Estudiantes de Construcción participaron en desafío que busca potenciar conocimientos y habilidades blandas.
Construir puentes de fideos que fueran capaces de soportar una carga progresiva fue el desafío planteado a más de cien estudiantes de primer año de Ingeniería en Construcción. Para lograr tal objetivo, los alumnos debieron usar solo fideos y pegamento para edificar estructuras de 15 centímetros de alto, 50 centímetros de largo y una carpeta curva de 10 centímetros de ancho. La evaluación final correspondía al peso de los puentes, dividido por la carga que soportaran.
El ejercicio busca que los estudiantes identifiquen, formulen y resuelvan problemas de ingeniería propios de la disciplina, aplicando conocimientos técnicos a una actividad práctica, desarrollando además habilidades blandas como liderazgo, comunicación y trabajo en equipo. La actividad corresponde al ramo Introducción a la Ingeniería en Construcción, dictado por los académicos Andrés Jamet, Gianella Adofacci y Gina Vindigni, dividiendo a los estudiantes en grupos de cinco alumnos.
Al respecto, la profesora Gina Vindigni señaló que “el objetivo de la actividad es motivar a los estudiantes para que puedan visualizar cuál es su rol como ingeniero constructor dentro de estas grandes obras, adquiriendo de manera lúdica ciertos conocimientos que les permiten llevar a la práctica la idea de los conceptos básicos como resistencia y cuantificación de materiales”.
La académica agregó que “el ejercicio potencia además conceptos de sustentabilidad, que les enseñan a usar la menor cantidad de materiales para que el elemento tenga las prestaciones que debiera entregar como servicio de la comunidad y que resista lo que más pueda. En cuanto a las habilidades blandas, nos interesa desarrollar el trabajo en equipo, la competitividad y la creatividad”.
La experiencia del hacer
Harriet Siebalb, estudiante que participó en el desafío, señaló que “la actividad fue muy enriquecedora, había muchas ansias y nerviosismo, pero a la vez felicidad porque logramos que resistiera y verlo es una bonita experiencia”. Similar opinión tuvo su compañera Paula Urbina, quien indicó que “el puente fue diseñado a base de triángulos, que es la manera en construcción que más resiste”.
Para Bryan Arancibia el ejercicio “fue una buena experiencia, ya que nos acerca a nuestra realidad en un futuro cercano. También enseña a desenvolvernos en los problemas que se nos presentan en el diseño que tengamos que enfrentar”. Mientras que Javiera López aseguró que “esta experiencia me pareció bastante creativa, porque tuvimos que usar demasiado el ingenio para llevarla a cabo. Nuestro puente lo diseñamos de forma que pesara menos, pero que tuviera mayor resistencia”.
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