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“Josep Fontana entendía el saber histórico como un componente fundamental de la conciencia histórica”

28 Agosto 2018

Afirma Pablo Aravena, director del Instituto de Historia y Ciencias Sociales, ante el deceso, hoy martes, del historiador catalán.

Gran pesar hay en el Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso por el deceso, hoy martes, del historiador catalán Josep Fontana, a los 86 años. Destacado por su pensamiento teórico en las ciencias sociales, Fontana realizó una estadía académica en la UV en 2008, cuyos materiales se publicaron en el libro “La historia que se piensa” (Escaparate, 2009); más tarde, el Instituto, con Ediciones Escaparate, publicó en Chile sus obras “Para una historia de la historia marxista” (2015) y “La Revolución Rusa y el futuro del progreso” (2018).

Según señala Pablo Aravena, director del Instituto de Historia y Ciencias Sociales, “Josep Fontana fue quizá uno de los últimos historiadores modernos; lo digo no por su dedicación a la modernidad como objeto de estudio, sino por los planteamientos, premisas y procedimiento crítico que guiaron sus trabajos, tanto en el ámbito de la Teoría de la Historia —pues fue uno de los pocos historiadores que se aventuró en este campo con una gran capacidad— como en el de la práctica historiográfica propiamente tal: era un especialista en historia económica y política del siglo XIX y realizó importantes aportes a la Historia Contemporánea, particularmente su penúltimo libro publicado, ‘Por el bien del imperio’, una historia del mundo de 1945 hasta nuestros días”.

Añade que “Fontana creía que la historiografía era una herramienta de comprensión de la realidad que tenía efectos emancipadores, no automáticamente (estaba lejos de ser un ingenuo o un activista utópico), sino por ser un modo de comprensión atento a las condiciones de posibilidad y las coyunturas. Es decir, entendía el saber histórico como un componente fundamental de la conciencia histórica, lo que lo pone al lado de otros de su tiempo, como Eric Hobsbawm, E. P. Thompson y desde luego su maestro Pierre Vidal. La partida de Fontana es un indicio más de que un mundo va desapareciendo”.

Según reseña El Periódico de Catalunya, Josep Fontana, “discípulo de figuras como Pierre Vilar, Ferran Soldevila y Jaume Vicens Vives, era un historiador de raíz marxista y pensador en el campo de las ciencias sociales, con influencias de Gramsci y Benjamin. Nacido en la capital catalana, Fontana se licenció en Filosofía y Letras, con especialización en historia, en la Universitat de Barcelona, donde también se doctoró en 1970. Sin desvincularse de la universidad, fue fundador y director durante diez años del Institut d’Història Jaume Vicens Vives, perteneciente a la Universitat Pompeu Fabra, donde donó su archivo personal de más de 35 mil documentos. También impartió clases de historia contemporánea y económica en las universidades de Barcelona, Valencia y la Autònoma”.

Añade la publicación que “además de historiador, Josep Fontana destacó por su pensamiento teórico en el campo de las ciencias sociales, vinculándose, principalmente, en las corrientes comunista y catalanista, con influencias de Antonio Gramsci, E.P. Thompson y Walter Benjamin. De aquí, su participación política como militante del PSUC durante más de 20 años”.

Consigna asimismo que el historiador, “contrario a las tesis del final de la historia, fue muy crítico con la transición política en España. En su pensamiento defendía que muchos procesos eran fruto de decisiones políticas, por ello aseguraba la necesidad de proponer proyectos sociales además de analizar la historia”.

En 2006, finaliza el texto, ganó la Cruz de Sant Jordi, y en 2007, el Premi Nacional de les Arts de la Generalitat, además de ser nombrado doctor honoris causa por las universidades Nacional del Comahue (Argentina) en 2002 y Rovira i Virgili en 2010.

Crédito de la foto: El Periódico de Catalunya