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Primera unidad “cardioprotegida”: Facultad de Medicina instaló tres desfibriladores en Reñaca

19 Abril 2022

Con la habilitación de estos equipos se puso en marcha sistema de prevención y cuidados frente a emergencias.

Con la instalación y habilitación de tres desfibriladores externos automáticos, que fueron ubicados en puntos estratégicos de los edificios que conforman la sede Reñaca, la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso puso en marcha su sistema de prevención y cuidados frente a emergencias. Con ello, se transformó en la primera unidad “cardioprotegida” de la UV y en pionera en este ámbito a nivel regional y nacional.

Tanto los equipos como el plan de seguridad fueron dados a conocer oficialmente durante una ceremonia que encabezó el decano Antonio Orellana y que contó con la presencia del vicerrector de Vinculación con el Medio, Carlos Lara.

A la actividad asistieron directores de escuela, coordinadores académicos y administrativos, representantes de los centros de alumnos e integrantes del comité paritario de esa sede, los que pudieron comprobar -de manera directa- la utilidad de esos dispositivos gracias a la recreación de una situación de urgencia en la que se empleó uno de los aparatos.

Los desfibriladores los adquirió el decanato de la Facultad de Medicina, con apoyo de la prorrectoría, y representan un gran avance en materia de seguridad frente a eventuales emergencias que puedan afectar a docentes, funcionarios, estudiantes y personas que circulen por sus instalaciones.

“La puesta en marcha de este sistema de prevención y cuidados nos genera una doble satisfacción. La primera, porque esta facultad participó y se involucró en la creación de la Ley 21.156, que fue aprobada en 2019 y que regula la instalación de desfibriladores externos automáticos en diferentes tipos de recintos donde haya un gran número de personas, como colegios, gimnasios o estadios. La segunda, porque con la instalación y habilitación de estos dispositivos disponemos ahora de una tecnología que ha demostrado ser clave para salvarle la vida a quienes sufren un paro cardiorrespiratorio por causa de una fibrilación ventricular, lo que sin duda nos permite estar mejor preparados a la hora de enfrentar emergencias de este tipo”, explicó el doctor Orellana.

En esa misma línea, el decano adelantó que próximamente la facultad espera instalar y habilitar desfibriladores en el Campus San Felipe, donde también imparte programas.

Por su parte, el vicerrector de Vinculación con el Medio sostuvo que con la aplicación de este plan la Facultad de Medicina de la UV ha dado un paso importante en materia de prevención y seguridad que, en su opinión, es digno de ser destacado y replicado.

“Iniciativas como ésta ponen en valor los aportes de nuestros académicos, académicas y personal técnico y administrativo, en este caso respecto de la formulación del fundamento teórico que permitió e hizo posible que Chile avanzara en el establecimiento de este tipo de sistemas de protección en favor de las personas. A la vez, es una señal potente para que otras unidades de nuestra universidad avancen por este mismo camino y eleven sus estándares en el ámbito de la seguridad”, dijo Carlos Lara.

Capacitaciones

Uno de los puntos más significativos de la puesta en marcha de este sistema de prevención y cuidados frente a emergencias, en particular en lo referido a situaciones que requieran una reanimación cardiopulmonar, es que sus acciones consideran cursos de capacitación en RPC y utilización de desfibriladores para académicos, administrativos y estudiantes.

Según precisó el coordinador general de la iniciativa, Joaquín Paillamanque, esta opción despertó gran interés, al punto que desde marzo pasado hasta ahora más de ochenta docentes y funcionarios pertenecientes a diversas unidades de la Facultad de Medicina se han inscrito para participar en esos cursos.

“Nuestra meta inicial era contar con un centenar de funcionarios capacitados a fines de 2022, por lo que estimamos que esta cifra la vamos a superar con amplitud. En paralelo, hemos ido avanzando en varias otras definiciones, que incluyen un plan de mantenimiento de los equipos, el diseño de un flujograma de comunicación para aplicar en casos de emergencia, la generación de procesos de revisión y la ejecución de simulacros de periodicidad anual” acotó Paillamanque.

Unidad certificadora

El coordinador general del sistema agregó que dada la experiencia que ha ido adquiriendo la Facultad de Medicina en este ámbito y lo que la ley determina, existe el interés de hacer que ésta se transforme a futuro en una entidad certificadora en materia de sistemas de protección y utilización de desfibriladores externos automáticos.

“Tal como lo indica la normativa vigente, estos planes y equipos deben estar establecidos en recintos donde hay un gran número de personas. Y nuestro interés como institución es poder colaborar con la comunidad en este sentido. Por eso, esperamos certificarnos nosotros primero para luego ofrecer a otras entidades apoyo y capacitación en este tipo de asuntos”, concluyó.

Este último punto es de gran relevancia, toda vez que hace algunas semanas se registró el sorpresivo deceso de un alumno de tercero medio del Liceo José Francisco Vergara de Viña del Mar, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio mientras estaba en su clase de Educación Física.

Lamentablemente, este episodio no fue una novedad, ya que en noviembre del año pasado una estudiante de la misma edad murió al interior de un gimnasio de la comuna de Villa Alemana mientras practicaba una exigente rutina de ejercicios.

Para las autoridades de la Facultad de Medicina, estos casos volvieron a encender las alarmas respecto de la necesidad de que las instituciones educativas avancen en el cumplimiento de la Ley 21.156.