Su encargado, Omar Cañete, precisó que con ello se busca que la colección esté disponible para las nuevas generaciones.
Resguardar los documentos y el material que lo compone y dejarlo disponible para las nuevas generaciones es el objetivo principal del proceso de digitalización del archivo del destacado arquitecto, exdirector de Escuela y exdecano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso Pablo Mondragón García de las Bayonas, considerado como una figura señera de la institución por su cercanía con estudiantes y su calidad ética y profesional.
La iniciativa estará a cargo del nuevo encargado del archivo, el académico de ese plantel y director de la revista Márgenes, Omar Cañete, quien conoció personalmente a Mondragón. “El objetivo es resguardar los originales, evaluar su estado, ya que es material antiguo, y una vez digitalizado, dejarlo a disposición para proyectos de investigación y patrimonio, convenios con otras universidades, así como generar acciones y líneas de trabajo que expliquen la naturaleza del contenido y su diversidad, no solo con el fin de la recopilación, sino que también para preservar su legado y memoria”, explicó.
La colección fue donada de manera gradual por la viuda de Mondragón, Loreto Guridi, a la Escuela de Arquitectura, la que en un primer momento la dispuso en una sala, para luego -con la creación oficial del archivo en 2018- trasladarlo a un espacio especial en la biblioteca de la Facultad, donde actualmente se aloja.
Al respecto, el profesor Cañete comentó: “El archivo tiene una sala de uso exclusivo y durante las distintas etapas de la donación se fue realizando el proceso de catalogado en un orden que conserva hasta este momento. Ahora estamos iniciando su digitalización, la cual quedará disponible en un repositorio de la misma biblioteca”.
Áreas temáticas
Según precisó el encargado del archivo, éste se divide en tres grandes áreas. “Está el tema académico, con sus notas de clase o sus innumerables participaciones en eventos; luego, su material de trabajo profesional, los planos y las obras en las que participaba, y finalmente los proyectos de título y tesinas donde fue profesor guía”.
Una de las líneas de acción en torno al resguardo del material será la edición de un número especial de la revista Márgenes, el que estará íntegramente dedicado al archivo. “Se generó un plan de trabajo, que comienza con la digitalización y preservación, pero que continúa con la difusión, un sitio web y la publicación en la revista. Tenemos algunos artículos comprometidos, con los cuales esperamos poder mostrar el archivo y estamos contactando a sus exalumnos, hoy todos profesionales, para que puedan aportar a la edición”, acotó Cañete.
“Lo importante es rescatar la memoria de Pablo, su figura inspiradora, no solo por lo que significó profesionalmente, sino por su calidad humana y formativa. Todos quienes lo conocieron, lo recuerdan como un maestro capaz de ver lo mejor en cada alumno y sacarlo a lucir en el ámbito profesional. Nunca hubo una copia de proyecto, sino la propia inquietud y la búsqueda del alumno, moldeada por su propia mano”, agregó su colega.
Sobre su relación con el arquitecto, Cañete recuerda las profundas conversaciones que sostuvo con Mondragón, que calificó de entrañables, porque permitían entrar a un flujo de pensamiento constante. “Siempre estaba en algo, lo cual es parte de la vida universitaria; poder transmitir eso es parte del quehacer universitario, aparte de su legado físico y material”, concluyó el encargado de la colección.
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