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“La riqueza de la documentación notarial es que nos habla de personas comunes y corrientes”

27 Agosto 2018

El doctor Jaime Lacueva coordinó el simposio “Fuentes notariales y redes de negocio en el mundo colonial” en el 56° Congreso Internacional de Americanistas.

La historia de personas comunes y corrientes, que en algún momento establecieron un contrato de trabajo y lo certificaron ante un notario, dice mucho de la época en que esas personas vivieron. “Un trabajador del siglo 17 que tiene dos burros y que es contratado para trasladar mercancías nos permite saber cómo es la actividad económica no a gran nivel, sino a pequeña escala”, explica Jaime Lacueva, doctor en Historia de América, director del Magíster en Estudios Históricos: Cultura y Sociedad en Chile y América Latina del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Facultad de Humanidades.

El profesor Lacueva regresó recientemente de España, tras haber participado en el 56° Congreso Internacional de Americanistas, Salamanca 2018. En el eje temático Historia, Lacueva coordinó el simposio “Fuentes notariales y redes de negocio en el mundo colonial: familias, estrategias mercantiles y grupos de poder en los siglos XVI-XIX”.

América multidisciplinaria

El Congreso Internacional de Americanistas se celebra cada tres años, alternadamente una vez en América y la siguiente en Europa. Este año la sede fue escogida con ocasión de la conmemoración de los 800 años de la Universidad de Salamanca. El evento “abarca todas las áreas de estudio en relación con América: historia, antropología, ciencias políticas, medio ambiente, geografía, estudios de género, relaciones internacionales, filología y literatura, todo. De manera que participan en cada edición miles de académicos e investigadores; esta versión rondó los cinco mil participantes”, señala Jaime Lacueva.

Tal número de participantes determina que el congreso se divida en simposios. “Nosotros presentamos una propuesta junto al profesor José Saldaña, y es la tercera ocasión en la que propongo un simposio sobre esta temática en el marco de estos congresos. Como es un tema que los investigadores han venido trabajando, ya se ha formado una red de trabajo internacional que colabora desde hace tiempo y cada vez suma más gente”, explica, agregando que “participamos quince ponentes en este simposio, de Chile, México, República Dominicana, Italia, Francia y España. Es la oportunidad para reencontrarse y replantear líneas de investigación, para seguir trabajando durante todo este tiempo, y espero que dentro de tres años volvamos a encontrarnos en Brasil”.

Publicación de libro

Los resultados del simposio “Fuentes notariales y redes de negocio en el mundo colonial: familias, estrategias mercantiles y grupos de poder en los siglos XVI-XIX” serán publicados en un libro a cargo del Instituto de Historia y Ciencias Sociales. Dice el doctor Lacueva: “Uno llega al simposio y plantea su propuesta de investigación, sus resultados preliminares o más o menos definitivos, pero lo interesante es el debate, y ahí hay que replantear todos los resultados a partir de la discusión, para eso nos encontramos. Y nos hemos dado un plazo de un par de meses para reformular todos los trabajos y ponerlos en común en septiembre. Yo creo que el libro saldrá ya para 2019, y en él vamos a incluir no sólo los textos de las aportaciones de los diferentes investigadores, sino que vamos a incluir también una versión transcrita de los diálogos, cosa que no se suele hacer y que es interesante, porque en el diálogo y en el debate se hace la aportación más fina y más interesante”.

Investigación fresca

Destaca el investigador que los simposios tienen una temática muy especializada, con aportaciones que están recogiendo investigaciones de último momento. “En este caso concreto trabajamos redes mercantiles a partir del estudio de documentación notarial y es interesante porque la documentación notarial es compleja en su tratamiento y es una documentación que no suele trabajar mucha gente”.

Los archivos notariales no llaman la atención de muchos investigadores, explica Lacueva: “Los archivos son difíciles de trabajar porque la documentación no está muy ordenada. Cuando uno trabaja fuentes notariales lo que se encuentra son los protocolos de los notarios en los que están los registros de las actividades jurídicas entre particulares, cosidos en un libro en orden cronológico del 1 de enero al 31 de diciembre, sin ninguna ordenación temática. De manera que cuando uno tiene que buscar por ejemplo un contrato de compraventa, tiene que ir pasando hoja por hoja unos libros que suelen tener 500 páginas, porque abarcan todos los documentos de un año de un notario. Por eso es bien difícil de trabajar y es un área que por eso mismo no trabaja mucha gente. Aparte que la letra es muy complicada, la paleografía es compleja de leer, porque estamos hablando de escrituras del siglo 16, 17, 18, en que la letra era muy diferente a la de hoy”.

La gran ventaja para el investigador es que “la documentación notarial no está distorsionada por el prisma de la administración ni por la relación que tienen los particulares, los privados con la administración, que generalmente también está distorsionada por la cuestión de la evasión fiscal cuando uno trata actividades mercantiles. Entonces, la documentación notarial, al ser documentación de carácter privado, aporta una visión mucho más veraz de la actividad de los actores económicos”.

Archivos centralistas

El trabajo específico de Jaime Lacueva, que desarrolla desde 2008, es sobre documentación notarial de Sevilla; además, está trabajando documentación notarial de Chile en el siglo 18. “Documentación notarial de Sevilla hay desde el siglo 15, y está relativamente completa. En Chile está desde el siglo 16, desde la fundación de Santiago, en el Archivo Nacional Histórico. Precisamente una de las dificultades del trabajo es que se requiere de mucha presencia en el archivo, lo que toma mucho tiempo. Y en Chile los archivos están concentrados en la capital, porque es un país muy centralista; por ejemplo, los archivos notariales de Valparaíso no están en Valparaíso: están en Santiago. Cosa que no suele ocurrir en otros países, donde los archivos notariales están en las ciudades de origen, muchas veces custodiados, incluso, por los colegios de notarios”.

La investigación de los archivos notariales entrega un muy valioso material: “En el simposio tuvimos distintas sesiones, una dedicada a redes mercantiles en el espacio atlántico —o sea, entre América y España—, sobre el gran comercio internacional; otra de redes mercantiles de dimensión local y regional, a pequeña escala, aunque vimos que muchas de esas redes locales estaban a su vez conectadas con redes mayores, porque se dedicaban al comercio de distribución ya de una época de inicio de la globalización, desde el siglo 16, de relaciones económicas intercontinentales. Tuvimos una sesión especialmente interesante sobre participación de mujeres y prácticas notariales, o sea cómo a través de la documentación notarial podemos visibilizar la actividad económica y social de mujeres que en otro tipo de documentación quedan invisibilizadas porque no tenían quizá una relación directa con la administración, pero que entre ellas —y otros agentes económicos, pueden ser mujeres u hombres— sí realizaban una intensa y continuada práctica mercantil a título propio, no siempre siendo gestoras de patrimonio familiar como viudas. Incluso tuvimos una ponencia dedicada a las actividades mercantiles protagonizadas por mujeres indígenas en México en el siglo 16”.

El libro que concentrará este material, así como las investigaciones del doctor Jaime Lacueva y otros académicos del Instituto de Historia y Ciencias Sociales quedarán disponibles en la página web historia.uv.cl.