Afirma Pablo Aravena, director del Instituto de Historia y Ciencias Sociales, ante los cuatro años de acreditación de la carrera.
Gran satisfacción hay en el Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Facultad de Humanidades tras conocer que este 21 de marzo la Comisión Nacional de Acreditación, CNA, acordó otorgar cuatro años de acreditación a la carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales.
Según afirma el doctor Pablo Aravena, director del Instituto, esta acreditación “es un reconocimiento al trabajo del equipo de la carrera. En particular porque la acreditación frente a la CNA es bastante distinta a la del sistema antiguo para las pedagogías, que era con agencia. ¿En qué sentido?: en que eso tuvo que ver con una redefinición de los criterios para acreditar las carreras, y los criterios fueron mucho más estrictos”.
Estos nuevos criterios, añade, “tienen que ver fundamentalmente con, en términos generales, la coherencia de la carrera. Y coherencia en varios sentidos; en primer lugar, respecto de qué hace la carrera para cumplir los objetivos y metas que se propone. Las carreras siguen teniendo una libertad relativa, porque tenemos que formar profesores para Chile, y hay un marco ministerial establecido, pero fuera de eso también hay un margen en que cada carrera se propone qué quiere hacer. Y luego hay que ver qué es lo que uno tiene para lograr eso”.
Por ello, dice Aravena, “si fueron cuatro años, el juicio respecto de ese tipo de aspectos fue positivo. Y eso para nosotros es importante como ruta respecto de lo que debemos conservar y de aquello que tenemos que corregir, que entendemos que es mínimo respecto de lo que hemos hecho. O sea, hay muchas cosas que corregir, pero siguen siendo muchas más aquéllas en las que hemos acertado y hemos dispuesto bien los recursos para lograr los objetivos”.
Consultado respecto de si es más exigente el proceso de acreditación de las pedagogías que de otras carreras, Pablo Aravena señala: “Uno no revela ningún misterio diciendo que la CNA, desde que tuvo una crisis asociada a casos de corrupción —y estoy citando el caso de la Universidad del Mar hace unos cinco años— tiene una sobreexigencia interna que de alguna manera es proyectada a los programas que tiene que acreditar. Y claro, por ley los dos campos que están obligados a acreditarse por la CNA y no por agencia son la salud —Medicina— y las pedagogías. Entonces es mucho más exigente que la acreditación de otro tipo de carreras en este sentido”.
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