Obra contó con la participación de los vecinos, que usaron materiales del sector.
Setenta metros lineales tiene el sendero construido por un grupo de estudiantes de la escuela de Arquitectura en el pasaje Lorena del cerro Jiménez, en Valparaíso, que fue inaugurado con la presencia de vecinos del lugar. La obra fue ejecutada con fondos del concurso Impacta la UV y comenzó a desarrollarse en 2017.
El sendero, construido por casi cien estudiantes de primer año de la Escuela de Arquitectura, utilizó el material conocido como suelo-cemento (una aleación de cemento y maicillo, material presente en casi todas las quebradas de Valparaíso, con el objetivo de generar tramos más largos –y con menos presupuesto-, que luego pudieran ser replicados en los accesos a las viviendas), ladrillos y adoquines, entre otros.
Pala a pala
Valentina Astorga es una de las estudiantes que integra el grupo que ganó el proyecto. Sobre la entrega de la obra y la inauguración junto a los vecinos, dijo que “es el fin de este gran ciclo que duró harto más de un año. Estamos muy contentas de haber inaugurado con los habitantes del sector. Me conmueve mucho haber concluido esta etapa porque es un aporte para la comunidad”.
Su compañera Carla Ruiz añadió que “la idea era generar un diálogo intergeneracional con los estudiantes y con la comunidad, que cada alumno de Arquitectura fuera capaz de conocer una problemática en un lugar y planteara soluciones. En cierto sentido, también fuimos profesoras, porque tuvimos que enseñarles procesos constructivos antes que los llevaran a cabo, fue interesante y gratificante”.
En tanto, su compañera Francisca Vera explicó que “el objetivo del proyecto era profundizar la conexión entre los vecinos que están fuera del límite urbano de la ciudad. Decidimos generar un sendero que va más allá de un artefacto que hubiéramos podido comprar con el monto que obtuvimos. Generamos una relación muy cercana con los vecinos, nos ayudaron mucho y estaban pala a pala con nosotros. Fue un diseño participativo por parte de ellos, en escala de uno a uno”.
Johanna Carvallo, también integrante del grupo, estimó que “esta obra tiene mucho potencial. Por un lado involucra a todos los vecinos de la comunidad, ya que a través de un pequeño proyecto hacemos una conexión entre Valparaíso y generamos mayor movilidad hacia la parte del plan, pero también es una idea que se puede replicar a lo largo de todas las quebradas y tomas de Valparaíso”.
Vereda de lujo
Don Celso San Martín vive hace sesenta años en el pasaje Lorena y, según comenta, es primera vez que ve un grupo de universitarias desarrollar un proyecto, ejecutarlo y finalizarlo. “Para nosotros significa mucho, estamos muy agradecidos y siempre estuvimos dispuestos a cooperar en lo que se podía. Literalmente nos sacaron el barro de los pies, esto era un pasaje de tierra y greda y ahora se puede caminar bien porque tenemos una vereda de lujo. Nunca se había hecho algo por los vecinos, tuvieron que venir las alumnas de Arquitectura para poder hacerlo y eso se agradece”, dijo.
Su vecina Adriana Gómez comentó que “lo que hicieron las alumnas ha sido fantástico. Esta calle no tenía nombre antes, era pura tierra y barro. Era muy complejo para la gente mayor, inclusive para niños que no caminaban y este arreglo les ha hecho bien. Estamos muy agradecidos de las niñas que están estudiando en la Universidad, ellas se movieron por nosotros, porque antes venían los alcaldes y no hacían nada. La calle quedó muy bonita y hasta baranda tiene”.
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