chile

19 Octubre 2020

Actividad fue organizada por el departamento de Derecho del Trabajo y la Escuela Sindical UV.

Un extenso diálogo y reflexión en torno a cómo deberían regularse el trabajo y la seguridad social en una eventual nueva constitución chilena desarrollaron los docentes invitados al seminario digital “Hacia una nueva constitución del trabajo y la seguridad social”, organizado por el departamento de Derecho del Trabajo de la Escuela de Derecho y la Escuela Sindical UV.

Participaron Antonio Baylos, docente de la Universidad de Castilla-La Mancha (España); Claudia Sanhueza, académica de la UM, y José Luis Ugarte, profesor de UDP, en una jornada moderada por Daniela Marzi, docente y presidenta del departamento de Derecho del Trabajo de la Escuela de Derecho UV.

En su introducción, Daniela Marzi explicó que “es importante reflexionar cómo procesos constitucionales han sido relevantes para sanar países después de grandes crisis y que no tiene nada de peligroso, dado que es un funcionamiento muy fisiológico dentro de las democracias ponerse de acuerdo de nuevo después de darse cuenta que lo que no está unido no hay forma de parcharlo, y que a veces hay que concurrir a los grandes acuerdos sobre temas importantes. En esto, el trabajo y la seguridad social son quizás algunos de los temas más relevantes para las personas, y ahora es imprescindible hacer una reflexión conjunta”.

Exposiciones

Antonio Baylos explicó que un periodo constituyente tiene que desembocar en un texto que debe tener un contenido, “y me parece que el contenido que es más adecuado al momento en el que nosotros vivimos es uno donde el trabajo debe tener la visibilidad del valor y del peso que realmente tiene en la sociedad. El trabajo es el elemento que da una centralidad política, democrática, social y económica a las sociedades y, por lo tanto, creo que hay que hablar de una constitución del trabajo”.

“Hay puntos que me parecen interesantes de tomar en cuenta, y que en otras constituciones se han utilizado: el derecho al trabajo, que frente al derecho a la libre empresa se alza la necesidad de establecerlo, pero con un contenido concreto; la disputa del tiempo de trabajo y el tiempo de vida, donde existe una reflexión sobre el valor del propio trabajo y el del trabajo de cuidados; el problema de la estabilidad, donde hay instrumentos internacionales de enorme interés; y la necesidad de reforzar, y mucho más en Chile, la dimensión colectiva de las relaciones laborales”, añadió.

Subrayó que, a su parecer, uno de los elementos más negativos en la construcción chilena en materia de trabajo es el respeto del plan laboral de la dictadura, que “se mantiene como una especie de escenario que está ahí, y que requiere libertad de organización sindical, pero fundamentalmente reformas muy importantes en la negociación colectiva y el derecho a huelga, que implicarían naturalmente un reforzamiento del reconocimiento de los derechos en la carta fundamental. Yo creo que la constitución tiene que establecer un principio básico de autonomía colectiva, un compromiso fundamental en apoyar la representación colectiva a través de los sindicatos y sus medios de acción, y abordar la reforma de la empresa”.

Por su parte, Claudia Sanhueza explicó que “el derecho a la seguridad social en la actual constitución está vacío, por lo que se tendrá que construir un sistema de seguridad social en el pilar contributivo del sistema de pensiones”.

“Uno de los desafíos es que se debe establecer que en el preámbulo de la constitución se establezca un estado social y democrático de derecho, independiente del tutelaje, y eso abre muchas opciones. En los países en donde hay preámbulos que refuerzan la función del estado en los derechos sociales cambia básicamente la legislación, porque hay un concepto constitucional importante. Por otro lado, Chile firmó el año 1969 el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y ahí hay varios derechos, entre ellos el derecho a la seguridad social, el derecho al trabajo y los derechos laborales, y yo creo que hay que darles contenido a estos y a varios otros. Eso en términos constitucionales abre la puerta para que haya otros cambios en la legislación”, subrayó.

Respecto al sistema de seguridad social, en el pilar contributivo del sistema de pensiones, detalló que “habrá que establecer una contribución del empleador, porque hoy toda la cotización es del trabajador y va al ahorro individual, entonces esa contribución debería ir en gran parte a un sistema de seguridad social. Complementario a eso, necesitamos aumentar la contribución”.

Finalmente, José Luis Ugarte explicó que en el proceso constitucional chileno hay un desafío político, ya que “no está claro que el trabajo vaya a ser un eje central, porque el movimiento sindical chileno, por las razones que sea, sufre de un sindicalismo desorientado, que no ha sabido enfrentar ni los desafíos antiguos ni los nuevos. El desafío es si este proceso va a estar en condiciones de poner en el centro al trabajo”.

“También hay un desafío normativo, que tiene un punto sustantivo donde todos somos partidarios de una cláusula de estado social, de garantizar abiertamente la negociación colectiva como un derecho fundamental, la huelga, etcétera. Además, para posicionar al trabajo y la seguridad social en el marco de la nueva constitución tenemos también un problema procedimental, que tiene que ver con la constitución material”, destacó.

“El orden constitucional no solo es el texto que llamamos constitución. Son aquellas normas legales que lo hacen operativo, y en materia laboral tenemos el problema del plan laboral, que no está en la constitución, sino que en el Código del Trabajo, y en el caso de la seguridad social el sistema de capitalización individual chileno está en el decreto de ley 3.500, lo que sin embargo no significa que la constitución no sea un problema, el tema es que es procedimental”, cerró.